La propuesta gastronómica de Pardela es la más sofisticada de Grupo Palmares (Terraza Cha Cha Chá, Palmares Azotea, Suuwaii), pues hace gala del talento y técnica del Chef Jorge Guerra. Su menú está dividido en dos momentos: platos pequeños y platos grandes, invitando a los comensales a disfrutar una experiencia más libre, alejada del clásico menú de tiempos.
La propuesta de Pardela hace alusión a su nombre, el ave que sobrevuela y migra de territorio a territorio, así mismo, Pardela conjuga una serie de platos con influencia de las principales capitales del mundo. Si bien no se presenta como cocina internacional, es cierto que lo principal dentro de la propuesta del Chef Jorge Guerra es el producto y la técnica. Guerra hace uso de su talento para hacer de la cocina de Pardela una experiencia memorable. Entre los platos chicos encontramos Babaganush de berenjena tatemada y Za ́atar acompañado de pan Na ́an, Atún aleta azul con limón amarillo, habanero, alcaparras y aceite de oliva. Steak tartar, filete de res de raza Black Ángus, cortado a cuchillo y condimentado con mostaza en grano y ajo negro hecho en casa, servido sobre pan Brioche y terminado con queso Parmesano. Mejillones a la braza, sazonados con salsa XO, acompañado de pan Brioche, entre algunos más.
Pardela, propuesta ingeniosa
Los platos grandes incluyen Cuello de cordero cocinado lentamente por diez horas, acompañado de arroz salvaje y pan Pita cocinado en horno de piedra. Se puede pedir individual o familiar para compartir. Steak Frites, con salsa de pimienta y papa fritas. Pesca del día que cambia conforme lo que nos da el mar. En ocasiones tenemos Rockot, otra veces Pargo o Róbalo. Esta temporada lo servimos con una ensalada de bulbo de hinojo, eneldo, salsa Beurre Blanc y coronamos con ikura fresca. Para cerrar, podemos encontrar postres que cambian dependiendo de la temporada, por ahora lo comensales podrán disfrutar dos: Tarta de queso azul con compota de clementinas y Dona beignet rellena de crema de pistache, compota de frambuesa y glaseado de chocolate.
La experiencia Pardela está diseñada para acompañarse con vino. La curaduría de la carta de vino, a cargo de Rodrigo Vélez, director de bebidas de Grupo Palmares; abarca propuestas nacionales e internacionales que se alejan de las típicas bodegas o regiones, dando paso a una selección más cuidada, que da espacio a la expresión de cada vinicultor. La propuesta es tener un rango de precios acotado que ayude al comensal a elegir un vino por sus características más que por su precio. Una carta concisa que marida a la perfección con los platos chicos y grandes de la carta. El interiorismo es, sin duda, uno de los grandes atractivos de Pardela. Con una sensación de Bistro pero con manteles blancos y un mural que cuenta la historia de la pardela en el restaurante, de la autoría de la ilustradora Marina Silva; Pardela es un espacio sin igual en Polanco. Sin duda, Pardela significa la llegada de un nuevo clásico a Polanquito.
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Para platos chicos, pide el hummus taboule, hierbabuena, aceituna Kalamata, endivias, vinagreta de Ras el Honout y granada. La combinación de sabores es simplemente espectacular. Para platos grandes, el cuello de cordero en Tagine es delicioso, perfecto para disfrutarlo en compañía. Marídalo con una copa de vino tinto Ultraviolet, cabernet sauvignon, originario de Napa. El trago: Strawberry Milk Punch, fuera de lo común, sabores que contrastan con la comida, no hace más que aportar a la experiencia. El postre: Todos se ven buenísimos, pero los profiteroles, rellenos de crema de café con amaretto y gran marnier, tienen un lugar especial en nuestro corazón. Dónde: Emilio Castelar 44, Polanco. Haz tu reservación aquí.
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