Marilyn Monroe, la ‘rubia explosiva’, continúa siendo uno de los iconos más importantes en la industria del entretenimiento y del modelaje. Nacida el 1 de junio de 1926, en Los Ángeles, California, se convirtió en uno de los símbolos sexuales en la década de los 50, fue una de las actrices más cotizadas de la época y de las modelos más bellas.
La también cantante fue encontrada muerta el 4 de agosto de 1962, en su casa de Brentwood Heights, Los Ángeles; la única propiedad que logró adquirir. Esta residencia, cuyo valor histórico y cultural es incalculable, está a punto de ser destruida. Los actuales propietarios del inmueble, quienes pagaron por ella alrededor de 8.5 millones de dólares, solicitaron un permiso de demolición, de acuerdo con un reporte de “The Post”. La residencia tipo hacienda está ubicada en 12305 Fifth Helena Drive, LA.
De acuerdo con los informes del mismo medio, el departamento de construcción y seguridad angelino autorizó la demolición de la histórica casa para una “verificación del plan”, el pasado 5 de septiembre, pero la autorización formal aún no estaba dada.
Cuando la noticia dio la vuelta al mundo, causó alarma y preocupación entre el gremio artístico y las millones de personas que consideran a Marilyn Monroe como una de las estrellas más importantes en la historia de la cinematografía. El caso adquirió tal seriedad que el Ayuntamiento de Los Ángeles intervino para detener la demolición, informó “Vanity Fair”. Al menos por el momento.
“CNN” dio a conocer que el Concejo Municipal de Los Ángeles aprobó, por unanimidad, la moción de emergencia para designar la casa como edificio histórico y así brindarle protección especial. “El dueño de la propiedad no se ha puesto en contacto con nosotros en absoluto”, dijo Traci Park, concejal, a CNN. “Seguramente sabían quién era el propietario de la casa anteriormente y quién vivía y murió allí".
Reportes indican que, en 2014, fue adquirida por Dan Lukas, administrador de fondos, y su esposa, Anne Jarmain, a quienes les costó 7,3 millones de dólares. Sin embargo, el mes pasado la vendieron a una persona, hasta el momento desconocida, en una transacción que evitó la atención pública.
El inmueble que fue construido en 1929 aún conserva el aire antiguo y elegante de aquel entonces, aunque sus interiores ya fueron modernizados, especialmente la cocina y los baños. La alberca que Marilyn Monroe disfrutó aún existe, rodeada de bugambilias y árboles frutales y, también, los ventanales siguen siendo los mismos.