Gustavo Egelhaaf forma parte del reparto de la comedia mexicana Mesa de regalos, película que se encuentra en cines y que promete arrancarte una buena cantidad de risas con su ácida historia. Platicamos con Gutavo sobre su rol en dicha producción, además de otros detalles como lo que hay en su guardarropa. No dejes de leer todo lo que el actor tiene para contarte...
ESQUIRE: Nos gustaría conocer más detalles de la película Mesa de regalos, donde actúas. ¿Cómo fue que llegaste a ella, y qué te llamó la atención de hacer esta comedia?
GUSTAVO EGELHAFF: Pues llegué a ella porque Noé Hernández, el director, y José Eduardo Derbez y yo trabajamos juntos en una película que se llamó Mamá para rato, para HBO. Cuando quisieron castear Mesa de regalos, me contemplaron para el personaje de Diego Alejandro Benavides. Desde la escena de la audición, dije ‘¿quién es este imbécil?’ ‘¿Qué es esto?’ Me dio mucha risa. Luego me avisaron que me quedé con el personaje.
E: ¿Qué te llamó la atención de tu personaje?
GE: Me llamó mucho la atención hacer un villano, pero un villano malo de ‘Malolandia’. Encima es terrible siendo villano. Siempre me han llamado la atención esos personajes porque aparte creo que requieren de muchas herramientas para poderlos ejecutar bien. Tiene otro grado de complejidad que me pareció muy interesante.
E: ¿Qué reto encontraste al hacer tu personaje?
GE: Humanizarlo. Porque el villano hace tantas maldades que invariablemente va a caer gordo, algo que me parece divertidísimo. O sea, era el objetivo principal de la película. Me mama leer los tweets de gente que ya la vio y que dice ‘Me caíste súper gordo, te amo’. Me pareció fascinante aterrizarlo para que fuera una persona que tiene intereses, que ama a su esposa, que quiere lo mejor para la familia, pero en realidad él quiere estar en la mejor posición. Como que le va ganando el ego, pero al mismo tiempo hay que humanizarlo para la película.
E: ¿Por qué crees que el villano tiene un encanto especial en la audiencia?
GE: Yo creo que porque todos los seres humanos somos unos villanos. Nos regimos bajo ciertas reglas morales que respetamos, pero siempre tenemos ese lado oscuro, lo cual es normal y natural en cualquier ser humano. Cuando lo vemos con personajes de ficción creo que es muy catártico hacer todas esas cosas que parecieran no permisibles para cualquier ser humano, porque entonces no hay consecuencias para ti.
E: Últimamente, dentro de lo que has visto en cine tanto nacional como internacional, ¿has encontrado algún villano que se convirtiera en tu favorito?
GE: Denzel Washington en Gladiador 2, tiene justo algo de eso del disfrute de la maldad. En Cónclave, el otro padre que pelea con Ralph Fiennes tiene algo súper maquiavélico que me fascinó. Los villanos generan altas pasiones y eso me encanta.
E: ¿Qué virtudes encuentras en Mesa de regalos que no tengan otros proyectos del mismo género?
GE: Para empezar, la premisa es muy divertida y original. Dos mejores amigos deciden que necesitan varo y van a estafar a su familia y a sus amigos con tal de conseguirlo y cumplir sus sueños. Luego se sienten las peores personas del mundo porque lo son. Eso ya de entrada te lleva a un lugar muy fresco, hacia la comedia pero sin abandonar la verdad. Me parece súper refrescante. El casting es como como un mole de esos que no sabías que iba a funcionar, o sea, de cómo juntaste todos estos chiles y de pronto hiciste este platillo. Casandra Sánchez Navarro, José Eduardo Derbez, Verónica Bravo, Ariel López Padilla, Irán Castillo, Daniel Tovar, yo… Me parece un casting inusual.
E: ¿Cómo se llevó el elenco?
GE: Nos caemos cabrón todos. Nos llevamos de huevos. Ha sido de los mejores sets en los que he estado. Nos reímos muchísimo, la pasamos muy bien. Todo este asunto de la promoción, nos encanta vernos. Fue como un gran acierto que ninguno sabíamos que queríamos estar en ese equipo.
E: Cuéntanos un par de anécdotas del rodaje.
GE: A la hora de filmar la boda del final, yo no tenía función de teatro. En ese momento supuestamente yo estaba nada más filmando. La producción de Cabaret ya sabía que yo iba a estar filmando, y mi compañero aternante se enfermó. Lo mandaron al hospital por una infección en el estómago. Entonces no había quien diera la función. Volteé con mi elenco y con mi producción y les dije ‘me tengo que ir al teatro a dar función’. Ellos me entendieron perfecto. Me hicieron el paro durísimo. Cambiaron el plan, movieron todo. Terminé una escena, me subí a la camioneta y luego tuve que regresar para filmar una cosita que hacía falta en la escena, pero que se necesitaba para la edición. Llegué 4 minutos antes de la función. Aventaron primera llamada en lo que me cambiaba. Me subí al escenario di la función. Después bajé desde el escenario, me puse otra vez el vestuario de la película, nos fuimos de regreso, y en cuanto llegué ya tenía el set listo para la siguiente escena en donde yo estaba. Ese día creo que trabajé 38 horas.
E: En Esquire también nos gusta mucho platicar con nuestros entrevistados acerca de temas de moda y estilo. ¿Cuál es tu prenda favorita?
GE: Colecciono gorras, tenis y chamarras. Esas son mis tres fascinaciones. Pantos y playeras también me gustan. Sobre todo, los pantalones planos como de trabajo. Me gustan caquis, verdes. Tengo algunos de pana. Playeras me gustan blancas, negras, cafés, como de colores azules. La mayoría de mis clóset es azul, verde, café, blanco y negro. Siempre me pongo esas cosas planas: pantalón, playera, unos tenis chidos y una chamarra chida. Depende de la ocasión. Si hace mucho calor, tengo algunas más ligeras, tengo algunos rompevientos, algunas de mezclilla. Tengo algunas de pana. De cada viaje importante que hago, siempre me traigo mis recuerdos de ropa. Esto se une a mis recuerdos de llamados, porque de cada personaje siempre saco una prenda.
E: Para cerrar esta conversación, ¿quieres dar algún mensaje a los lectores de Esquire?
GE: Gracias siempre por todo el apoyo. A veces quisiera juntarme con cada persona que me sigue para poderle agradecer, porque gracias a esa banda es que puedo chambear. Entonces, lo primero sería gracias. Lo segundo sería no se pierdan Mesa regalos. Está en cines y está bien chida. Quedó bien bonita, sí está bien palomera, sí es para verse en el cine y pasársela chido. Vayan a ver Cabaret en el Teatro de los Insurgentes. El 25 de enero vamos a estar en Monterrey y el 30 de enero en la ciudad de Puebla. Y el resto de los días, fines de semana vamos a estar aquí en Ciudad de México.