Hasta mayo de este año, solo 28 países en el mundo contaban con mujeres como jefas de Estado o de Gobierno. En América Latina, el número de presidentas asciende a 13. Con la reciente elección de Claudia Sheinbaum en México el 2 de junio, ese número crece a 14. Este evento no solo es significativo para México, que por primera vez será gobernado por una mujer, sino que también refuerza el creciente liderazgo femenino en la política latinoamericana.
Claudia Sheinbaum y las poderosas mujeres presidentas de América Latina
A pesar de que los cargos ejecutivos en América Latina siguen siendo predominantemente ocupados por hombres, el número de países que han tenido presidentas es mayor que aquellos que no las han tenido. La llegada de Xiomara Castro a la presidencia de Honduras en 2021 y de Dina Boluarte a la presidencia de Perú en 2022, ha ampliado esta lista histórica.
Un recorrido por las Presidentas de América Latina
Argentina
La primera presidenta de un país latinoamericano fue María Estela Martínez de Perón, conocida como Isabelita, quien asumió la presidencia de Argentina en 1974 tras la muerte de su esposo, Juan Domingo Perón. Su mandato terminó en 1976 con un golpe de estado. Décadas más tarde, en 2007, Cristina Fernández de Kirchner se convirtió en presidenta de Argentina, sucediendo a su esposo Néstor Kirchner. Fernández fue reelegida en 2011 y gobernó hasta 2015.
Nicaragua
En 1990, Violeta Barrios de Chamorro se convirtió en la primera mujer en ser elegida directamente como presidenta en América Latina. Representando a una coalición opositora, UNO, derrotó al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en las elecciones de Nicaragua.
Panamá
Mireya Moscoso, en 1999, se convirtió en la primera mujer presidenta de Panamá, venciendo a Martín Torrijos, hijo del exdictador Omar Torrijos.
Chile
Michelle Bachelet obtuvo la presidencia de Chile en dos ocasiones, en 2006 y 2014, con un intervalo de gobierno de Sebastián Piñera entre sus mandatos.
Costa Rica
Laura Chinchilla fue elegida presidenta de Costa Rica en 2010, gobernando hasta 2014.
Brasil
Dilma Rousseff fue la primera mujer en liderar Brasil, siendo elegida en 2011. Su mandato se vio interrumpido por un proceso de destitución en 2016.
Honduras
En 2021, Xiomara Castro fue elegida presidenta de Honduras, asumiendo el cargo en enero de 2022.
Presidentas que asumieron el cargo por destituciones o transiciones
Argentina
El caso de Estela Martínez de Perón no es único. Rosalía Arteaga en Ecuador, Lidia Gueiler Tejada y Jeanine Áñez en Bolivia, Dina Boluarte en Perú, y Ertha Pascal-Trouillot en Haití, son ejemplos de mujeres que asumieron la presidencia en situaciones de crisis o transiciones.
Ecuador
Rosalía Arteaga fue presidenta interina de Ecuador en 1997 tras la destitución del presidente Abdalá Bucaram.
Bolivia
Lidia Gueiler Tejada se convirtió en presidenta de Bolivia en 1979 después de la destitución del general Alberto Natusch. Jeanine Áñez asumió el cargo en 2019 tras la renuncia de Evo Morales.
Haití
Ertha Pascal-Trouillot fue presidenta interina de Haití en 1991, la primera mujer afrodescendiente en ocupar una presidencia en América Latina.
La importancia del liderazgo femenino
La elección de Claudia Sheinbaum marca un nuevo capítulo en la historia de México y América Latina. Su victoria es un recordatorio del creciente papel de las mujeres en la política y la necesidad de continuar promoviendo la igualdad de género en todos los ámbitos. La presencia de mujeres en las más altas esferas del poder no solo inspira a futuras generaciones, sino que también subraya la capacidad y el potencial de las mujeres para liderar naciones y afrontar los desafíos más complejos.
El ascenso de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México es un hito histórico que se une a la rica historia de liderazgo femenino en América Latina. A medida que más mujeres asumen roles de liderazgo, la región avanza hacia una representación más equitativa y una sociedad más inclusiva. La historia de las mujeres presidentas en América Latina es un testimonio de su resiliencia, capacidad y determinación para cambiar el curso de sus naciones.