Por fin, después de años de rumores, silencios sospechosos y un regreso sorprendente en streaming, la caza ha vuelto. Pero esta vez, no será en nuestro planeta, ni en nuestro tiempo. Bienvenidos a Depredador: Tierras salvajes, donde las reglas han cambiado y los monstruos también tienen alma.
Una alianza impensable (y fuera de este mundo)
Sí, lo sabemos: la palabra “Depredador” evoca músculos sudorosos, selvas tropicales, y miradas furtivas entre humanos aterrados y un cazador alienígena que los supera en todo... excepto en humanidad. Pero Tierras salvajes rompe todos los esquemas. Esta entrega no se ambienta en el pasado ni en la Tierra, sino en un planeta remoto, en el futuro, y no hay ejército, comando secreto o científico con gafas: hay una adolescente llamada Thia (Elle Fanning) y un joven Depredador marginado (Dimitrius Schuster-Koloamatangi). Y sí, hacen equipo.
Lo leíste bien: una humana y un Depredador luchando juntos. ¿Por qué? Porque ambos están siendo perseguidos, y cuando la amenaza es tan grande que ni siquiera el cazador más temido del universo puede con ella solo, necesitas una muy extraña amistad intergaláctica.
“Algo sin precedentes sucede en esta película, y mi personaje no es el único que enfrenta una persecución. De hecho, se alía con un Depredador, y tendrán la oportunidad de verlo con una nueva luz”, afirmó Elle Fanning, protagonista de la cinta, durante la pasada edición de CinemaCon.
Elle Fanning, un alienígena y un planeta peligroso
Con un elenco reducido pero potente, la película se apoya en dos pilares: Elle Fanning, a quien ya hemos visto dominar tanto dramas como thrillers, y Dimitrius Schuster-Koloamatangi, quien no solo aprendió el complicado lenguaje Yautja (sí, eso existe), sino que se ganó el papel tras demostrar fuerza, resistencia y un rango dramático inesperado en plena audición.
“Fue simplemente genial. Organizamos una pequeña carrera de obstáculos físicos. Así fue como lo elegimos. Luego hizo algunas escenas dramáticas de la película y fue genial. No estaba nada preparado para lo que realmente hace, es tan… No podía creerlo, ¿cómo tuvimos la suerte de encontrar a este tipo? Es una locura haberlo encontrado”, reveló el realizador Dan Trachtenberg.
Trachtenberg, el mismo que dirigió La presa y Avenida Cloverfield 10, vuelve con más ambición que nunca. Junto a él, el guionista Patrick Aison y el director de fotografía Jeff Cutter, quienes prometen una experiencia visual que hará palidecer incluso al cazador original.
Un Depredador que emociona
Uno de los grandes retos para el equipo fue lograr que el Depredador no solo asuste… sino que también conmueva. Según Trachtenberg, “llevar esta criatura al frente y hacer que el público conecte emocionalmente con ella fue el mayor desafío”.
El resultado: un alienígena que sigue siendo rudo, brutal y letal… pero con capas. Porque, después de todo, ¿qué hay más interesante que un monstruo con corazón?
Expansión total: futuro, animación y lenguajes alienígenas
Y no se detiene aquí. Depredador: Tierras salvajes es solo el primer paso en una nueva expansión de la saga. Además de esta película, ya se está trabajando en un proyecto animado que promete profundizar aún más en la mitología Yautja. ¿Lo mejor? Todo esto nació cuando los ejecutivos de 20th Century le preguntaron a Trachtenberg: “¿Qué quieres hacer ahora?”. Y él simplemente respondió con un montón de ideas “locas… pero geniales”.
Para dar más autenticidad, incluso se desarrolló un lenguaje alienígena completamente funcional, asesorado por colaboradores del creador del idioma Na’vi de Avatar. Sí, este Depredador no solo te caza… también te habla con gramática impecable.
¿Cuándo se estrena?
Prepara tus palomitas y tu adrenalina: Depredador: Tierras salvajes se estrenará en cines el 6 de noviembre de 2025. La criatura más letal del universo quiere la pantalla grande… y no podemos culparla.
La saga está de vuelta. Pero no esperes lo de siempre. Esta vez, la batalla no es entre especies… sino por sobrevivir juntos. ¿Será esta la mejor entrega desde el clásico de Schwarzenegger? No lo sabemos aún, pero si algo está claro, es que el juego ha cambiado… y la caza nunca fue tan personal.