El ocho de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, una fecha dedicada a conmemorar la lucha de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos. Sin embargo, a pesar de la importancia de esta fecha, algunas personas han llegado a felicitar a las mujeres en este día, pensando que es una jornada de celebración.
8M: Por qué no se debe felicitar a las mujeres el Día Internacional de la Mujer
La intención de felicitar a las mujeres puede ser buena, pero al hacerlo se corre el riesgo de invisibilizar la lucha histórica y continua de las mujeres por la igualdad de género. El Día Internacional de la Mujer no es un día de fiesta, sino un día de conmemoración y reflexión sobre los avances y desafíos que aún enfrentan las mujeres en todo el mundo.
El colectivo feminista Marea Verde ha destacado que el 8 de marzo no se trata de felicitar a las mujeres, sino de conmemorar su lucha por la igualdad de género. Aunque algunas personas argumentan que felicitar a las mujeres en este día es una forma de reconocer su valía y contribución a la sociedad, las feministas señalan que la verdadera igualdad de género va más allá de una felicitación, requiere un compromiso continuo con la justicia y los derechos humanos.
Es importante recordar que el Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en la lucha obrera y feminista del siglo XIX. En este sentido, la fecha se remonta a eventos como la huelga de mujeres trabajadoras textiles en Nueva York en 1857 y la marcha de mujeres por sus derechos en la misma ciudad en 1908. Estos eventos marcaron el inicio de la lucha por los derechos de las mujeres y sentaron las bases para la celebración del Día Internacional de la Mujer.
Los hombres como se pueden sumar
En el marco del Día Internacional de la Mujer, es importante reflexionar sobre cómo podemos contribuir al empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género. Como hombres, podemos tomar conciencia de los privilegios que tenemos y apoyar activamente la lucha de las mujeres por sus derechos. Escuchar más, criticar menos, reflexionar sobre el mensaje central de la lucha feminista y romper el silencio cómplice ante conductas machistas son algunas acciones que podemos llevar a cabo en lo personal.
Además, podemos solidarizarnos con las mujeres en la esfera privada, apoyar a nuestras compañeras en el colegio, universidad o trabajo, e involucrarnos en las distintas facetas del cuidado de nuestra familia y del hogar. También es importante tomar contacto con el problema de la violencia machista y reconocer cómo esta cultura nos afecta a todos. Romper el silencio cómplice ante conductas machistas y ampliar nuestros puntos de vista más allá de frases obvias son acciones que pueden marcar la diferencia en la lucha por la igualdad de género.
El 8 de marzo no es un día para felicitar a las mujeres, sino para conmemorar su lucha por la igualdad de género. Es un día para reflexionar sobre los avances y desafíos que aún enfrentan las mujeres en todo el mundo, y para comprometernos a seguir trabajando por un mundo más justo e igualitario para todas y todos.