La fotografía como arte evoluciona constantemente, pero en el caso de las monarquías, lo tradicional suele imponerse. Sin embargo, el Banco de España ha marcado un hito al encargar los retratos oficiales del rey Felipe VI y la reina Letizia a la fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz, conocida por su enfoque innovador y estética cinematográfica. Por primera vez, los monarcas españoles son retratados con una cámara y no con pinceles, dejando atrás los lienzos al óleo que han dominado la representación regia durante siglos.
Los retraros reales de los reyes de España
Este proyecto, que costó 137,000 euros por los retratos de los reyes y 97,000 euros adicionales por el del exgobernador Pablo Hernández de Cos, representa una fusión de lo moderno con lo tradicional. Las imágenes, impresas en lienzo de poliéster con tintas de secado UV en un estudio neoyorquino, son las más grandes que Leibovitz ha producido en su carrera, con dimensiones de 223,52 x 170,18 cm cada una.
El 7 de febrero de 2023, en el Salón Gasparini del Palacio Real de Madrid, Annie Leibovitz tuvo la oportunidad de plasmar su visión artística. Este espacio, cargado de simbolismo histórico, fue elegido en referencia a Carlos III, quien recibía allí a los consejeros del Banco de San Carlos, antecesor del Banco de España. El trabajo requirió seis meses de preparación por parte de un equipo especializado que viajó a Madrid para coordinar detalles logísticos y buscar la atmósfera ideal.
Aunque la fotógrafa es famosa por sus retratos icónicos de figuras como Isabel II, el Papa Francisco y estrellas de Hollywood, en esta ocasión buscó respetar la tradición española de retratos regios, evocando la grandeza de maestros como Velázquez y Goya. A pesar de este guiño al pasado, Leibovitz no abandonó su estilo único, caracterizado por una estética cinematográfica y un aire teatral que dota a las imágenes de un impacto visual extraordinario.
El rey Felipe VI: Elegancia militar y solemnidad
El retrato de Felipe VI refleja la dignidad y autoridad de un monarca. Vestido con el uniforme de gala de Capitán General del Ejército de Tierra, el rey luce la banda azul de Carlos III, el toisón de oro y otras condecoraciones militares que refuerzan su rol como jefe supremo de los tres ejércitos. A su lado, un reloj dieciochesco llamado El pastor descansa sobre la chimenea, en lo que podría interpretarse como una alegoría del buen gobierno.
La composición se complementa con un espejo que amplía la perspectiva de la escena, enmarcada por los ornamentos clásicos del Palacio Real. Este detalle, junto con la iluminación natural que entra por una ventana cercana, contribuye a la solemnidad de la imagen.
La reina Letizia: Moda española con toques modernos
Por su parte, la reina Letizia irradia sofisticación y un estilo audaz. Para la ocasión, optó por un vestido negro palabra de honor acompañado de un chal rojo de seda, piezas exclusivas del legendario modisto español Cristóbal Balenciaga. Estas prendas forman parte de la colección custodiada por la Fundación Antoni de Montpalau, que preserva el legado de alta costura en España.
Letizia completó su look con un collar y unos pendientes de chatones que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia, un recordatorio de la continuidad histórica de la monarquía. Aunque inicialmente se barajó la posibilidad de retratarla con una diadema para resaltar su condición de reina, se optó por un enfoque más desenfadado que priorizara la naturalidad. En la fotografía, la reina lleva el cabello suelto, un gesto inusual en este tipo de retratos formales, pero que añade modernidad a la composición.
Un balance perfecto entre tradición y modernidad
Aunque los retratos de los reyes se presentan en lienzos individuales, al colocarlos juntos se puede apreciar la cohesión entre ambos. Las dimensiones iguales de las imágenes y la armonía de los colores elegidos en los atuendos logran un equilibrio visual. El rojo del chal de Letizia y el azul de la banda de Carlos III en Felipe VI se complementan, creando una narrativa cromática que conecta a ambos retratos.
Leibovitz utilizó la luz natural del Palacio Real para darle un aire etéreo a las fotografías, algo que contrasta con su inclinación habitual hacia los retoques digitales y los efectos de estudio. Este enfoque le permitió capturar la esencia de los reyes de España en un entorno que respira historia y majestuosidad.
Estos retratos no solo representan un avance en la forma en que se inmortaliza a los monarcas, sino que también subrayan el cambio generacional en la Casa Real. Los reyes Felipe y Letizia han demostrado estar abiertos a innovaciones que respetan el legado histórico mientras adoptan enfoques contemporáneos.
Además, estas imágenes estarán disponibles para el público dentro de la exposición La tiranía de Cronos, que se exhibe en el Banco de España. Esto marca un nuevo capítulo en la relación entre el arte y la monarquía, permitiendo que los ciudadanos aprecien de cerca el trabajo de Leibovitz, una artista cuyo talento ha redefinido el retrato como una forma de expresión cultural.
¿Por qué Leibovitz fue la elegida?
Annie Leibovitz, con más de cinco décadas de experiencia, es conocida por su habilidad para capturar la personalidad de sus sujetos con una profundidad y sensibilidad únicas. Su enfoque en estos retratos regios demuestra su versatilidad y compromiso con la excelencia artística. La decisión de contratar a Leibovitz no solo refuerza la proyección internacional de la Casa Real española, sino que también refleja un deseo de adaptarse a los tiempos modernos sin sacrificar la tradición.
Esta colaboración marca una nueva era en la forma de retratar a los monarcas, demostrando que el arte contemporáneo y la historia pueden coexistir en perfecta armonía. Sin duda, estas obras serán recordadas como una referencia icónica en la evolución del retrato real.