Cada año, hay un puñado de películas que ofrecen escenas candentes, aterradoras o políticamente incorrectas, las cuales generan incomodidad en los espectadores, horror en las buenas consciencias y fascinación en los que amamos el cine. A continuación haremos un recorrido por algunos de los momentos más controversiales del cine en 2024, un año que se distinguió por ofrecer excelentes historias de diversos tipos.
Tuvimos películas que sobrepasaron los límites del ‘buen gusto’ con un exceso de gore y terror corporal hasta un par de películas que planteaban cuestiones políticas, sexuales y sociales realmente incómodas. En resumen, 2024 lo tuvo todo y debemos dar gracias por ello.
El ‘Descendiente’ se come a su propia madre (Alien: Romulus, Dir. Fede Álvarez)
El actor de dos metros y medio Robert Bobroczkyi interpreta a un híbrido con ADN xenomorfo y materia biológica de los misteriosos Ingenieros, introducidos en la saga por Ridley Scott en Prometheus. El Descendiente nace en una típica escena de un xenomorfo que revienta el pecho antes de crecer rápidamente hasta alcanzar su tamaño completo y devorar a su “madre” Kay, interpretada por Isabela Merced. Un bebé de dos metros y medio de altura que se come a su propia madre probablemente no era lo que la mayoría de la gente esperaba cuando se sentó a ver la nueva película de Alien, pero el resultado fue fabuloso.
El nacimiento de la mano del demonio (The First Omen, Dir. Arkasha Stevenson)
La precuela de una de las películas de terror más influyentes de todos los tiempos fue mejor de lo que muchos esperábamos. Y dentro de los varios momentos aterradores que tiene, destaca una secuencia onírica que muestra a una mujer aterrorizada dando a luz. Pero en lugar de un bebé, está dando a luz una gran mano demoniaca. Es una imagen verdaderamente impactante de terror total. Sin embargo, su corte original era ligeramente diferente. Stevenson reveló que comenzó la escena con una toma de la vagina de la mujer antes de mostrar la mano: “Para nosotros era muy importante no fetichizar ni sexualizar este horror corporal, y humanizar realmente la anatomía femenina”.
La muerte de Arthur Fleck (Joker: Folie a Deux, Dir. Todd Phillips)
Joker : Folie à Deux avivó la controversia en torno a uno de los villanos más célebres de todos los tiempos. Después del éxito inesperado de la primera película había muchas expectativas alrededor de este secuela tan esperada. A Phillips se le dio claramente carta abierta para hacer lo que quisiera con la secuela, y decidió hacer un musical.
Esta propuesta arriesgada no llegó a tan buen puerto, a juzgar por los malos resultados en taquilla, y si a eso le sumamos en final poco digno para el personaje, tenemos una cinta destinada a la polémica. En la secuencia final, Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) rechaza por completo su personalidad de “Joker” y termina desangrándose en el suelo del Asilo Arkham tras ser apuñalado por un compañero de prisión. Mientras Fleck muere en primer plano, vemos al recluso esculpir una sonrisa en su rostro en el fondo, lo que sugiere que este puede ser el “verdadero” Joker y que Fleck jamás estuvo destinado a ser el verdadero “Príncipe Payaso del Crimen”.
La escena de sexo (Miller’s Girl, Dir. Jade Halley Bartlett)
Miller’s Girl, un thriller erótico protagonizado por Jenna Ortega y Martin Freeman, fue la gran noticia en los días previos al estreno de la película. Ortega interpreta a una estudiante universitaria de 18 años que seduce a su tutor de escritura creativa (interpretado por Freeman, de 53 años). Con esta premisa, muchos se preguntaron si la cinta no estaba un poco pasada de tono. Esta pregunta cobró sentido con la escena de sexo entre las dos estrellas.
Ortega dijo: “No se supone que sea una película cómoda. Se supone que a veces es horrible. El arte no siempre está destinado a ser agradable o feliz, y todos se van saltando hacia el atardecer al final”.
Teniendo en cuenta que Jenna Ortega es una mujer mayor de edad y no una adolescente como su personaje, algunos críticos creyeron que la polémica sobre la escena fue una tormenta en un vaso de agua. En realidad, la “escena de sexo” es una secuencia de fantasía que escribió el personaje de Ortega. Así que, tal vez todo fue demasiado exagerado. ¿O no?
La escena del cristal (Terrifier 3, Dir. Damian Leone)
Damian Leone nos ha dado con sus cintas de la saga Terrifier muchos momentos llenos de sangre, violencia y maldad absoluta a través de Art, The Clown. Desafortunadamente, si no tienes el estómago fuerte, la serie puede parecerte simplemente ejercicios de sadismo excesivamente violentos.
En la tercera entrega de Terrifier, somos testigos de la invasión a una casa que no sale nada bien. La escena fue tan perturbadora que provocó que muchos espectadores abandonaran el cine y vomitaran en los pasillos. Sin embargo, no fue lo peor de la película.
Ese honor le corresponde a la escena en la que Victoria, la última chica de la primera película, regresa como una marioneta de Art poseída por un demonio. Cuando la heroína desfigurada toma un trozo de cristal y empieza a darse placer con él, simplemente fue… demasiado hasta para un obsesivo del horror como yo.
El final (La sustancia, Dir. Coralie Fargeat)
Este 2024, todo el mundo habló de The Substance, una película de terror corporal dirigida por Coralie Fargeat que habla sobre el terror de los estándares de belleza femeninos y el patriarcado. La película protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley, rápidamente causó controversia debido a su uso excesivo de desnudez y gore intenso. En una de las más recordadas secuencias, vemos a Margaret Qualley emergiendo de la espalda cortada de Elisabeth.
La película muestra los deseos más horripilantes de Elisabeth de volverse más joven y hermosa, lo que dio como resultado su transformación en un monstruo horrendo, con la piel descascarada y los huesos rotos. La secuencia final es simplemente inolvidable. Su rostro logra deslizarse del resto de su cuerpo y llega hasta su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood antes de explotar en una masa viscosa. Es uno de los finales más memorables del cine de este año. ¡Puagh!