Pronto podrás ver ChatGPT en una gran cantidad de sitios y aplicaciones, ya que OpenAI acaba de lanzar las API para integrar el chatbot impulsado por IA GPT-3 en servicios de terceros. Pero la guerra por la IA acaba de comenzar. Y de hecho, con toda probabilidad, lo que veremos en los próximos meses parecerá más un prólogo: la dinámica está destinada a marcar el mundo de la web y digital en general durante la próxima década. En resumen, será largo.
Por: Simone Cosimi
De hecho, muchos grupos, tanto grandes como pequeños, están desarrollando sus propias soluciones basadas en modelos lingüísticos y conversacionales de inteligencia artificial. Algunos están próximos a ser lanzados, otros llegarán más tarde pero precisamente estos movimientos hablan de una tecnología que ha llegado a tal punto de desarrollo que puede rediseñar varios sectores digitales en los próximos años. Por no hablar de los posibles choques sobre las “jerarquías” y las posiciones dominantes entre los gigantes del sector, que deberán proteger su posición, presionados por competidores que simplemente no existían hace unos meses.
Microsoft: ChatGPT dentro Bing
Mucho se sabe ya de Microsoft: ChatGPT está integrado desde hace unas semanas en el nuevo Bing, su buscador. Y también mueve algunas herramientas en el navegador Edge. Además, el gigante de Redmond ha invertido diez mil millones de dólares en OpenAI. Por el momento, las herramientas están abiertas a un pequeño grupo de probadores beta que, sin duda, informan resultados bastante extraños y contradictorios, estresando al chatbot y llevándolo hacia respuestas que supuestamente no debe proporcionar. O al menos, no en ciertos tonos. En resumen, Bing con ChatGPT parece demasiado imaginativo y por eso ya se ha limitado, por ejemplo, a conversaciones compuestas por un máximo de cinco respuestas para un total de 50 preguntas disponibles para cada sesión. Pruébalo aquí.
Google: Bard sigue siendo medio un misterio
Por otro lado, se sabe un poco menos de Google. Salvo algunos errores en la fase de presentación, Bard -la inteligencia artificial que en teoría debería ser la más potente de todas, dado que ChatGPT también se desarrolla a partir de tecnologías de la Gran G como Transformer- sigue siendo una incógnita. Basado en LaMDA, el famoso modelo conversacional que, según algunos de sus desarrolladores (que pronto abandonarán la compañía) sería incluso “sensible”, se utilizará para muchas cosas, sobre todo para mejorar la investigación y el potencial de una serie de servicios en las distintas plataformas de Mountain View. Se sabrá más en “las próximas semanas”, como llevan repitiendo los máximos responsables durante algún tiempo. De momento, muy pocos lo están probando.
Ahora, Meta
Luego está Meta, que no solo proporcionó a ChatGPT una serie de conjuntos de datos para el entrenamiento, sino que también desarrolló su propio “modelo de lenguaje”. Se llama Galactica y parece más orientado a apoyar a científicos e investigadores en estudios de investigación, en cálculos matemáticos, etc. En línea, además, con el compromiso de la Iniciativa Chan-Zuckerberg en el campo científico: la fundación, impulsada por el patrimonio personal de la pareja al frente del Meta, acaba de inaugurar, por ejemplo, un nuevo “biohub”, un centro de investigación en Chicago, dedicado al estudio de la inflamación tisular a través de nanosensores. Galactica ha sido entrenada en “con más de 48 millones de artículos, textos, materiales científicos, información sobre compuestos y proteínas y otras fuentes de conocimiento científico”, sin embargo, en la versión beta pública de noviembre pasado, no causó una gran impresión. Subsanando una serie de críticas de la comunidad y acabando de nuevo en el tintero. Meta también había desarrollado BlenderBot 3 en el pasado, pero incluso esa versión beta pública, que data del verano pasado, no tuvo los efectos deseados: todavía está disponible y parece un proyecto abandonado.
Startups trabajando en IA
Claude, de Anthropic
No solo gigantes tecnológicos o “behemots”. Desde sus inicios, la IA siempre ha sido un territorio de innovación para start-ups de cierta importancia. Muchos siguen apostando por nosotros a pesar de la bajada a cambio de los gigantes. Uno es Anthropic que apuesta por Claude, un chatbot competidor de ChatGPT y que por otro lado ha disfrutado de una reciente y masiva inversión de 300 millones de dólares por parte de Alphabet. Eso es Google. Y de ahí también se pueden entender las “batallas por poderes” que están jugando los grandes grupos del sector, apostando también por alternativas y planes B a sus propios proyectos. Claude debe ser entrenada de una manera que la haga un poco más impermeable a las demandas inapropiadas.
You.com
You.com, aparentemente un buscador enriquecido por un chatbot que parece seguir la estrategia elegida por Microsoft para Bing. Entre otras cosas, fue una de las primeras plataformas en moverse en esta dirección al lanzar YouChat ya en diciembre pasado. Puede responder a varios tipos de solicitudes, escribir resúmenes de artículos, escribir código o ensayos y contenido, y mucho más. También está enriquecido con un generador de imágenes alimentado por los modelos Stable Diffusion 1.5, Stable Diffusion 2.1 y Open Journey, con los que es posible producir una ilustración a partir de una descripción textual. Pruébalo aquí.
El rezagado: China
Volviendo a los gigantes, está Alibaba, el Amazon chino, del que obviamente sabemos muy poco. Excepto que está probando internamente a un competidor de ChatGPT. Pero por temas políticos (léase censura) la vida de la IA en China tendrá un camino complejo y esto es sin duda una ventaja para las economías occidentales. Sin embargo, Baidu, el Google de la República Popular, parece estar listo para ofrecer su propia herramienta, bautizada como Ernie Bot, ya en el transcurso del mes. Nuevamente, este es un bot conversacional con un gemelo que crea imágenes (Ernie ViLG).
Muchas plataformas, integrando herramientas proporcionadas por terceros, están desarrollando servicios cada vez más refinados: sin embargo, van más allá de nuestra revisión, ya que no son herramientas nuevas sino, de hecho, usos a veces originales y creativos de tecnologías proporcionadas por otros. Son los casos de Snapchat con My AI, Character.AI o los chatbots que nos hacen hablar con los seres queridos fallecidos, de los que ya habíamos hablado .
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