Izquierda, Abajo, A, B, A, B, Derecha, Izquierda, R2+R3, enter… ¡Demonios, me distraje! ¿Qué estaba yo haciendo? Bueno, estaba introduciendo un “truco” o cheat code. Acabo de desbloquear a Christian Nodal, Bad Bunny y Enrique Peña Nieto como colaboradores en Esquirelat.com.
Por: Cameron Sherrill
Mi punto, aunque perdido, es que deberías estar preguntándote algo, entre tus juegos súper serios de The Last of Us y cualquier que sea la versión de God of War en el que estemos: ¿qué diablos pasó con los “trucos” o cheat codes? Si eras gamer en los años 90 y principios de los 2000, sabes de lo que estoy hablando. Presionas una serie cómicamente larga de botones en la pantalla principal de un juego como NBA Jam Tournament Edition y Bill Clinton aparecería repentinamente como un personaje jugable. Si de plano eras muy clavado, comprabas un libro de códigos, de modo cualquier ridícula característica, pero, sobre todo, algunas funcionalidades que te pudieran dar ventajas, estuvieran a la mano. ¿Héroes famosos de Marvel andando en monopatín? Seguro. ¿Invencibilidad? ¡Por qué no! ¿Oro, madera y alimento ilimitados? Cuenta con ello. En algún momento del camino, los cheat codes quedaron en el camino para dar paso a el DLC (contenido descargable) y a las compras dentro de las aplicaciones. Ahora, aquí estamos rogando a todos los videojuegos que traigan los cheat codes de regreso.
Primero, hagamos un repaso de los cheat codes. Tienes los clásicos: vidas ilimitadas, munición, dinero, las cosas sin las que juegos como Grand Theft Auto y Los Sims no se pueden jugar. La combinación más famosa de todos los tiempos es “Arriba, Arriba, Abajo, Abajo, Izquierda, Derecha, Izquierda, Right, B, A, Start”, que aparece en una serie de juegos de Konami; es, llamémoslo así, el truco por excelencia. No olvides el clásico código “IDDQD” de Doom, que otorga a los jugadores poderes divinos para destrozar a los ciberdemonios con facilidad. Por supuesto, está la selección de nivel Blue Blurs original de Sonic the Hedgehog: Arriba, Abajo, Izquierda, Derecha, Inicio. Eso sin mencionar mi tipo favorito de truco: personajes secretos. En el pasado, los juegos solían ser una colección de personajes extravagantes y locos. NBA Jam realmente comenzó con el presidente Bill Clinton, Al Gore y la leyenda del funk George P. “Funk” Clinton. Luego está Tony Hawk y todos sus locos Pro Skaters. Hemos visto a personas como Jack Black como el oficial Dick, Darth Maul, Spider-Man y Wolverine destrozando cañerías y haciendo kickflips.
En este punto, tengo tres palabras para ti: Big. Head. Mode. Apuesto a que nunca adivinarás qué hace eso. Desde Madden hasta Tony Hawk y NBA Jam, Big Head Mode es un padre fundador en la historia de los trucos. Comenzando como una variante tonta en los títulos deportivos, rápidamente se convirtió en una herramienta por excelencia en el arsenal de cheat codes de un videojuego. ¡Disparos a la cabeza con confeti! ¡Sangre en Mortal Kombat! ¡Sonidos divertidos de ataque! ¡Grandes armas! Big Head Mode. No nos importaba que ninguno de estos arruinara el juego; de hecho, esto es lo que los hizo tan divertidos.
A medida que los DLC, los crossovers y las monedas se hicieron cargo de los videojuegos en la década de 2010 (te estoy hablando a ti, Goku y LeBron en Fortnite), los desarrolladores dejaron de esparcir cheat codes como huevos de pascua para los jugadores. Ahora, si quiero un personaje secreto, será un cargo no tan secreto de 400 pesos en la tarjeta de crédito de mi mamá. Lo cual, no me malinterpreten, lo estoy haciendo. No tengo autocontrol y necesito jugar como Kratos, el dios de la guerra, en Fortnite. El principal problema aquí es la falta de misterio. No más perseguir una emoción. Tengo que ingresar el código que me dijo mi amigo. Tengo que conseguir una puntuación perfecta para desbloquear a este tonto personaje. Tristemente hemos perdido el aire de misterio y la sorpresa. Hoy en día, obtienes lo que pagas.
Sin embargo, la esperanza no está del todo muerta. Todavía hay muchos ejemplos estelares en los títulos modernos. Tratándose de cheat codes, mi juego del año en 2022 fue LEGO Star Wars: The Skywalker Saga. LEGO Star Wars, y los juegos de LEGO en general, siempre han tenido una variedad de trucos tontos, tanto desbloqueables en el juego como a través de cheat codes. El equilibrio perfecto entre gratificación inmediata y cosas divertidas por las que trabajar. Dijo cosas: multiplicadores de dinero, sables de luz de baguette, efectos de sonido chistosos para las armas e incluso un rave galáctico donde todos están tocando. Estas golosinas no solo me hicieron sentir nostálgico e increíblemente feliz, sino que me hicieron jugar el juego por completo. Sin esos puntos de referencia, podría haber renunciado a la aventura mucho antes. Así que sí, los códigos de trucos pueden ser una recompensa, un incentivo para que los jugadores sigan jugando o simplemente diversión.
Ahora, tengo noticias para ustedes jóvenes. ¿Qué pasaría si te dijera que todo este rollo es mucho más profundo que unos cuantos huevos de Pascua tontos y presidentes que juegan al baloncesto? ¿Qué pasaría si te dijera que los códigos de trucos son una representación de lo que hace que los juegos sean realmente especiales? Ya sea que se trate de un personaje desbloqueable, enormes cabezas o vidas y municiones ilimitadas, los cheat codes (¡secretos de juego!) son los toques especiales que alimentaron nuestras charlas en el patio de recreo, las horas en ICQ y las salas de Latinchat. La promesa de una serie de botones escondidos en algún lugar hizo que todo pareciera posible. Además, los trucos crean una hermosa interacción entre los desarrolladores y sus fanáticos, los primeros guardan golosinas para los segundos. Es un gracias.
Un poco más de sentimentalismo para ti antes de que nos vayamos, si te lo permites. Los juegos de consola fueron impulsados por un grupo de nicho de nerds que vivían en garajes, que vieron las infinitas posibilidades de unos pocos botones y una pantalla. Los códigos de trucos nos recuerdan que, al final del día, todos estamos aquí para divertirnos. Es una carta de amor a los jugadores y una forma de expandir lo que el juego en sí puede hacer. Por lo menos, son una forma tonta y divertida de jugar. ¿A lo mejor? Pueden abrir puertas para los jugadores, sin importar su nivel de habilidad o necesidades de accesibilidad. Pero en su mayor parte, son muy divertidos.
Ahora, antes de que les dé otras 7,000 palabras sobre cómo los videojuegos deben volver a la alegría desenfrenada y pasada de moda, los dejaré con esto. Riot, become ungovernable, force change, and do it all kickflipping into Big Head Mode, space cowboy.
Vía Esquire US