Dicen que las cábalas no ganan partidos. Pero también dicen que las coincidencias no existen. Y cuando la historia se repite con una precisión casi mágica, vale la pena prestarle atención. En 2025, la final de la Champions League volverá a jugarse en Múnich, y eso —aunque no lo parezca— podría ser más que un simple dato geográfico.
¿Por qué? Porque cada vez que la final se ha jugado en Múnich, ha ganado un club que nunca antes había levantado la Orejona. No es chiste, es historia pura.
La ciudad donde nacen los campeones
Hagamos un viaje relámpago por el archivo UEFA. En Múnich se han disputado cuatro finales de la máxima competencia europea:
1979 | Nottingham Forest 1-0 Malmö
El Forest conquistó su primera Copa de Europa en el Estadio Olímpico.
1993 | Olympique de Marsella 1-0 Milan
El Marsella se convirtió en el primer —y único— club francés en ganar la Champions.
1997 | Borussia Dortmund 3-1 Juventus
En el mismo escenario, el Dortmund levantó su primer y único trofeo europeo.
2012 | Chelsea 1-1 (4-3 pen.) Bayern
En el Allianz Arena y contra el dueño de casa, el Chelsea rompió su maldición y ganó por fin la ansiada Champions.
Cuatro finales. Cuatro nuevos campeones. Cuatro historias escritas con tinta dorada en la misma ciudad.
PSG y Arsenal, ¿turno para uno de ustedes?
Ahora, la historia parece estar preparando su próximo capítulo. En semifinales están el Barcelona y el Inter de Milán —viejos conocidos del trofeo— y por la otra llave, París Saint-Germain y Arsenal, los únicos dos equipos en carrera que jamás han ganado la Champions League.
Ambos se enfrentarán por un lugar en la final. Y si la tradición muniquesa sigue en pie, el ganador de esta llave será el nuevo campeón. Porque, claro, siempre que la final se juega en Múnich, hay un nuevo monarca.
¿Coincidencia o profecía?
Es solo un dato, una cábala, una coincidencia cósmica... pero ahí está. Como una señal que parpadea para PSG y Arsenal: “Si llegas a Múnich, puedes hacer historia”.
¿Será el Arsenal, con una plantilla hambrienta y el recuerdo de 2006 aún latente? ¿Será el PSG, buscando por fin redimirse con su generación dorada tras tantas decepciones?
Lo único seguro es que Múnich no perdona la historia. Y cada vez que una final pisa su césped, alguien se convierte en campeón por primera vez. ¿Repetirá el destino su viejo truco en 2025?