Echarás muchos de menos, pero es que, oye, son solo una decena. La gracia está en el corte, y esto es carpaccio puro de interpretación. Seguro que tú también tienes tu lista de los mejores actores, pero esta es la nuestra. Y estamos bastante satisfechos, lo que son las cosas...
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Por Rafael Galán ¿Quiénes son los mejores actores vivos? El término ‘vivos’, lo sé, es bastante delicado. Pero si te fijas lo es también el término ‘en activo’. ¿Vale el término vivo por sí solo para incluir a un actor en un ranking como el que proponemos? Porque no estamos hablando de mejores actores del siglo XX o del siglo XXI. Del siglo XX hay unos cuantos que han muerto, algunos antes de ofrecernos nuevas obras maestras de la interpretación. Hablamos de vivo. Pero, claro, ¿vivo quiere decir también en activo? ¿Vale con una única interpretación? ¿Solo tenemos en cuenta carreras consagradas? ¿Y si un actor ha hecho porquería, tras porquería, en la última década por caprichos de Hollywood, malas decisiones, mala gestión financiera o, sencillamente, el inexorable destino? ¿Lo descartamos? ¿Lo dejamos? ¿Y en activo vale si el actor en cuestión acepta únicamente papeles menores? En activo, entendemos nosotros, quiere decir que todavía puede darnos una alegría en pantalla. Tomemos a Robert De Niro, por ejemplo. Es un actor que está claro que entra en este ranking de los 10 mejores actores vivos sin necesidad de calzador. Cumple con los criterios vivo y en activo. Y es un actor que en la película correcta con el papel correcto puede volver a demostrar su talento a pesar de haber pasado años en el desierto. Robert De Niro es Toro Salvaje, es El Rey de la Comedia, es El Francotirador, es El Padrino II, es Érase una vez en América, es La Misión, es Corazón diabólico, es Taxi Driver, es Heat, es Casino, sin olvidarte tampoco de que es Novecento o de que es El último magnate, que si las dejo fuera mi padre me mata, pero es que Robert De Niro también es El becario, Ronin, La familia de mi novia y todas sus declinaciones, En guerra con mi abuelo, películas y papeles por los que no podría ocupar esta lista. Sin embargo, con el término en activo, Robert De Niro también es El irlandés y es Joker y es Rudy en Joy, una película que no recibe todo el amor que merece. Lo de vivo nos ayuda a apuntar. Si fueran solo mejores actores, punto, actores como Laurence Olivier o Paul Newman desplazarían a algunos de esta lista. Y Robert Duvall, maldita sea, cómo no meter a Robert Duvall. Y lo hemos limitado a actores masculinos. Si actores engloba a actores y actrices, ejem, esta lista hay que tirarla a la basura. Es imposible hablar de los 10 mejores actores (actores y actrices) vivos sin incluir a Catherine Deneuve, Tilda Swinton, Nicole Kidman, Julianne Moore o Viola Davis y si me pongo serio, pero serio de verdad con la lista, también Olivia Colman e Isabelle Huppert, cuya interpretación en La pianista no me quito jamás de la cabeza. Todas ellas moverían a siete de estos señores. Y ahora no me voy a poner a pensar en cuales porque esa lista es para otro día (y la verdad es que no sé con qué tres me quedaría; a ellas sí las tengo claras). No, espera, que se me habían olvidado (tengo una cabeza muy loca) Cate Blanchett y Frances McDormand. Pues, vaya, ahora son nueve, solo quedaría un hombre. Pero es que, si tengo en cuenta también a Meryl Streep, ya son diez. Sorry, señores, entre los mejores actores vivos no hay hombres. ¿Qué cómo me he podido dejar fuera a Amy Adams y su interpretación en mi película favorita de todos los tiempos, La llegada? Es verdad. Pero es que también está Juliette Binoche. Estoy convencido de que todas estas actrices han defendido papeles infinitamente más complicados. Vaya, al final sí que me he metido en ese jardín. Y, oye, me alegro. Pero estábamos aquí para escribir sobre los 10 mejores actores masculinos vivos. Lo de reducirlo a 10 es, además de para abrir el debate, crear polémica y hablar de algo que nos apasiona a todos, es para poner las cosas difíciles. ¿Con qué 10 actores te quedas cuando tienes que elegir? ¿Por qué uno sí y otro no si, en el fondo, los dos son fabulosos? Todos podemos tener bastante clara una lista de 50, incluso una de 25 o de 50, pero la cosa se complica cuando se limitan a 10. Y, honestamente, no hemos tenido el valor de hacer una lista de los 5 mejores actores vivos. Como tampoco la hemos tenido para ponerlos en orden. Creemos que en este rat pack de la mejor interpretación masculina, la gracia estaba en el grupo, en la selección. El ranking ya es cuestión de gustos, honestamente. Yo no me atrevo a elegir entre lo que hace Javier Bardem en Antes que anochezca y lo que hace Robert de Niro en Taxi Driver o Leonardo DiCaprio en El lobo de Wall Street. Y, ojo, al hablar de actores, estamos hablando también de actores de cine, porque si entramos en la categoría de teatro, ahí la cosa cambiaría, sería, por supuesto, más compleja.
Robert De Niro
Creo que el caso de Robert De Niro está suficientemente defendido. Aunque te cito a su Michael en El francotirador y creo que también soy capaz de defender a mi cliente. Y para los que puedan levantar una ceja, que lo dudo, El irlandés y Joker han sido una reválida.
Javier Bardem
Javier Bardem es un extraño mix (y junto con Hopkins, De Niro, Al Pacino y Oscar Isaac, de los pocos que seguirían a continuación, en el puesto once y doce, en esa lista de actores que no dejaría fuera a las mujeres, o si tuviera que ser una lista 50/50): Javier Bardem es un camaleón, es un villano de acción, pero es que también es, al mismo tiempo, actor de personajes (actor de carácter, de maravillosos secundarios que roban la película) y estrella de cine, pero es que además es actor de Oscar (que no es ni mucho menos un indicativo de nada, pero ahí está) y es gigante del séptimo arte, gigante, quiero decir, de blanco y negro, un cruce entre James Stewart y Laurence Olivier supervitaminado y supermineralizado. Solo por Antes que anochezca, Mar adentro, El buen patrón, Carne trémula, Biutiful, Los lunes al sol, Sin lugar para los débiles o Dune ya se merecería entrar en cualquier lista.
Leonardo DiCaprio
Dicen los finolis que los grandes actores son “maestros de la paradoja”, que no necesariamente los reconoces de un papel a otro, pero que dejan su sello en cada película. Y luego está Leonardo DiCaprio (a diferencia, por ejemplo, de Brad Pitt) que no cambia físicamente, las cosas como son, no hay una transformación física que quite el sentido, pero que sin embargo es contundente, superlativo en su interpretación. Pocos actores controlan la mirada como Leonardo, con todo el control, inimitable, de nariz para arriba. No pienses en Titanic, piensa en Origen, piensa en El renacido, piensa en Érase una vez... en Hollywood, Django y Shutter Island.
Joaquin Phoenix
Y luego están, claro, los actores que transmutan en sus personajes literalmente, que son capaces de llevar a cabo transformaciones físicas brutales. El trabajo de Phoenix en Joker es la quintaesencia de su talento. La mejor definición del trabajo que hace Phoenix en la película la ha dado otro actor, Josh Brolin, quien, fíjate lo que son las cosas tuvo que renunciar al Oscar al Mejor Actor Secundario cuando ganó, a título póstumo, Heath Ledger. Contaba Brolin allá por 2020: “Tenemos la costumbre de odiar y aislar, dividir y barrer nuestros problemas debajo de la alfombra. Joker, simplemente levanta la alfombra y mira debajo de ella. Nada más. Nada menos. Como los niños en la escuela secundaria: hombre, pueden ser malos. Sin razón. Y, a veces, esos niños pequeños y horribles producen un mal en alguien que se enfurece mucho más tarde, cuando todos pretenden que todos volvimos a la normalidad, cuando todos pensamos que acababa de funcionar y desaparecer”. Ese es el trabajo que realmente hace Phoenix: ese viaje al infierno interior de la locura. A cualquier persona en unas circunstancias muy concretas se le puede ir la cabeza. Unas veces es el Joker y otra es Napoleón, y le obligas a Ridley Scott a cambiar el guion.
Mahershala Ali
Mahershala Ali en Moonlight. Ya está. Ese es el argumento. ¿Te parece poco? Esa combinación de melancolía, de detective hard boiled del pulp, y al mismo tiempo capaz de la dulzura más extrema en cada personaje... ¡¡¡¡boom!!!!
Oscar Isaac
Voy a sonar a groupie de tres al cuarto, pero me da igual. Oscar Isaac tiene la presencia de Cary Grant, de Jack Lemmon con una personalidad, por supuesto, propia. Cuando me preguntan cuál es el gran actor de nuestra generación, cuál es la gran estrella de cine incontestable de nuestra época, Oscar Isaac es el primer nombre que sale por mi boca. Es la personificación del gravitas que tanto persiguen los actores. Yo, de verdad, que le veo como una versión mejorada de Jack Lemmon. El salto de Ex-Machina a El contador de cartas es lo más elocuente que te puedo poner sobre la mesa.
Adam Driver
Qué rabia que Adam Driver en Internet no aparezca como el genio de la interpretación que es y, sin embargo, sí aparezca como el tipo que un día se convirtió en un héroe salvando el cumpleaños de Ben Affleck. Mi defensa para incluir a Adam Driver en esta lista y desplazar a todos esos actores que no entiendes cómo he metido en su lugar, está en Historia de un matrimonio, cuando su personaje, Charlie, se pone a cantar. Su forma de interpretar Being Alive es lo que te diferencia a un buen actor de un actor excepcional. Así es como Driver explicó la escena durante una sesión de preguntas y respuestas del Sindicato de Actores: “Cuando llegué al sitio donde Noah lo puso en el guión, pensé que era una escena realmente hermosa. Los dos personajes comenzaron este viaje justo en polos opuestos. Antes de que comience la película, Scarlett ya ha tomado una decisión. Ella lleva a cabo su decisión durante la primera parte, reconstruyéndose y recuperando lo que cree que perdió. En cambio, Charlie, un director que está tan acostumbrado a tener el control, ahora está por detrás intentando ponerse al día, y no es hasta que sucede este momento espontáneo cuando realmente comienza a procesar que no es que el amor se haya acabado, sino que es una transición hacia otra cosa. El mundo de la interpretación es importante en esta película. Y también la interpretación que, de alguna manera, supone divorciarse. Incluso Scarlett dice que se conocieron actuando. Ves su relación con el arte y cómo solo a través de algo abstracto él puede realmente procesar las cosas, que solo así puede hablar sobre “el tema”. Es lo opuesto a lo que hace Noah, que escribe un discurso en el que dice lo que está sintiendo, algo que creo que no es interesante de interpretar o de ver... Le ves procesar lo que más quería, algo que de repente ha perdido”. Pues eso.
Anthony Hopkins
Creo que es el único sobre el que no tengo que escribir absolutamente nada, ¿no? Lo digo en serio. No es por no escribir sobre Hopkins. Pero es que, ¿qué te voy a contar yo que no se haya dicho ya? Hopkins trasciende el concepto de mejor actor está más allá de la categoría: un titán de la pantalla que también es un artesano sutil y sensible, con una formación escénica seria de la vieja escuela y una presencia de estrella de cine da igual la edad que tenga. Y, es más, yo le daba un premio a la carrera más coherente y equilibrada.
Al Pacino
Lo único malo que se puede decir de Al Pacino es que no se merecía el Oscar en Perfume de mujer. Para mí fue un insulto. Como lo es ahora el Globo de Oro, y sospecho que Oscar, a Angela Bassett por Black Panther 2. Al Pacino es historia del cine. Que sí, que trasciende el cine. Michael Corleone, su Michael Corleone trasciende la pantalla. Como su Sonny de Tarde de perros.
Willem Dafoe
Ay, madre mía, y que la gente solo le recuerde como el Duende Verde. ¿De verdad? ¿Y el sargento Elias de Platoon? Yo lo tengo grabado a fuego en la sesera. Igual que a su agente Ward en Arde Mississippi.
¿Dónde está Denzel Washington en esta lista? ¿Luis Tosar? ¿Gael García Bernal? ¿O Brad Pitt? ¿Dónde está Jeremy Irons? ¿Dónde está Jack Nicholson? ¿Daniel Day Lewis? ¿Jake Gyllenhaal? ¿Christian Bale? ¿Michael Shannon? ¿Mads Mikkelsen? ¿Stellan Skarsgard? ¿Samuel L. Jackson? ¿Eddie Redmayne? ¿Ralph Fiennes? ¿Tony Leung? ¡Rafael, cómo no metes a ese dios de la interpretación (lo sé, lo sé). ¿Sean Penn? ¿John Malkovich? ¿Peter Saarsgard? ¿O Daniel Auteuil, a quien me quería parece tanto cuando comencé a estudiar interpretación? Pues había que elegir. Y hemos elegido.
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