Imagina que eres Fabien Frankel. Te presentan como el deslumbrante caballero de cabello suelto, Criston Cole, en uno de los programas de televisión más esperados de este año, House of the Dragon. La gente se enamora de tu personaje tan rápido como lo hace la aparente protagonista de la serie, la princesa Rhaenyra. Una porción no insignificante de Internet comienza a twittear furiosamente por ti. Y luego, a la mitad de la temporada, tu personaje, rechazado, se vuelve contra la princesa, pasando de ser un caballero de brillante armadura a, bueno, un idiota de brillante armadura. De repente, las etiquetas menos favorables están de moda: #Douchebag, #Incel, y quizás lo más condenatorio, #Fuckboy. “Alguien me envió este artículo que decía: ‘Rey de la isla Fuckboy’ o algo así", dice Frankel, riendo. “Realmente no sé lo que es un fuckboy”.
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Por: Henry Wong
Buen punto. Señalo que puede ser alguien que coge, no trata muy bien a las mujeres, antes de potencialmente desaparecer. Frankel reflexiona sobre la definición. Cole está claramente desconsolado, razona, y devastado porque Rhaenyra ya no está enamorada de él. “Es muy guiado por el corazón”. Es una interpretación del personaje (quien, de paso, mata a golpes a alguien en la boda de su ex), aunque es probable que los fanáticos de la serie permanezcan divididos. “Obviamente, voy a respaldarlo. Es genial interpretar a una figura polarizadora, ¿sabes? Estamos hablando en el hotel The Londoner en Leicester Square, Londres, en una brillante mañana de octubre, y Frankel acaba de analizar algunos de los momentos memorables del programa para Esquire. El actor de 28 años, que nació y se crió en el suroeste de Londres, piensa no solo en el papel de su personaje, sino también en todo el universo Dragon. ¿Cómo un joven actor con solo unos pocos créditos a su nombre consigue un papel en la precuela de uno de los programas más populares de la historia reciente? Según Frankel, no hay una historia increíble (niinterminables audiciones de pesadilla o tareas ridículas), sólo una cinta. Cinco meses después de enviarla, recibió una llamada para decirle que el papel era suyo. “Estaba completamente desconcertado”, dice Frankel, y no tenía ni idea de por qué los guionistas Miguel Sapochnik y Ryan Condal lo eligieron. La actuación no fue algo totalmente inesperado para Frankel. Su padre, Mark Frankel, fue un actor mejor conocido por la película Leon the Pig Farmer. Murió en 1996 en un accidente de tránsito, cuando Frankel tenía dos años. Frankel dice que se crió en una “casa cinéfila” donde su madre, Caroline, lo llevaba a él y a su hermano menor, Max, al cine todas las semanas. “Teníamos una caja de DVD que nunca se llenaba y en la que se ponían DVDs nuevos todo el tiempo”, explica. Una de esas películas fue A Knight’s Tale de 2001. La película, en la que el difunto Heath Ledger deja a su padre para convertirse en caballero, tiene una resonancia obvia para Frankel, tanto a nivel profesional como personal. “Fue una película muy profunda para Max y para mí".
Al crecer, se concentró en su educación, aunque realmente solo prosperó en inglés, y luego se graduó de la Academia de Música y Arte Dramático de Londres (LAMDA, por sus siglas en inglés). Siguieron algunos papeles secundarios, incluido un pequeño rol en el drama criminal The Serpent, junto a Jenna Coleman. House of the Dragon, entonces, es su despegue, y vaya que lo ha sido: el estreno de la temporada fue de los lanzamientos más grandes de HBO, y la audiencia no ha parado de crecer semana tras semana. La producción es igual de impresionante, con rodajes en varios países y algunas escenas bastante intensas. Aunque es difícil anticipar cuánto tiempo podría vivir su personaje (esta franquicia disfruta matando a los jugadores principales), Frankel está buscando que sus próximos papeles sean ligeramente más. “No me imagino haciendo un gran programa de televisión en el corto plazo”. Si bien Cole es el tipo de malandrín sediento de sangre, que amas u odias, y que ha estado merodeando por el universo de Game of Thrones desde que comenzó la franquicia en 2011 (cof, cof: Jaime Lannister de Nikolaj Coster-Waldau y John Snow de Kit Harington), el detrás de cámaras está a un mundo de distancia del programa anterior. Tomemos, por ejemplo, esas escenas de sexo, que eran un elemento básico a menudo controvertido del programa. House of the Dragon, a diferencia de su predecesor, tiene un coordinador de intimidad. “Hace mucho que quedaron atrás los días en los que se esperaba que dos actores simplemente se involucraran en una situaciíon íntima, increíblemente incómoda, sin la guía de nadie”, dice Frankel. Está alejadísima de comentarios hechos por Sean Bean, de Game of Throes, sobre su preocupación por el hecho de que los coordinadores de intimidad pudieran “estropear la esponteneidad” de tales escenas. Frankel dio a conocer que pasó siete meses preparándose para su escena de sexo con Alcock, un intercambio sexual, a la luz de las velas del castillo, con una intrincada coreografía. Aun así, siete meses es mucho tiempo para pensar en una escena, por muy sexy que sea. Frankel se encoge de hombros: “No irías a una escena de pelea sin prepararte para ella”.
Otro tema de conversación de House of the Dragon ha sido sus frecuentes cambios en el reparto. En particular, Emma D’Arcy reemplazando a Milly Alcock como Rhaenyra, mientras que Olivia Cooke reemplazó a Emily Carey como su mejor amiga/enemiga, Alicent. Episodio tras episodio, la descendencia en constante expansión del programa ha crecido de bebés a niños pequeños y a adultos. Incluso los personajes adultos, como el monarca enfermo Viserys de Paddy Considine, han envejecido notablemente. Frankel es uno de los pocos actores que no ha cambiado significativamente. Esto no ha pasado desapercibido; fanáticos han exigido en internet que Frankel abandone su rutina de cuidado de la piel, mientras que otros se preguntan por qué los guionistas no le dieron una barba con el salto de tiempo. Debe ser extraño permanecer igual, digo, mientras todos a tu alrededor cambian. Cuando las protagonistas femeninas cambiaron, “hasta cierto punto, se sintió casi como un trabajo”, admite Frankel. Puede que no hubiera funcionado si no fuera por las elecciones de reparto, que Frankel llama “brillantes”. Conoció tanto a Alcock como a D’Arcy antes de que las dos actrices se conocieran y se dio cuenta de que tenían muchas similitudes. “Recuerdo haberles dicho a ambas: ‘No puedo esperar a que se conozcan’”. Aún así, perder a un colega amado es difícil, y claramente se conectó con Alcock sobre el arco romántico de sus personajes. Caso en cuestión: la mañana antes de filmar la escena en la que Cole le pide a Rhaenyra que se fuguen, Frankel había estado escuchando una pieza musical que le recordaba ese momento. Vio a Alcock en su tráiler de maquillaje, le puso los auriculares en los oídos y tocó la pieza musical. “No hablamos de eso ni nada”, dice. Una hora después, Alcock pasó por el tráiler de Frankel y también le tocó una pieza musical. No dirá qué canción era, eso es solo entre ellos, pero es el tipo de vínculo detrás de escena que hará las delicias de los fanáticos de House of the Dragon, especialmente aquellos que están de luto por el final de la relación de Cole y Rhaenyra. Al igual que Game of Thrones, House of the Dragon no solo ha convocado algunos de los mejores talentos británicos, sino que también lo ha llevado a lugares inesperados. Están Smith y Considine, por supuesto, pero también Rhys Ifans, quien interpreta al ambisioso Otto Hightower. Desde el punto de vista de Frankel, todos han interpretado su papel (Smith, la figura del hermano mayor, Ifans, el tío loco, Considine, una “profunda” fuente de consejos), y también le imprimieron su toque personal. “Si alguna vez tengo la suerte, me gustaría emular sus carreras”, dice Frankel, señalando su lista de directores en constante cambio. Hablando de directores, Frankel menciona que tiene una reunión muy emocionante con uno en los próximos días. Me arriesgo a adivinar al director de misterio: ¿podría ser Luca Guadagnino, quien acaba de decirle a Vanity Fair que Frankel le llamó la atención? “Hay algo completamente elegante en él y en este hermoso físico que tiene”, opinó el director italiano. Sí, ese sería el indicado. Frankel parece encantado de poder entusiasmarse abiertamente con el trabajo de Guadagnino, desde A Bigger Splash hasta Suspiria. Fue un momento de tener que pellizcarme para asegurarme de no estar soñando, especialmente gratificante en una carrera que puede implicar meses sin recibir respuesta. “Tengo una lista de directores en mi teléfono con los que sueño trabajar, y si alguno de esos directores llama, voy a decir ‘sí'", dice Frankel. “Es una oportunidad de hacer algo con las personas que me han inspirado para convertirme en actor”.
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