Ahora que Elon Musk realmente compró Twitter, es hora de aclarar que realmente pensamos que nunca lo haría. Esto se basó en el hecho de que había ofrecido demasiado dinero por la empresa (habiendo hecho poca o ninguna diligencia debida antes de llegar a una valoración basada en memes), y que después de que la junta de Twitter extendió la mano para aceptar la oferta, no se comportó públicamente como alguien que realmente deseaba que se concretara el trato.
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Por: Jack Holmes Antes de la oferta, Musk dijo que quería tomar las riendas en parte para abordar lo que podría ser un problema de bots en la plataforma. Después del acuerdo, comenzó a protestar contra el problema de los bots, diciendo que Twitter estaba subestimando los bots y eventualmente usó esto como la razón para tratar de salir del trato. En el proceso, dañó a Twitter: estaba diciendo, en efecto, que la empresa estaba presentando métricas fraudulentas a los anunciantes, la principal fuente de ingresos de la empresa. ¿Dañarías activamente a una empresa por la que estás ofreciendo pagar de más diciendo esto en público? Además, ¿somos los únicos que usamos tanto Instagram como Twitter? Este último puede tener un problema de bots, pero es casi insignificante en comparación.
the bird is freed
— Elon Musk (@elonmusk) October 28, 2022
Antes y después de cerrar el trato, a menudo adoptaba una personalidad pública particular: la del magnánimo defensor de la libertad de expresión, ofreciendo cambiar las políticas de Twitter para cambiar la experiencia de la plataforma. Sin embargo, gran parte del resto del tiempo, parecía decidido a enemistarse con la izquierda política que constituye gran parte de la base de usuarios y su legión de posibles nuevos empleados. "¡La extrema izquierda odia a todos, incluidos ellos mismos!” tuiteó en un momento, mostrando la estética de Trump para lograr el máximo efecto. Como sea, lo de los bots se convirtió en su razón para intentar salir del trato. Twitter lo demandó, diciendo que no tenía base para esto, y tenían un argumento decente, considerando que se quejaba de los números de bots que no investigó ni evaluó de ninguna manera antes de hacer el trato. Como parte de los procedimientos en Delaware, los textos de Musk se hicieron públicos y parecía cada vez más que tendría que declarar ante la ley. Cambió de rumbo y dijo que seguiría adelante y compraría Twitter a 54,20 dólares la acción. De nuevo, demasiado dinero.
Coqueteo con Rusia
Luego vino otra actuación pública que parecía hecha a medida para convertirlo en un comprador inaceptable para Twitter. Empezó a ofrecer propuestas de paz entre Rusia y Ucrania que los ucranianos consideraban claramente prorrusas y que presentaban una extraña jerga rusa como “el error de Jruschov”. Comenzó a hacer mucho ruido de que iba a cortar Starlink, su admirable ayuda tecnológica a las fuerzas armadas de Ucrania, porque era demasiado costoso para SpaceX. (Afirmó que hasta ahora le ha costado a su empresa 80 millones de dólares, pero no podemos confiar exactamente en sus declaraciones públicas sobre las finanzas de sus empresas). Y finalmente, como si estuviera decidido a llamar la atención del gobierno de los Estados Unidos, comenzó charlando con el apéndice de Putin, Dmitry Medvedev, en Twitter.
“Por cierto, ¿cómo te va en Bakhmut?” preguntó, haciendo referencia a la ciudad en el este de Ucrania a la que las fuerzas rusas, incluido el Grupo Wagner, el ejército mercenario de Putin, estaban sitiando en ese momento. "¡Nos vemos en Moscú el Día de la Victoria!” respondió Medvédev. Esto es casi una pantomima, pero Bloomberg pronto informó que elementos del gobierno de EU estaban “discutiendo si EU puede someter algunas de las empresas de Elon Musk a revisiones de seguridad nacional, incluido el acuerdo para Twitter”. Por un momento, pareció que las estrellas podrían alinearse: Musk podría liberarse tanto del acuerdo de Twitter como de los procedimientos judiciales que intentan mantenerlo en él. ¡El trato fue bloqueado por el Estado Profundo! Sin embargo, no sucedió. Tal vez nuestro punto de vista estuvo equivocado todo el tiempo, y este tipo caprichoso e impulsivo siempre quiso comprar la empresa. Sin embargo, no se trataba solo del comportamiento público, o incluso del precio ridículamente inflado que está pagando porque piensa que “420" es divertido. Reuters publicó un artículo de opinión el 27 de abril, justo después de que se hizo el acuerdo, que señalaba una gran cantidad de razones por las que no tenía sentido para Musk. Se ha presentado a sí mismo como un campeón de la libertad de expresión al asumir la administración de una plataforma de libertad de expresión, pero su negocio principal, Tesla, produce la mitad de sus vehículos en China. El gobierno chino no comparte su expresa pasión por la libertad de expresión y podrá apoyarse en él cuando lo desee. Su visión de un Twitter menos moderado tampoco parece que le caiga bien a la Unión Europea. Agregariamos que Musk actualmente dirige compañías que son divertidas y geniales, pero ser dueño de Twitter parece el peor trabajo del mundo. Además, complicaría el manejo de sus empresas divertidas, lo que simplemente no nos hace sentido.
¿Qué sigue?
Luego debemos empezar a ver cómo se supone que Elon Musk va a arreglar Twitter como negocio. Ha filosofado al respecto de manera vaga y contradictoria; pero el problema principal al que se enfrenta es que una plataforma más abierta a elementos de la derecha radical puede no ser del agrado de los anunciantes. Estamos seguros de que todo saldrá bien. ¡O tal vez no! Es por eso que hemos trabajado tan diligentemente para evitar adquirir muchos seguidores todos estos años. (¡Ja!) En comparación con las personas que han acumulado cientos de miles, estaremos indiferentes cuando escapemos. O tal vez las cosas realmente no cambiarán tanto. Musk podría aburrirse y dejarlo en manos de algún CEO que lo dirija de manera relativamente tímida. Sin embargo, una cosa sobre la que todos deberíamos reflexionar es la noción de que la libertad de expresión será salvada por un autoproclamado Rey de la Libertad de Expresión. Si queremos democratizar la plaza pública en línea, ¿la solución es realmente entregar el control de una plataforma importante a un solo tipo rico? Bueno, para ser justos, no está solo. El consorcio que ha reunido es un verdadero quién es quién de los amantes de la democracia y de la libertad de expresión. Puedes estar seguro de que nos están cuidando a todos, independientemente de nuestras afiliaciones políticas. ¡Solo quieren un libre intercambio de ideas!
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