¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por una botella de un gran whisky? En 2019, un experto pagó la impresionante suma de 1,5 millones de libras en Sotheby’s por una botella de The Macallan Fine & Rare, destilada en 1926 y embotellada 60 años después, lo que la convirtió en la botella de vino y licor más valiosa del mundo jamás vendida en una subasta, superando, dicho sea de paso, a una de sus botellas «hermanas», procedente de la misma barrica.
Se trata de una historia extraordinaria sobre un whisky extraordinario que llega a nosotros en forma de cortometraje. The Spirit of 1926 relata un momento crucial en la historia de la destilería The Macallan, que a día de hoy sigue elaborando el whisky más exquisito en su sede de Speyside, al contarnos cómo Janet Harbinson, conocida como «Nettie», tomó las riendas de The Macallan un siglo después de su fundación y cómo gracias a su pasión, determinación y amor, hizo posible que el delicioso whisky que disfrutamos hoy se produjese de forma continuada.
La película, de 8 minutos de duración, sigue la vida de Harbinson desde que trabajaba con su marido, Alexander Reid, director general de The Macallan, y la acompaña tras su repentina muerte, momento en el que ella se ve obligada a tomar una decisión: renunciar a la amada destilería de su marido o armarse de valor para seguir adelante ella sola.
Aunque el abogado de Harbinson le aconseja que sea prudente y le extiende un cheque para comprar la empresa licorera y poner a un hombre en su puesto, ella sabe que las cosas que de verdad merecen la pena rara vez resultan fáciles y, aferrada a la convicción de que su lugar está en la destilería, rechaza la propuesta y ella misma se hace cargo del negocio. «Nunca es tarde para ser lo que podrías haber sido», le dice Harbinson a su amiga Gertie.
Según el director del cortometraje, Mike Newell, es esa «valentía ante la pena» lo que hace que Harbinson y su historia sean tan convincentes. Es capaz de encontrar la motivación para volcarse en la creación de The Macallan, que se convertirá en el whisky más preciado y codiciado del mundo, sin dejar de pensar en su marido.
Al igual que el propio whisky The Macallan, The Spirit of 1926 es un producto con unos ingredientes particularmente escoceses. El guionista Allan Scott, cocreador y escritor del gran éxito de Netflix Gambito de dama y del clásico de terror Amenaza en la sombra, era la única opción para el guion de The Spirit of 1926, pues Harbinson era su tía abuela. «Ella visitaba a la gente de la comunidad, la cuidaba, la ayudaba; siempre estaba pendiente de si había algo que podía hacer», nos cuenta. «Era ese tipo de persona».
Desde luego, su historia merecía ser contada: «La idea de una mujer que quiere formar parte del mundo de los negocios y su determinación conforman un gran mensaje hoy en día».
Para representar el mundo de Harbinson, Scott y su equipo reunieron a los mejores creativos escoceses de todos los sectores del arte. Simple Minds ha creado una banda sonora a la altura de la vida de Harbinson, conmovedora, pero poderosa, y que evoca el hermoso paisaje en el que se desarrolla la película. En palabras de Jim Kerr, cantante de Simple Minds, «nos pareció una película con alma y corazón, con un paisaje precioso y, obviamente, nos tocó la fibra sensible por el hecho de ser escoceses. Pero, al final, se trata de una marca increíble, por supuesto».
Recrear la Escocia de los años 20 exigía ser muy meticuloso, además de contar con un precioso Bentley vintage que recorriera la campiña de Speyside. Esa riqueza de detalles se traslada también al vestuario de Emily Mortimer, que interpreta a Harbinson, y al del resto del reparto. Las prendas del célebre diseñador escocés Christopher Kane, que ha hecho de la fusión entre tradición e innovación su carrera, combinan el clásico tweed con piezas de su propia colección, más contemporánea. Y era ese hilo de la historia de The Macallan lo que le resultaba atractivo. «Me sentí intrigado nada más conocer la historia de Nettie», confiesa. «Era una persona muy adelantada a su tiempo».
Por supuesto, el atractivo de The Macallan traspasa la frontera de Escocia, así que colaboradores procedentes de todo el Reino Unido se han sentido también inspirados por Harbinson: Sir Jonathan Pryce presta su voz a la narración y Emily Mortimer asume el papel protagonista. Para ella, The Spirit of 1926 es un himno a una mujer que encontró su vocación en mantener viva la obra de su difunto marido y que aportó además algo al mundo en ese proceso. «Se trata de mantener vivo el recuerdo de alguien a quien amas de verdad», afirma.
Por su parte, Newell, que ha dirigido algunas de las mejores películas británicas de los últimos 30 años, como Cuatro bodas y un funeral, Donnie Brasco o La sonrisa de Mona Lisa, aporta su propio toque singular y cálido.
«Nettie era valiente y muy libre en sus emociones», afirma. «Toda la historia trata de eso. Por eso hace lo que hace en cada momento. Lo que hacía lo hacía bien y nunca se rindió, y eso se convirtió en parte del ADN de la empresa».
Según Newell, fue su pasión por la excelencia, la misma que inspira hoy en día el whisky The Macallan, lo que le fascinó como cineasta. Mortimer, a su vez, se sintió atraída por esa atención a los detalles y ese espíritu comunitario que Harbinson se aseguró de que formaran parte de la marca The Macallan.
«Hay algunas personas que se toman muy en serio lo que hacen y se preocupan no sólo por el producto que elaboran, sino también por la gente que trabaja para ellos y por lo que aportan al mundo», explica. «Hay algo en ese whisky, el que se elaboró bajo su supervisión en 1926, que simboliza el corazón de la empresa y lo que era el whisky The Macallan».
Lo que en 1926 parecía que iba a ser el final de The Macallan, se convirtió en un nuevo capítulo del relato y sigue siendo el momento que define la historia moderna de la marca.