Están a punto de darle una paliza a Austin Butler. Él, rubio y delgado, con poco más de ocho años, era dolorosamente tímido, se acobardaba ante cualquier situación. El bully de la clase está frente a la puerta de su casa. Ahí mismo, sobre el pasto. Diciéndole que salga para poder golpearle la cara. Butler mira a su mamá. ¿Qué hago?
Su mamá es muy gentilLa persona menos crítica y con un gran corazón del mundo entero
No tiene una pizca de maldad en su cuerpo. Pero también entiende cómo funciona el mundo, incluidos los bullys. Así que mira fijamente a su hijo menor y le dice lo que debe suceder a continuación: “Átate los zapatos, sal ahí y dale una paliza”. Butler hace lo que le dice. Claro, los bullys nunca son tan rudos como quieren aparentar, ¿verdad? Este no es diferente a los demás. Una vez que Butler está afuera, el bully intenta convencer a su amigo –mucho más grande– que comience la pelea. Pero Butler, motivado por cierta nueva determinación, tiene una respuesta para eso: “Tú viniste aquí. Te voy a ganar”.El bully suelta el primer golpe, intenta golpearlo con su patineta, pero Butler lo esquiva. Taclea a su oponente, lo sujeta en el suelo. Y luego simplemente comienza a golpearlo. El bully se rinde. Es el final de la pelea, pero no es la última vez que Butler deberá enfrentarse a sus mayores miedos. Al ser un niño tímido sin conexiones, se tendrá que abrir paso hacia el estrellato con Disney Channel y Nickelodeon. De adulto joven, superará grandes pérdidas hasta encontrar nuevos matices dentro de su oficio. Trabajará más arduamente y durante más tiempo que cualquier persona que conozca para convencer a la audiencia de que su salto de actor infantil a protagonista de Hollywood, quizás el más aterrador en el mundo del espectáculo, no solo es posible sino inevitable. Se forjará un camino en este mundo paso a paso. Y luego, como hombre, a través de la pura fuerza del deseo y el abandono artístico, intentará convertirse en la siguiente estrella de cine desde que Leonardo DiCaprio se coronó.
Duda de él, si quieres, pero no subestimes sus posibilidades. 23 años después de la pelea, Butler lo recuerda con un divertido asombro. No puede creer que su mamá le haya dicho eso. ¡Dale una paliza! Tampoco puede creer que realmente lo haya hecho. O que más tarde se hiciera amigo de su bully. Es mediados de diciembre y estamos sentados en una mesa trasera del restaurante francés Margaux, dentro del Hotel Marlton, en Greenwich Village.
Son las 3.00 p.m. y acabamos de hacer la rutina invernal en la ciudad de Nueva York, durante la cual, después de soportar una caminata helada, pasas los primeros minutos en cualquier restaurante haciendo pequeñas conversaciones mientras vas eliminando capas de ropa. Él primero se quita un gorro negro, luego un abrigo negro y después una sudadera negra, todo amontonado en los ganchos de la mesa. Solo se queda con una camiseta blanca de manga larga y una camiseta negra de gran tamaño por encima. Su cabello rubio está despeinado. Hay un poco de vello facial de color arena en su barbilla y su labio superior.
Los últimos 18 meses han sido más que surrealistas para Butler
Comenzó el 2023 en una posición que todos los actores sueñan, pero pocos conocen de primera mano, nominado a Mejor Actor por todos las asociaciones de premios importantes. Fue su interpretación de Elvis Presley en la película Elvis, del director Baz Luhrmann, la que lo llevó allí. Y la experiencia, desde las entrevistas hasta las mesas redondas y los podcasts, las sesiones de fotos y las alfombras rojas, fue tan eufórica como agotadora, sin duda.
Cuando la película, una reinterpretación febril de la vida de Presley, debutó con excelentes críticas y una sólida taquilla en 2022, Butler se convirtió en una sensación de la noche a la mañana. Estuvo en la portada de revistas nacionales en Estados Unidos y fue una figura habitual en los programas de entrevistas nocturnos. Los encabezados y foros en línea bloguearon con frenesí sobre su vida amorosa. Las redes sociales estallaron con fanáticos muy ansiosos por el galán. Pero, como la mayoría de las sensaciones de la noche a la mañana, Butler había trabajado durante gran parte de su vida para un papel como el de Elvis, al cual podría entregarse por completo. Un papel que lo catapultaría hasta lo más alto de la lista de cada director de casting.
Elvis le daría todas esas cosas, además de ganarle estatuillas en los Globos de Oro y los BAFTA, así como una nominación al Oscar, pero Butler no es de los que se quedan tranquilos. Mientras la película de Luhrmann estaba en posproducción, el actor se sumergió de inmediato en el rodaje de algunos proyectos importantes que ahora, finalmente, están viendo la luz del día.
Primero, “Masters of the Air”, una miniserie de la Segunda Guerra Mundial de Tom Hanks y Steven Spielberg que debutó en Apple TV+ a finales de enero. (Hanks co protagonizó con Butler en Elvis como el infame representante del cantante, el Coronel Tom Parker, y lo reclutó durante el rodaje). Y también participará en el evento teatral más grande de la primavera, y posiblemente del año, protagoniza junto a Timothée Chalamet la segunda entrega de la franquicia ciberpunk, Dune, del director Denis Villeneuve.
La promoción para estos proyectos se ha intensificado, pero a Butler le espera un merecido descanso. Después de nuestra entrevista, regresará a la Costa Oeste y luego se irá de vacaciones. Ya pasó el fin de semana anterior en San Pablo con el elenco de “Dune 2" en la Comic Con de Brasil. Butler quedó impresionado por los miles de fanáticos que gritaban.
También se sorprendió cuando un proyectil pasó zumbando a su lado por el aire, lanzado desde la multitud, hacia su compañera Florence Pugh. Mientras los actores posaban para su despedida, “Se lo lanzaron como un frisbee”, dice. El incidente sigue fresco en su mente. “Podía escucharlo”. Ffffffffft. La golpeó en la cara. “Era una pulsera de amistad”, dice Butler. Y es muy consciente de la ironía de la situación. “Ese acto no fue muy amistoso”, agrega.
El actor, de 32 años, pasa bastante tiempo en Nueva York
Lo ha hecho prácticamente durante la última década. Se mudó al West Village en 2012 cuando, a la edad de 20 años, consiguió un papel como el chico guapo de la preparatoria en la precuela de Sex and the City, de The CW: The Carrie Diaries. Fue un gran trabajo, aunque no era el tipo de papel que siempre se había imaginado para sí mismo. Butler no siente rencor hacia los proyectos juveniles que lo ayudaron a despegar. ¿Y cómo podría? Todo es una oportunidad para crecer. “Sé que probablemente me incomodaría un poco si viera algunas escenas, porque estás observándote en el proceso de aprendizaje”, dice. “Pero eso fue parte de mi formación. No estaría aquí sin ello”.
Puedes acceder a la entrevista completa de Austin Butler en la edición impresa de marzo de la revista Esquire.
