Estoy en la edad en la que todavía puedo ser sugar baby y también gold digger. Me atrevo a considerar que primero tienes que adquirir experiencia en el sugaring para después poder dar el gran salto. Te preguntarás en qué radica la diferencia. No es tanta, mientras las dos buscan ser mimadas y un “trampolín” para su carrera, la gold digger busca una relación más seria, formal. Las que corren con suerte encontrarán un gran partido; guapo, alto, en la cima en su profesión, contemporáneo y sobre todo dadivoso. Las demás terminarán con un hombre mayor de 60 años que les de el estilo de vida que tanto han soñado. Aceptémoslo, muchas relaciones terminan cuando aparecen los problemas financieros y otras ni siquiera comienzan porque en los tiempos de esta economía, el amor cuesta caro.
El gran reto de una gold digger
Existen varios, pero el que más destaca es lidiar con el cheap man, o sea, ese hombre tacaño o que tiene “miedo” de que las mujeres solo quieran estar con él por su dinero. Me consta porque fue lo que me dijo un CEO con el que tuve una cita en 2021. Lo más triste es que tampoco demuestra que quiera una relación seria. Mensajes de textos esporádicos cuando está en Ciudad de México invitándome unos tragos en su casa a las 11 p.m. ¡Qué flojera! Solo por su puesto cree o está acostumbrado a merecerse todo… sin dar nada a cambio. Como lo suyo no es pagar por compañía (escorts o prostitutas) porque “no lo necesita”, sus opciones se reducen a la gente que conoce, sin darle promesas de un futuro ni incentivos.
Cada vez que salgo con alguien tengo la siguiente inquietud: “¿Valdrá la pena?”. Porque la verdad es que en la mayoría de las ocasiones ha sido una pérdida de tiempo y maquillaje. Cuando la atracción es bárbara, aunque él pueda ser terrible en la cama, si eres una master en blowjobs, ya salió ganando. Y todo por una cenita. Creo que las gold diggers están ahora mucho más conscientes de la situación. Es válido que se cuestionen si el tiempo y esfuerzo rendirán frutos en un futuro cercano. Atrás quedó la fachada de “no me importa tu dinero”, ahora leen la cartilla desde un principio. El resultado que se busca es saber si al prospecto en turno se queda o emprende la retirada. ¿De qué sirve estar con alguien que al final te va a dar un prenup castigado?
Cursos e inspiraciones para “gold diggers”
Desde hace años que sigo a Anna Bey, fundadora de ‘School of Affluence’. Se trata de una coach/matchmaker e influencer que valiéndose de la etiqueta (modales de alcurnia) le brinda una guía a las mujeres para conseguir un novio/marido millonario. Ella es la prueba en vida. Entre sus tutoriales, algunos de mis favoritos son: ‘7 Places Where to Meet High-Value Men’, ‘How to Get Noticed by Rich Men’ y ‘Who Pays on a Date? What Women MUST Do!’. En los primeros dos se necesita invertir, así que no es algo sencillo tampoco. Quien crea que ser gold digger es una tarea sencilla, se equivoca. Mientras que su estrategia se basa en ser toda una dama, cabe aclarar que no existen reglas en el gold digging.
El más claro ejemplo del polo opuesto a Anna es la bombshell Lauren Sanchez, novia de Jeff Bezos. Hoy puede considerarse como el máximo role model que se sacó el premio mayor. Para nada se pone en duda que no haya amor de por medio, simplemente se puede considerar que el tipo de hombre que a Sanchez le gusta es… de alto calibre. De acuerdo a The Sun, su reputación de conquistar a millonarios, así como famosos jugadores de la NBA, llevaron a sus amigos a bautizar su exitosa trayectoria amorosa como ‘The Sanchez Method’. La lección que nos deja Lauren es que no necesitas estar rota o carecer de talento para ser una gold digger, sino toda una ch*ngona con alta dosis de ambición. RESPECT, por favor.
Ni modo, el high maintenance siempre ha existido, solo que parece que hoy pesa más. Hay féminas que son caras; les gusta la buena vida, el derroche y no se les puede culpar por ello. ¿No estás dispuesto a complacerla? Entonces aléjate, pero deja de satanizar a una gold digger si solo buscas sexo o pasarlo bien. Habrá otras chicas que estarán felices de salir con quien les de el bare minimum en general. Te invito a que leas el artículo “We’re All a Bunch of Gold Diggers, New Survey Says” publicado en MEL para que comprendas este tema desde otras perspectivas, porque reducir el gold digging a dinero es bastante insultante en pleno 2023.