The heart was made to be broken
Oscar Wilde
¿Cómo se vive un duelo amoroso? ¿Cómo se procesa el desamor? ¿Cuál es la relación que llevamos con quienes que nos acompañaron amorosamente y que ya no lo hacen, ya sea porque nosotros decidimos terminar o porque fue la otra persona la que ya no quiso más? Shakira nos ha regalado canciones que son fragmentos de un discurso amoroso, apasionadas, encendidas por la novedad de un nuevo amante o nostálgicas, que añoran al viejo amor. La letra de Antología, por ejemplo, agradece a quien le “enseñó a decir mentiras piadosas”, a quien le enseñó a amar. Es la letra de la joven que vivió el primer amor y que a la distancia lo agradece como experiencia vital. ¿Quién no ha cantado esta canción en un semáforo?, ¿quién no la ha entonado a todo pulmón en el karaoke?, ¿quién no ha llorado con esas letras en el metro? Es que las letras de Shakira nos han llegado al fondo del corazón, las de la mujer que se inspiraba en poemas de Mario Benedetti, la que movía las caderas con frases árabes y recordaba “unos ojos así”. En fin, la Shakira que demostró ser una de las mayores compositoras de la lengua. Un verdadero delirio.
Te puede interesar:
Casi 30 años después de “Pies Descalzos”, Shakira es una megaestrella global. Tuvo un exitosísimo crossover a inicios de siglo. Ya protagonizó el codiciado espectáculo de medio tiempo en el Super Bowl. Ha ganado todos los premios, mantenido una amistad con García Márquez, cantado en una Cumbre de las Américas, interpretado la canción oficial de un Mundial, donde se vinculó con el mundo del fútbol y a Piqué. El poder de Shakira es tal que es indudablemente la reina del pop en español, la Madonna latina. No tiene un disco completo desde 2017, pero ha hecho lo que la industria de la música y el imperio de lo efímero de las redes han impuesto al mercado: colaboraciones, sencillos y éxitos para los Centennials. En enero pasado, Shakira rompió récords de Spotify al lanzar una colaboración con el DJ Bizarrap que se colocó como la canción más escuchada en esa plataforma en un solo día con más de 14 millones de reproducciones y con un video. Shakira es una máquina de éxitos, pero ella ya no llora, ella factura.
Y es aquí donde me centro ahora. Shakira tiene el corazón roto, una vez más, y se lo hizo saber al mundo con su tiradera. Las letras inspiradas en poesía cambiaron por “mastique y trague, trague y mastique”. La compositora romántica del desamor de la generación X y Millenial ahora es la estrella viral para los Centennials y sus videos de TikTok. Shakira está molesta, vive la etapa del duelo en la que lo único que busca es freír al ser amado que la traicionó. Y por eso le pide a su ex que “ejercite también el cerebro” y por eso lo compara con un Casio, en lugar de un Rólex y por eso le tira también a Clara, la que tiene nombre de persona buena. La conversación que esto generó en redes fue injusta con la cantante colombiana. Algunas feministas la acusaron de falta de sororidad, pero realmente ¿todas las mujeres tendrían que ser amigas o hermanas? Una amiga feminista me dice que eso es mujerismo, no feminismo. La cultura heteropatriarcal también juzgó a Shakira por ¡no pensar en sus hijos! al tirarle al padre de éstos, pero al futbolista nadie le cuestionó el violar cualquier acuerdo que haya tenido con su ex esposa. Shakira puso al mundo a juzgarla, a considerar el amor romántico y sus límites, la infidelidad y la crianza. Y al mismo tiempo produjo un hitazo, altamente pegajoso, con retos en TikTok y hasta videos de perritos que cantan la sesión 53 con Bizarrap. Una vez más, Shakira está en control y solo anticipó la expectativa del lanzamiento de su disco.
El paso del tiempo es inclemente, pero lo es más con las mujeres y todavía más con las mujeres públicas. A sus 46 años, Shakira sigue siendo una diosa. La misma sonrisa con la que la conocimos en los 90 persiste en un cuerpo más trabajado y compacto. Su música sigue igual de potente, pero yo siento nostalgia por las letras con las que la conocí. Será el efecto global del reggaetón, del tiradero y de Bad Bunny.
Recientemente cumplí 21 años en una relación amorosa con el “Señor X”, así que ha pasado demasiado tiempo y no sé cómo se lidia con una primera cita o con el dolor de perder al ser amado. Escucho la sesión con Bizarrap, entiendo la rabia de Shakira, pero a mí en lo personal me llama más la coreografía y la música de “Te Felicito” y seguiré amando a la mujer que presa en una jaula canta a la libertad e inspira a la diversidad con “Loba”. Extraño a la Shakira que llora y nos hace llorar, pero celebro a la Shakira que factura.
Sigue leyendo:
Genaro Lozano en Esquire: El 2023
De Separatismos Feministas
