“Cargarte de energía” te puede parecer muy hippie, pero la realidad es que dicha filosofía es un pilar del turismo wellness que sigue al alza después de tres años de la pandemia de Covid-19. Este 21 de marzo, el mejor plan -sobre todo si tu novia/esposa/situationship es devota de la manifestación y de los cristales- será ir a Tepoztlán, pueblo mágico ya muy famoso por su misticismo. Si bien se espera que subas el Tepozteco -la actividad perfecta para demostrar tu excelente condición física-, puedes optar por admirarlo desde un camastro de la alberca del que considero el hotel boutique más lujoso del destino: Amomoxtli .
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La espectacular vista
Además de la abundante naturaleza que presume Amomoxtli; árboles centenarios, un estanque con peces, espaciosas áreas verdes, así como una variedad de jardines y flores propios de la región, la vista del valle que ofrece es la que se gana una ovación de pie. Como ya lo mencioné, podrás apreciar su majestuosidad ya sea desde la terraza del restaurante, la zona de la alberca o desde el jardín principal donde se imparten las clases de yoga. Incluso, una de las habitaciones bautizada como la Torre, cuenta con un exclusivo balcón que permite a sus huéspedes acercarse un poquito más al cielo de Tepoz.
La cocina
Como vegana/plant-based fui la más feliz porque no tuve que “veganizar” muchos de los platillos existentes en el menú sino que existen opciones ejecutadas magistralmente por el chef de Mesa de Origen, Jesús Isaac Soto. Querido Jesús, si estás leyendo esto, te agradezco por las deliciosas propuestas que tuve oportunidad de probar… y de pedir doble, como la Tlalqueteada de plátano macho con puré de lentejas y mole de cacao, los Taquitos de Jamaica con chiles secos y cacahuate tipo pastor, así como los Tallarines en salsa de tomate deshidratado con aceitunas negras y albahaca. Esos tres ejercieron en mí una atracción bárbara y me confirmaron que todavía existe la magia.
Las experiencias
Más allá de las clases de yoga y meditación, este retiro con toques esotéricos incluye la enseñanza de tradiciones e historia para nutrir a tu acervo cultural. Durante mi visita, me tocó aprender sobre la magia de los instrumentos y sonidos ancestrales, para después ser testigo de una pequeña demostración a cargo del staff de Amomoxtli. Entre otras actividades destacan la Ceremonia del cacao así como Descubriendo los poderes del cuarzo, pero si tu estilo es más de ponerse manos a la obra, te gustarán los talleres Haciendo pan de feria y Preparando Kombucha.
El colmo de la relajación
Los beneficios del baño de temazcal tanto terapéuticos como espirituales procuran la purificación y sanación. Si acostumbras entrar al sauna o vapor después de entrenar, vas a disfrutarlo sin problemas de una manera distinta. Puede que sudar no sea lo tuyo, así que el desbloqueo de energía o vibrar en una frecuencia alta, positiva, lo conseguirás con una limpia energética a cargo de un guía ceremonial. La terapia se lleva a cabo en una cama de masaje mientras disfrutas de aromas herbolarios. Una limpia de otro nivel. En caso de que sufras de contracturas, entonces el ritual de piedras calientes te espera.
No importa que seas un escéptico marca diablo, ¿qué tienes que perder? Absolutamente nada. ¿Qué ganas? Ya viste que MUCHO. Y lo mejor es que la tranquilidad de Amomoxtli se respira en todo momento, en gran parte porque no acepta a menores de 13 años. Nadie quiere desconectarse del caos y encontrarse con gritos, llantos ni berrinches, ¿cierto? Por supuesto que también se vale echarte cual lagartija en la alberca y refrescarte con el coctelito de la casa a base de mezcal. Te mereces esta escapada de lujo en su máximo esplendor. Oh, olvidé decir que te llevan café y pan calientito en una canasta hasta la puerta de tu habitación cada mañana.
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