No sabré un comino de la bolsa de valores ni de bancos (apenas puedo entender mi estado de cuenta), pero domino el arte de la seducción y el sexo, dos aspectos clave que me harían una magnífica empleada en una institución financiera, por lo menos en Pierpoint & Co. de la serie ‘Industry’. Porque la mayoría del cast -los recién graduados, sobre todo- se enfoca más en follar por calentura que en ganar dinero, y de vez en cuando en follar para avanzar en su carrera, por supuesto.
Te puede interesar:
- Todo lo que tienes que saber de 1899, la nueva serie de Netflix
- Esto es todo lo que sabemos de Indiana Jones 5
- ‘1923’: la precuela de ‘Yellowstone’, protagonizada por Harrison Ford y Helen Mirren, explicada
Por DAFNE RUIZ Dejando a un lado el sexo (no te preocupes, lo retomaré más adelante), el acierto más grande de esta serie es el reflejo de lo cruel y despiadada que puede llegar a ser la industria. En realidad, podría aplicar para cualquier empresa: la presión que implica dar resultados, la presión por sobresalir para no ser recortado, la presión por agradarle a los colegas, la presión de aguantar los malos tratos por culpa de una jerarquía, y la presión de lidiar con clientes nefastos. Muchas personas no distinguen la diferencia entre el poder y el dinero, aunque parezca que la mayor parte del tiempo van de la mano. Harper Stern (Myha’la Herrold) sí la conoce y es que a lo largo de dos temporadas ha demostrado ser una experta manipuladora, a pesar de ser una novata. No todo le ha salido bien, pero no sufre de escasez de estrategias. Por su lado, Yasmin Kara-Hanani (Marisa Abela) es la típica “hija de papi” que pretende hacerse de un nombre en la industria… recurriendo a su amplio ‘stock social’.
Ver esta publicación en Instagram
El sexo No hay capítulo en el que no falte escena de sexo. Puedo decir más sobre qué posición, fetiche o gusto prefiere cada personaje que lo que realmente hace en su trabajo. Si bien ‘Industry’ ha sido criticada por ello, este contenido no está de más porque nos muestra las relaciones e interacciones de poder en otro ámbito más íntimo. El caso más claro es el de la subordinación por parte del menos talentoso/listo de todos: Robert Spearing (Harry Lawtey), quien se involucra con su cliente/“mami” Nicole (Sarah Parish). Aquel escenario ya se veía venir después de la dominante Yasmin que vimos con él en más de una ocasión. Junto con Harper, es ella quien se anota el mayor número de compañeros sexuales; aunque no todos son dignos de presumir, como su fracasado exnovio Seb ni Robert, pero sí Maxim (cliente y amigo de la infancia) y Celeste (a quien confunde con escort cuando se conocen y luego se convierte en su nueva jefa). Harper y Yasmin demuestran que a las mujeres también nos gusta el sexo y que el sexo es poder.
Ver esta publicación en Instagram
Para fortuna del público, con excepción de Maxim (Nicholas Bishop), ninguno de los personajes luce como modelo de ropa interior, algo que se agradece porque no necesitamos ver más “gente que lo tiene todo”. Algunos como Rishi (Sagar Radia) cuentan con ese “algo” que te lleva a considerar la idea de que si trabajaras en Pierpoint podrías caer en la tentación. A pesar de que haya mucho sexo, no todas las escenas candentes son buenas (entiéndase por buenas como aquellas que excitan al espectador). ‘Industry’ tiene las dosis ideales para cuestionar a la audiencia hasta dónde llegaría por cumplir cierto objetivo, pero sobre todo la confronta con crudas situaciones en el ambiente laboral; la entretiene con puñaladas por la espalda entre empleados que buscan salvar su propio pellejo; la conforta con brutalidad corporativa (así no cree que su trabajo es un total infierno); le recuerda la crisis de valores, principios e ideales que demuestran que a todo, nos guste o no, se le antepone el dinero. Y a todos les calienta eso. Puedes ver ‘Industry’, la cual ya fue renovada para una tercera temporada, en Hbomax.
Más de Dafne:
Cómo eliminar la papada (y de paso de esa lonjita necia) El auge de los ‘Mean Boys’: Elon Musk 5 películas de terror de los 2000 para que te enamores (o recuerdes a tu crush)
