La buena noticia es que “nunca es tarde” (por más trillada que suene la frase) y aquí te dejamos algunos ejemplos que lo demuestran. Esperamos que te ayuden a calmar un poco esa ansiedad detonada por sentir que no vas a ningún lado
Nunca es tarde para brillar: Lecciones de grandes logros después de los 30 años
J.R.R. Tolkien y el Señor de los Anillos
Todos sabemos mucho o poco sobre “El Señor de los Anillos”. Desde los que leyeron los libros hasta los que seguimos viendo las películas dirigidas por Peter Jackson de vez en cuando. El autor de estas obras, J.R.R Tolkien tenía 22 años cuando comenzó su servicio en la Primera Guerra Mundial, en 1915. Sin embargo, no fue sino hasta sus 45 años de edad cuando comenzó a escribir El Señor de los Anillos, en 1937 (como en el caso de muchos otros autores, la guerra influyó fuertemente en sus obras).
Stan Lee
Todos los que somos fans de Marvel y superhéroes como Spider-Man o los X-Men, ubicamos quién es Stan Lee, el co-creador de estos y más personajes que marcaron nuestra infancia. Pues es bueno que sepas que muchas de sus creaciones como “Spider-Man”, “Los Cuatro Fantástico”, “Iron Man”, entre otros, saltaron a la fama cuando Stan Lee ya tenía alrededor de 40 años (Cabe destacar que empezó su carrera en el mundo del cómic a los 17 años).
Winston Churchill
Aprovecho este personaje para recomendar la película con la que Gary Oldman se llevó el Óscar a mejor actor: “Darkest Hour” de Joe Wright.
Ahora bien, con Churchill me gustaría destacar dos cosas: primero, que a sus 40 años sufrió una de las derrotas más significativas en la Primera Guerra Mundial; la campaña de Galípoli (1915 – 1916) en la que fallecieron más de 250 mil soldados ingleses y franceses. Muchos responsabilizaron a Churchill por la mala planificación de dicha campaña. No obstante, en plena Segunda Guerra Mundial y a sus 65 años de edad, Churchill, como primer ministro, se convirtió en un símbolo para Inglaterra y el mundo. Su liderazgo, discursos inspiradores y firmeza ante la expansión del nazismo, lograron que su nombre continúe trascendiendo con el paso de los años.
Y así nos podemos seguir con muchos otros ejemplos: Truman Capote publicó su obra maestra; In Cold Blood hasta los 42 años, Nelson Mandela fue elegido presidente de Sudáfrica a los 75 años (1994), después de haber pasado 27 años en prisión y actores como Samuel L. Jackson o Morgan Freeman alcanzaron la fama hasta después de sus 40 años.
Así que cada vez que sientas que la vida se te va de las manos, relájate, aún hay tiempo para cumplir tus sueños (si es que aún no lo logras).