Fue a los 11 años de edad cuando Manuel María Sabajanes vio por primera vez el anime Dragon Ball y quedó impresionado. Su fanatismo por el anime creado por Akira Toriyama llegó a tanto que comenzó a coleccionar peluches, disfraces y pelucas.
Quizás lo más sorprendente es que llegó a tener una novia que se parecía a Chichi, la novia de Goku. No hay duda de que cada vez se sentía más identificado con uno de los personajes más famosos de la cultura pop.
En entrevista con el Diario de Cádiz, Sabajanes dijo: “A mí, el nombre de Manuel María no me gustaba y la gente me llamaba Goku, así que decidí cambiármelo”.
A sus 47 años por fin ha visto cómo un sueño de vida se ha hecho realidad. Sin embargo, esto no fue sencillo. Manuel María invirtió dos años para cambiar su nombre a Goku de manera oficial. Antes de conseguirlo, el Registro Civil de su localidad le pidió documentación en la que demostrara que lo llamaban así.
“Llevé mi dirección de correo electrónico, mi perfil de Facebook, en el gimnasio me redactaron una carta en la que decía que me conocían por Goku y me acompañaron dos testigos. Pero me seguían poniendo pegas”.
"Hola, me llamo Goku y soy de Cádiz"
— Diario de Cádiz (@diariocadiz) June 1, 2024
Este gaditano se llamaba Manuel María pero su pasión por el personaje de 'Bola de dragón' ha hecho que se cambie el nombre oficialmente a Goku
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De Manuel María a Goku
Entonces se le ocurrió una manera de demostrar que su relación con Goku iba más allá de un simple gusto. Se descubrió la espalda y mostró a una de las funcionarias encargadas de su expediente un gran tatuaje del personaje.
Después de un año y medio, por fin consiguió los papeles para obtener su nuevo DNI. Posteriormente, ha tenido que modificar su firma y actualizar toda su documentación: “Ya lo tengo casi todo: el Ayuntamiento, la moto, el coche, la casa, Hacienda, impuestos, el médico...”.
Con una sonrisa en el rostro afirma: “A mí me da igual lo que puedan decir, friki o lo que sea. A todo el mundo le ha parecido una locura, han flipado cuando han visto el carnet, pero a mí me da igual porque me encanta”.
El caso de este gaditano no es el primero en España. En el año 2015, unos padres consiguieron de forma legal poner a su recién nacido el nombre de Goku Ceferino.