El spin-off del exitoso programa “El juego del calamar” denominado “El juego del calamar: el desafío”, ha generado una controversia considerable tras las denuncias de los concursantes sobre condiciones extremas y peligrosas durante su rodaje en el Reino Unido.
“El juego del calamar: el desafío"; Polémica por condiciones peligrosas durante el rodaje del reality
La nueva apuesta de Netflix, que recrea las tensiones de la serie original con 456 participantes, ha suscitado fuertes críticas por la dinámica y los retos del programa. Algunos concursantes han denunciado condiciones inseguras, incluyendo episodios de hipotermia durante la filmación de las pruebas, en particular durante el juego “Luz roja, luz verde”.
Según reportes, el tiempo de grabación para la prueba en cuestión se extendió por más de siete horas, a pesar de que se había anunciado un límite de cinco minutos para su ejecución. Esta situación generó malestar y preocupación entre los participantes, ya que el clima adverso de la locación añadió un desafío físico imprevisto, provocando riesgos para la salud de los concursantes.
Aunque la producción aseguró haber implementado medidas de seguridad y haber recibido aprobación del Departamento de Salud y Seguridad Británico, dos concursantes han amenazado con emprender acciones legales contra Netflix y el equipo de producción por las condiciones vividas durante el rodaje.
Otro punto de crítica hacia el programa se centra en el cambio de enfoque del mensaje original de “El juego del calamar” (Squid Game). Mientras que la serie original abordaba temas anticapitalistas y la lucha contra la deshumanización, el reality parece glorificar la competencia extrema y la ambición por un premio de US$ 4,5 millones.
“Squid Game: The Challenge”, nombre del programa en inglés, continúa generando controversia en redes sociales y la comunidad televisiva. A pesar de ello, Netflix ha anunciado la emisión de la segunda parte con cuatro episodios adicionales, programados para el 29 de noviembre, y la gran final que se espera para el 6 de diciembre.
Esta situación plantea preguntas sobre los límites éticos en la televisión actual y el impacto de las dinámicas extremas en los participantes, poniendo en tela de juicio los valores y la seguridad en la producción de programas de entretenimiento masivo.