Zecharia Sitchin publicó en el año 1976 un libro titulado El duodécimo planeta. En sus páginas se hablaba de la traducción de antiguos textos sumerios que revelaban la supuesta existencia de Nibiru, un planeta más allá de Neptuno, que orbita alrededor del sol cada 3.600 años.
La lectura de este libro desató la imaginación de diversas personas que hablaban que el planeta Nibiru sería el responsable de la destrucción del planeta tierra. Uno de estos casos fue el de la psíquica Nancy Lieder, quien afirmó que una raza extraterrestre le reveló que Nibiru chocaría con la Tierra en 2003. Cuando eso no ocurrió, Lieder cambió la fecha al año 2012. Incluso se vinculó la historia de este extraño planeta con las supuestas profecías mayas y su calendario.
Cuando el cometa Elenin pasó cerca de nuestro planeta en 2011, muchos temieron que se tratara del misterioso planeta, a pesar de que los planetas y los cometas lucen muy diferentes entre sí al telescopio. El cometa se acercó demasiado al Sol y estalló en pedazos.
Conforme se acercaba el año 2012, diversos creyentes de la existencia de este planeta comenzaron a relacionar a Nibiru con la NASA. Debido a ello, los responsables de la agencia espacial emitieron un comunicado en el que afirmaban que ningún gran planeta venía a destruir la Tierra en 2012. Es más: dieron información oficial y científica para desmentir de una vez esta teoría de la conspiración.
Nibiru: sólo un mito sin fundamento
Un planeta con una órbita que tardara 3.600 años en desplazarse alrededor del Sol crearía inestabilidades dentro del sistema solar. Los científicos dicen que con tan solo unos pocos viajes realizados, la gravedad de Nibiru habría perturbado a los demás planetas, cuyas fuerzas gravitatorias habrían cambiado significativamente su órbita.
Por otro lado, un planeta que fuera a impactar contra la Tierra debería observarse a simple vista. Brillaría más que las estrellas más débiles vistas desde una ciudad, y sería casi tan brillante como Marte. Sin embargo ningún astrónomo detectó jamás la presencia de este objeto.
David Morrison es uno de los científicos de la NASA que más crítico fue respecto a la leyenda del planeta Nibiru. En 2011 llegó a asegurar que recibía hasta cinco e-mails diarios de personas preguntando por este tema.
Morrison definió como “absurdas” algunas teorías que aseguraban que Nibiru estaba escondido detrás del sol, o que sólo era visible desde el Polo Sur.