Investigadores del Reino Unido y Estados Unidos descubrieron que la radiación de los agujeros negros puede ayudar a la vida.
Los agujeros negros supermasivos definitivamente no nos hacen pensar en la vida, pues son verdaderos depredadores cósmicos. Sin embargo, en un sorprendente estudio publicado recientemente en The Astrophysical Journal, investigadores de Dartmouth (Estados Unidos) y de la Universidad de Exeter (Reino Unido) demuestran que la radiación de estos objetos puede tener un efecto paradójicamente beneficioso para la vida.
El núcleo galáctico activo, justo donde yacen los agujeros negros supermasivos, emitiría radiación de alta energía por toda la galaxia. Esto es lo que nos hace ver el trabajo de investigación, que además figura como el primero en medir, mediante simulaciones por ordenador, cómo la radiación ultravioleta de esas regiones galácticas puede transformar la atmósfera de un planeta para ayudar o dificultar la vida.
Del caos al orden
Por otra parte, los investigadores descubrieron que los beneficios, o perjuicios, dependen de la proximidad del planeta a la fuente de radiación y de si la vida ya se ha afianzado.
Esto, sin duda, nos pone a pensar si en algún otro rincón del Universo, lejos de acabar con la vida, en realidad el influjo de los agujeros negros hizo que esta prospera y evolucionara.