Dueño de un gran momento personal y profesional, con dos estrenos en este 2022, Diego Boneta posa para nuestro lente como amigo global de Tiffany & Co., revelando su lado más humano y vulnerable.
Por Mario P. Székely
Fotos: Matallana Estilismo: Warren Alfie Baker Producción: Alfonso Parra
Una réplica del emblemático letrero de HOLLYWOOD, situado sobre una de las colinas de Los Ángeles, era el marco perfecto para simbolizar un paso trascendental en la carrera de Diego Boneta tras años de castings y entrevistas. Hace 10 años (2012) se estrenaba Rock of Ages, musical llevado al cine con Tom Cruise y Catherine Zeta-Jones en papeles estelares del reparto y, a su lado, Diego Boneta con su guitarra eléctrica cantaba con destreza el himno Don’t Stop Believin’, de Journey. Una oportunidad de oro. Dos lustros después, el actor y músico ha seguido con pasos firmes, ganándose a pulso el ser una figura fundamental dentro del selecto grupo de latinos que hoy tienen, por derecho propio, el respeto del público, de sus colegas y de la industria del entretenimiento, y un lugar en la competida y difícil tierra de las estrellas. Para Diego Boneta, quien hiciera sus primeros pinitos cantando a los 13 años en Código Fama (el primer reality show de niños en México), la música no ha dejado de estar presente en su carrera y de ser aliada fundamental en varios de sus proyectos de actuación. Hoy, a los 31 años, cuando despierta y se asoma a la ventana para ver el amanecer californiano desde su hogar en West Hollywood, Diego Boneta tiene claro, sin pretensiones, que va en el camino correcto y que todos los pasos que ha dado han estado cimentados por las enseñanzas de su familia.
Regresa con El Padre de la Novia este mes en HBO Max
El compromiso con sus sueños y sus ganas de triunfar lo han ido llevando en el camino a ser un hombre moderno, que ha podido decidir lo que ha querido a través de sus facetas como artista, como empresario-productor y hombre de familia. Tras la caída hace pocos meses del telón de la exitosa Luis Miguel: La serie, que lo colocó en el mapa mundial, este verano Diego Boneta llega a nuestra portada para compartir el estreno de El Padre de la Novia, donde actúa junto a Gloria Estefan y Andy García, y va de la mano con la guapa y talentosa Adria Arjona, en una versión con acento hispano de Father of the Bride. La cinta está dirigida por el mexicano Gary Alazraki (Nosotros los Nobles, 2013) y se estrena este 16 de junio por HBO Max. Antes de comenzar nuestra charla, sonríe al recordar cuando le cantó a Estefan su canción favorita de Luis Miguel, El día que me quieras, durante la fiesta de clausura de El Padre de la Novia, y cómo terminaron entonando juntos Don’t Stop Believin’. La entrevista se lleva a cabo un par de días después de realizar la sesión de fotos que acompaña estas páginas en Los Ángeles, donde se sentó a platicar con nosotros sobre lo que ha significado para él fundar su propia compañía productora (Three Amigos) y muchos otros temas, como la nueva masculinidad y el derecho de los hombres a ser vulnerables.
Te sumas a una nueva versión de Father of the Bride, película que fue un verdadero clásico en 1950, con Spencer Tracy y Elizabeth Taylor, y que en 1991 Steve Martin y Diane Keaton llevaron a una comedia memorable. En esta ocasión, el padre angustiado es Andy García y te toca robarle la atención de su hija, interpretada por Adria Arjona. ¿Cómo te sentiste? ¿Fue una oportunidad para explorar el hecho de ser latino?
El Padre de la Novia es una película que el mundo necesita, una comedia romántica. Y claro que viene de un clásico con sus versiones anteriores, pero aquí estamos contándola de una manera distinta. Una de las diferencias principales es que el personaje de Andy García (Billy) y el de Gloria Estefan (Ingrid), al inicio de la historia se van a divorciar. Ellos piensan decirlo la misma noche que Adria Arjona (Sophie) revela que se va a casar con mi personaje (Adán). Adria es cubano-americana y mi personaje es el de un chavo mexicano que se fue a Nueva York a estudiar leyes, donde conoce a su novia. Algo que me emociona mucho es que resulta la primera vez en Hollywood –según recuerdo– que se muestran diferentes culturas latinas interactuando. Es bueno enseñar lo siguiente: aunque compartimos el mismo idioma, el español, ser mexicanos, cubanos o españoles no significa necesariamente que hablamos igual o tenemos los mismos referentes y costumbres. Hay diferencias y la convivencia de las distintas culturas es lo bonito. También abordamos lo que simboliza la nueva masculinidad en nuestros días. Tienes a un nuevo personaje como el de Andy García, que es alguien tradicional, latino, migrante en Estados Unidos y muy conservador, en contraste con Adán, mi personaje, parte de la nueva generación de hombres a los cuales no les importa ser vulnerables. Es algo que la película trata en medio del drama y el humor de las escenas. Recuerdo, por ejemplo, el momento en el que Billy le pregunta extrañado a su hija: “¿Tú le pediste matrimonio a él, en vez de él a ti?”.
¿Qué tanto se permite el Diego Boneta de hoy ser vulnerable en su vida personal?
Adán es un cuate que se da la oportunidad de ser vulnerable. A mí, en lo particular, me gusta ese punto medio. Me gusta, por ejemplo, ser caballeroso y abrirle la puerta del coche a una mujer o ponerte de pie cuando ella deja la mesa. Creo que no siempre debes hacerte el fuerte. Debes entender que es bueno no tener que estar bien todo el tiempo. Platicar de ello, abrirte e ir a terapia. Me parece, incluso, que a las mujeres se les hace más atractivo estar con alguien tan consciente de sus emociones y de lo que está pasando, que justo por ello trabaja en sí mismo. Porque al final de cuentas, si no te quieres a ti es imposible que puedas querer a alguien más. Eso de que los hombres no lloran es una postura en la que no creo.
Has sido muy unido a tu familia. ¿Qué tanta influencia tienes de esas figuras femeninas como tu mamá y tu hermana, a quienes sabemos quieres y admiras muchísimo?
Como bien dices, como Diego Boneta he tenido figuras femeninas súper importantes en mi vida, mujeres fuertes de las que aprendo todos los días muchísimo. Astrid, mi mamá, es la reina de mi mundo, y Natalia, mi hermana, es la aliada de mis sueños, con quien trabajo ahora (somos socios en nuestra productora Three Amigos). También tengo siempre presente a mi abuelita Pepa, que en paz descanse, la mamá de mi mamá. Aprendí mucho de cómo tratar a las mujeres por ellas y también por Lauro, mi padre. Si los ves juntos, te das cuenta que él vive para mi mamá y que mi mamá vive para mi papá. Él para mí es un gran ejemplo de lo que es ser un caballero. Me siento muy afortunado de tenerlos, son el mejor ejemplo de lo que es un matrimonio hoy por hoy. Creo en la importancia de ser un gentleman. Si le abro la puerta a mi novia no es porque ella no pueda ella o por cualquier otra razón, sino porque la quiero, por atención, de la misma manera que lo hago con mi mamá, mi hermana o cualquier mujer.
En El Padre de la Novia vemos el tema de la complicidad en la pareja para resolver problemas juntos. ¿Qué valor le das a ese trabajo en equipo en una relación?
Creo que no hay nada más padre que tener esa complicidad con tu pareja. Ser mejores amigos y hacer equipo en todo sentido. Eso es algo que también veo en mis papás, además de una admiración especial del uno por el otro. Valoro mucho la comunicación y la confianza en una pareja.
¿Cómo te sientes hoy con tantos y tan importantes proyectos en la mira y con una carrera llena de logros?
Luis Miguel: La Serie fue un proyecto que me cambió la vida, profesional y personalmente. Como actor ha sido el reto más grande afrontado, especialmente por representar a un mismo personaje a lo largo de más de tres décadas de su vida. Fue un desafío actoral y vocal, canté todas las canciones de Luis Miguel en el tono original que él lo hizo y lo representé desde los 17 hasta sus 50 años. Me siento muy satisfecho de haberlo hecho como lo hicimos, y así fue el inicio de un nuevo capítulo dentro de mi vida.
Te volviste de alguna manera una especie de símbolo para la generación que comparte la misma edad de Luis Miguel, ¿llegaste a sentir esa sensación de que Diego Boneta fuera una especie de ‘Señor Nostalgia’?
En lo personal soy nostálgico. Me gusta escuchar todo el tiempo música de los 70 y 80. Soy muy old school en ese sentido, pero sí, la gente conectó muchísimo con el personaje. La verdad es que se me hace raro cuando hay gente que llega y me dice: “Es que para nosotros tú eres Luis Miguel”. Soy Diego, no Luis Miguel; sin embargo, lo tomo como un halago.
En esta nueva etapa profesional creaste tu propia productora, Three Amigos. ¿De donde surgió la idea y cómo te has sentido haciéndolo?
Three Amigos es para mí un sueño hecho realidad. Valoro enormemente el trabajo en equipo y derivado de ello las relaciones y las amistades que se formaron en mis proyectos anteriores. Mi hermana Natalia es parte de este capítulo de mi vida y estoy feliz, digo que trabajo para ella, que siempre me tiene “en friega” (ríe). A su lado, de manera muy importante, está mi amigo y mánager, Josh Glick. Me encanta también tener cerca a amigos y aliados como Daniel Krauze y el director Humberto Hinojosa, quienes fueron cómplices en la serie de Luis Miguel, lo mismo que al productor y show runner Pablo Cruz. Y ahora a Michel Franco, quien me dirigiera en Nuevo Orden. Todos forman parte de esta familia extendida que ahora tengo para crear proyectos que nos apasionan. Con Three Amigos acabamos de cerrar una relación muy especial con Prime Video, gracias a la cual ellos tienen la primera opción de ver nuestros proyectos de cine, televisión y podcasts.
¿Cuáles historias quiere contar Diego Boneta desde su productora?
Creo decididamente en hacer equipos con la mejor gente posible. Estamos haciendo una serie sobre el psicópata Adolfo de Jesús Constanzo, pero también queremos hacer musicales, thrillers sexuales, dramas, comedias… Hacer historias contadas con la mejor calidad posible más allá del género, tanto en México como en Estados Unidos. Con Michel Franco acabamos de producir nuestra primera película desde Three Amigos para Paramount +. Se llama At Midnight y se estrenará durante el segundo semestre del año (dirigida por Jonah Feingold y protagonizada por el propio Diego y por Monica Barbaro). Es una comedia romántica y nostálgica que tiene esa onda del cine de los 90, a lo Notting Hill, con toques de Forgetting Sarah Marshall. Allí vamos a mostrar a los latinos de una manera distinta. Les dije a los ejecutivos del estudio: “Quiero hacer una carta de amor a México, porque no ha habido una comedia romántica hollywoodense filmada en mi país”. Contamos con un reparto internacional y con Eréndira Núñez de Nuevo Orden y Fred Verger, de La La Land, como parte del equipo de producción.
En la vida (y en Hollywood) existe la frase: “debes estar en el lugar y en el momento correctos”, para que las cosas sucedan. ¿Qué recuerdas de esos inicios cuando te bajaste del avión con tus demos bajo el brazo, buscando tu sueño en el mundo del espectáculo en Estados Unidos?
Cuando me mudé a Los Ángeles, pasé un par de años bastante difíciles. Iba a un promedio de cuatro a cinco audiciones por semana y no quedaba en ninguno. En términos de los castings a los que asistimos, un actor siempre va a verse de frente con el rechazo en muchas ocasiones y es algo que debes aprender a aceptar, a no tomártelo personal. Aún hoy en día, en mis audiciones, traigo conmigo ese impulso y sensación de mis primeros días. Nunca olvido esos momentos difíciles, pues creo que son los que te hacen más fuerte.
En tu carrera has trabajado al lado de grandes leyendas. Desde tu debut en Rock of Ages con Tom Cruise, Jamie Lee Curtis en Scream Queens, Arnold Schwarzenegger en Terminator: Dark Fate, el mismo Luis Miguel y ahora con Gloria Estefan y Andy García. ¿Qué ha aprendido Diego Boneta de ellos?
Tom Cruise ha sido un mentor para mí. Aprendí muchísimo de él observándolo y viendo su disciplina y cómo se prepara para cada uno de sus papeles. La cantidad de horas que tomó clases de canto, guitarra y baile… Es alguien con una entrega total a su trabajo con profesionalismo increíble, sencillez y agradecimiento inmenso por lo que hace. A Jamie Lee Curtis la adoro. Es una tipaza, sumamente profesional y con un gran sentido del humor. Ella es Hollywood royalty. Le tengo muchísimo cariño, una mujer súper sencilla y gran persona. De Luis Miguel me quedo con todo lo que me sugirió para ayudarme a preparar mi personaje. Tuvimos una complicidad muy padre. Una vez me dijo: “Diego, esto es solo para ti, para que te luzcas con el personaje”. Me impresionó de él su valentía, la audacia de permitir contar su historia. Posee un sentido del humor que no imaginas. Arnold Schwarzenegger me atrapó con sus ganas de siempre sacar lo mejor de la escena. Es sumamente gracioso y un gran fan de México. Y me gustaría mencionar a Linda Hamilton, cuyo personaje de Sarah Connor resulta un ejemplo perfecto del empoderamiento femenino en el cine desde los 80. A Andy García le tengo muchísimo cariño. Se me hace que es un monstruo actoral. Admiro su disciplina y profesionalismo, la entrega a su personaje y a sus instintos. Fue un gusto trabajar con él. Y Gloria Stefan es el ejemplo de sencillez y humildad. No hay persona más buena onda y trabajadora, siempre con una sonrisa. La adoro, nunca se queja de nada. Compartimos ese amor por la música, lo cual hace la relación muy especial. Diría que Andy García y ella han sido unos de los embajadores del mundo latino que nos abrieron el camino a los demás.
¿Ya tuvo Diego Boneta ese momento en el cual te sientas a ver lo que has logrado y a disfrutar lo conseguido o sigues concentrado en subir y subir, para cuando ya estés en la montaña tender tu picnic, descansar y evaluar?
Creo que estoy en una combinación de las dos. Es importante poder disfrutar de todo, tanto de los momentos buenos como de los malos, que son de los que más aprendes. Tengo 31 años de edad y siento que cerrar un capítulo tan importante –como lo fue Luis Miguel: La serie– fue algo muy importante. Ahora lo fundamental es ver hacia adelante, lo que viene, y celebrar estas cosas. En cualquier caso, nunca se trata de montar un picnic y afirmar: “¡Aquí me quedo!”, sino más bien agradecer todo lo pasado y usarlo como motivación.
Sigue leyendo:
Diego Boneta, la nueva imagen de Legend de Montblanc
Chris Pratt nos revela los secretos de Jurassic World: Dominion
Jennifer Connelly es el arma secreta de Top Gun: Maverick (y te volverás a enamorar de ella)