Antes de que el calor nos derrita en la Ciudad de México, es hora de preparar todas las bebidas que nos ayuden a refrescarnos aunque sea por unos instantes. Y para los amantes de las micheladas que buscan innovar en estas ola de calor, tenemos el complemento perfecto: el clamato.
Origen de la Michelada
La michelada es una bebida mexicana refrescante y con historia. Su origen se remonta a la década de 1940 en México, específicamente en el restaurante Club Deportivo Potosino, ubicado en la ciudad de San Luis Potosí. Se cuenta que un cliente, al pedir una cerveza, pidió que le añadieran limón, sal y hielo, creando así una mezcla única y deliciosa que se convirtió en un éxito instantáneo.
Consejos para preparar Micheladas con Clamato
- Procura servir tu michelada en un tarro de cristal frío previamente guardado en el congelador por unos 30 minutos.
- Acompaña tu michelada de clamato con ramitas de apio para decorar.
- Evita que los hielos diluyan el concentrado del clamato con la michelada haciendo pequeños cubos de hielo de clamato.
- Experimenta con el escarchado utilizando chile en polvo, chamoy y polvo de sabores.
Ingredientes (para 2 personas)
- 1 taza de jugo de tomate natural o saborizado
- 2 limones
- 1 cucharada de salsa inglesa
- 1 cucharadita de salsa Valentina
- 1 rama de apio
- Chile piquín molido al gusto
- Sal al gusto
- 1 a 2 cucharadas de salsa de soya
Instrucciones
- Mezcla en un plato extendido el chile piquín y la sal. Escarcha tu tarro con jugo de limón y colócalo boca abajo sobre la sal y el chile piquín para escarchar con los elementos secos.
- Vierte las salsas al tarro, el jugo de limón, el jugo de tomate y finalmente la cerveza de tu preferencia. Decora con una rama de apio y ¡listo para disfrutar!