Carlos Alcaraz, el joven prodigio del tenis español, continúa haciendo historia. Con solo 21 años y 70 días, Alcaraz ha añadido otro impresionante logro a su carrera al retener su título en Wimbledon, apenas 35 días después de su victoria en Roland Garros. Este nuevo triunfo lo coloca en una élite muy exclusiva, donde solo ocho jugadores en la Era Open han logrado tal hazaña, incluyendo leyendas como Rod Laver, John Newcombe, Björn Borg, John McEnroe, Boris Becker, Pete Sampras y Roger Federer. El último en unirse a este selecto grupo fue Novak Djokovic, a quien Alcaraz superó con un marcador de 6-2, 6-2 y 7-6(4) en la final del All England Club.
Carlos Alcaraz retiene la corona de Wimbledon
El camino hacia la victoria no fue fácil para Alcaraz, especialmente en el cierre del partido. Con un 40-0 a su favor, una doble falta y un resto ganador de Djokovic complicaron el desenlace. Incluso, una aficionada gritando “yes” antes de tiempo añadió tensión al momento. Finalmente, el partido se decidió en un emocionante tie-break.
Este triunfo lleva a Alcaraz a una dimensión superior en el tenis mundial. Su rápido ascenso a cuatro títulos de Grand Slam es algo que ningún miembro del ‘Big Three’ (Federer, Nadal, Djokovic) logró tan rápidamente. La Catedral del tenis, Wimbledon, fue testigo del bautismo del nuevo ‘Big One’.
Tranquilidad y estrategia en la cancha
A diferencia del año pasado, Alcaraz mostró una mayor calma en la cancha, aunque la presión interna era evidente. Djokovic, por su parte, no había sido exigido significativamente por sus rivales en el camino a la final, pero sabía que enfrentarse a Alcaraz requeriría un esfuerzo adicional.
El equipo de Alcaraz tuvo que adaptarse a una nueva posición en el banquillo debido al mejor ranking de Djokovic. Sin embargo, el joven español no se dejó intimidar y rápidamente se fabricó cinco opciones de “break” en el primer juego, logrando una rotura crucial a los 14 minutos del inicio.
Guiado por su entrenador Juan Carlos Ferrero, Alcaraz evitó repetir el set inicial de la final del año anterior, donde solo consiguió un juego. Esta vez, marcó territorio rápidamente, haciendo que Djokovic comenzara a resoplar sin encontrar un agujero en el juego del español. Alcaraz se mostró intocable al servicio, llevándose la primera manga sin apenas fisuras y con dos saques robados.
La final se convirtió en un acoso y derribo por parte del número tres mundial. Alcaraz, que parecía un veterano en su cuarta gran final, demostró una vez más su maestría en el juego. Djokovic, por su parte, solo tuvo una opción de “break” en el sexto juego, sin éxito. La audiencia en la cancha central apoyaba mayoritariamente al español, aunque también querían ver más tenis, con entradas que se revendían por hasta 15,000 euros.
Presencia real y leyendas del tenis
La final contó con la presencia de figuras destacadas, incluida Kate Middleton, la princesa de Gales, quien entregó el trofeo a Alcaraz por segundo año consecutivo, recibiendo una ovación por su lucha contra el cáncer. También estuvieron presentes leyendas del tenis como Rod Laver y Andre Agassi, añadiendo más prestigio al evento.
Djokovic, visiblemente frustrado, maldecía su suerte en serbio. Con esta derrota, ya son 13 las finales de Grand Slam que se le escapan, las dos últimas en Wimbledon frente a Alcaraz.
Alcaraz: Un arsenal ilimitado
El guión no cambió en el segundo set. El silencio en la pista permitía apreciar cada toque limpio de la pelota. Alcaraz demostró ser un tenista total, dominando en todos los aspectos del juego: servicio, restos, tiros ganadores, dejadas y voleas, recordando a la mejor versión de Becker y Edberg. Además, ha añadido la capacidad de deslizarse por el césped como si fuera tierra batida.
Djokovic, con más partidos ganados en Wimbledon que en cualquier otro escenario, se resistía a rendirse. Sin embargo, Alcaraz, con una racha impresionante de victorias, se mantenía imparable. A pesar de los esfuerzos del serbio, que contaba con 97 victorias en Wimbledon, incluyendo una racha de 34 sin fallos, el joven español demostró su superioridad.
Resistencia y victoria final
A pesar de la resistencia de Djokovic, quien iba punto a punto y juego a juego, Alcaraz no cedió. La final se decidió en el tie-break, donde el español mostró su fortaleza y determinación. Con este triunfo, Alcaraz no solo retiene su corona en Wimbledon, sino que también reafirma su posición como uno de los grandes del tenis mundial.
Carlos Alcaraz ha demostrado una vez más que su talento y determinación no tienen límites. Con cada torneo, sigue escribiendo su nombre en la historia del tenis, dejando a grandes rivales como Djokovic en un segundo plano. La pregunta ahora es, ¿hasta dónde llegará este joven prodigio? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: Carlos Alcaraz ha llegado para quedarse y seguir conquistando títulos.
