Si todavía no has visto una cinta mexicana llamada Contraataque, sólo te puedo decir que te estás perdiendo de una historia muy dinámica, llena de suspenso y con un elenco que despide talento y carisma. Contraataque nos narra la historia de un grupo de soldados mexicanos de élite que sufren una emboscada por parte de un cártel de la droga. A partir de ese encuentro se desata una avalancha de disparos y acción, pero también de sentimientos como la amistad, el honor y la valentía. Uno de los actores que forman parte de esta historia de drama y acción es el actor Luis Curiel, con quien tuvimos una grata charla para conocer más detalles y secretos acerca de Contraataque, cinta que hoy ocupa el primer sitio de lo más visto en Netflix.
ESQUIRE: Contraataque está rompiendo cifras en Netflix. Actualmente es la película más vista del servicio de streaming. ¿Que nos puedes decir sobre la sensación de haber participado en esta producción y cómo te sientes ahorita ya viendo en retrospectiva el resultado que consiguieron con ella?
LUIS CURIEL: La verdad me siento muy, muy contento, ha sido muy sorpresivo. Llevamos cinco días de que se estrenó la película y el resultado ha sido sorpresivo para todos nosotros. La respuesta del público, cómo está generando tanta conversación y tantas cosas, tantos TikToks y videos, etcétera. Desde el principio, Chava (Cartas) nos planteó que su intención con esta película era cambiar la narrativa. Ya llevamos muchas películas hablando del otro lado de la moneda, del narco, de la mafia, y yo quiero que los hijos de mis hijos, tengan referentes de héroes. Quiero reivindicar lo que significa ser soldado y defender a la patria y defender a la nación y que eso sea inspiración porque ya estoy harto de que los niños quieran ser narcotraficantes y eso sean sus referentes. Y dónde están los que defienden al país y que tienen buenas intenciones. Entonces, desde ese momento nos prendió mucho el proyecto.
E: Cuéntanos un poco sobre la preparación que tuvo el grupo de actores para este proyecto, y, por supuesto, el proceso que viviste para encarnar a tu personaje, el ‘Pollo’.
LC: Nos prepararon muy bien, estuvimos nueve semanas en entrenamiento con un experto en artes marciales y luego nos encuartelaron una semana con las Fuerzas Especiales. Entonces, cuando empiezas a vivir un proceso así, no hay manera de que no te involucres desde el corazón y desde la entraña y trates de dar tu cien por ciento. Es muy curioso porque no solo son apodos de los personajes, son sus motes de soldados, y eso sucede en la vida real. Entonces tienen un día de bautizo donde, para salvaguardar su identidad, se cambian el nombre y tienen nombres muy chistosos. Por ejemplo, Pikachu, Goku, Freeza. O sea, tienen nombres muy chistosos. Cuando nos acuartelaron fue lo que hizo la diferencia para esta película desde mi punto de vista. Uno puede tener ideas de lo que es ser un soldado, y pues te nutres de las referencias que hay. Pero en mi caso todas mis referencias eran gringas, europeas, y encontré algunas películas italianas, inglesas de soldados. Pero no hay películas mexicanas de soldados. Hay unas cuantas, pero retratan otra realidad.
E: ¿Cómo te llevaste con tus compañeros de reparto en ese periodo en el que estuvieron en el cuartel?
LC: Nos aprendimos a odiar, a querer, a amar, a respetar. Nos volvimos muy buenos amigos. Lo digo con mucho orgullo: no fue fácil, pero en ese sentido fue muy profundo. Porque generalmente cuando haces procesos en otros proyectos, a veces se juega a que nos llevamos bien, y a veces así ocurre realmente, pero solamente se toca la capa de lo que mostramos. Pero en este proceso fue muy profundo. Desde Fidel Cerda, que es experto en artes marciales, estuvimos con él entrenando nueve semanas, y nos ayudó a derribar las barreras del ego de cada uno de nosotros. Entrábamos en crisis, había miedo, había incertidumbre, no sabíamos si realmente íbamos a llegar, no sabíamos si realmente nos sentíamos soldados, pero lo que te puedo decir es que había un compromiso absoluto. Nos dimos cuenta que todos tenemos personalidades muy diferentes. Pero realmente empezamos a hacer una célula. Te puedo decir que realmente nos queremos un chingo, nos amamos, somos grandes amigos, y creo que por eso es el resultado de la película.
E: ¿Cómo fue meterte en la piel de un personaje que tiene miedo, pero que al mismo tiempo también tiene que mostrar una valentía enorme para salvar su vida y la del resto de sus compañeros?
LC: Fue muy interesante y muy bonito, porque yo había diseñado ciertas cosas del personaje y otras me las dictaba mi intuición, pero como que no lograba embonar todas esas piezas que a veces estaban sueltas. Y me acuerdo perfecto de una experiencia con el soldado que nos pusieron para entrenarnos. Era un tipo muy agradable, como el tío que quieres tener. Agradable, bonachón, buen tipo. Pero un día pasó una tropa marchando. Dos soldados ya estaban cansados y aflojaron el paso. Y de pronto el soldado que nos estaba entrenando gritó: “¡Soldados! ¡Levanten las piernas! ¡Quiero escucharlos! ¡Como dice! ¡Otra vez! ¡Una vez más! Para mí fue la revelación. Cómo esta misma persona que estaba hablando con nosotros hace un segundo puede ser esta misma persona con otra energía, con otra voz, con otro cuerpo. Y esas dos personalidades coexisten en una misma persona. Y entonces dije: “¡Claro! ¡Eso es importante!”. Entonces yo empecé a diseñar a mi personaje. ¿Cómo es? ¿Qué le duele? ¿Qué le gusta? ¿Cuáles son sus vacíos? ¿Cuáles son sus necesidades afectivas? ¿Cuál es su relación con su padre, con su madre, con su hermano? ¿Cómo le afecta eso? Y de ahí empezó a surgir la relación con los tenis. La escena de los tenis no era así. Se fue nutriendo de la creación colectiva.
E: ¿Cómo surgió justamente esa escena?
LC: Cuando leímos el guion, el texto decía ‘se jodieron mis tenis’ y ya. Era una línea. Pero pensé que si yo iba a hablar de mis tenis, había una causa detrás. Porque también tengo jodida mi ropa, mi chamarra, tengo jodido todo. Entonces empecé a escribir cuál era mi relación con los tenis. Estos tenis, yo los estuve guardando, no tengo a mi familia, mi familia ya no está conmigo, están muertos. Esa fue mi construcción, mi biografía. Yo estaba guardando estos tenis durante bastantes meses para estrenarlos el día de mi cumpleaños. Empezamos a hablar de la escena y a hacer unas improvisaciones en la cocina y al día siguiente llegamos con Chava y le propusimos eso y le prendió mucho la idea. Chava también hizo aportaciones de texto y lo hicimos en la escena. Y ese tema que era un texto se convirtió en escena y fue la creación colectiva y nos sentimos muy contentos de eso.
E: ¿Qué te gustaría dejar en la audiencia con esa película?
LC: Estamos por encima de todas las producciones gringas, de todas las producciones de todo el mundo. Ahorita nos mandaron las estadísticas y somos así número uno en Egipto, en Portugal, en Croacia. Es una locura y es un producto mexicano. Creo que esto tiene mucho valor, porque para empezar es cine mexicano, es cine latino. Se están cambiando las narrativas, se está reconociendo el papel del ejército, de los soldados. Hay hombres de todo tipo en cualquier profesión. Esta película va de hombres honorables, valientes, comprometidos con su patria. Habla de la amistad, de la hermandad, del equipo, de la cooperación, de la familia, y de cómo ellos representan la fuerza, no solo mexicana, sino latina, de la riqueza de este país. Esta producción también me hace sentir que por fin México está cambiando su pensamiento. Somos una gran raza, tenemos una cultura increíble, somos gente excepcional, y todas las personas que vienen a México se enamoran de sus tradiciones, de su comida, de su gente. Eso es lo que nos da diversidad, entonces saber que somos grandes de espíritu.
E: Un mensaje final para la audiencia…
LC: Agradecer por la cantidad de mensajes de cariño. También quisiera decir que nos sintamos orgullosos de la nación, pero además del cine mexicano, porque se puede hacer buen cine con una buena historia, cambiarle con narrativas nuevas, apostando por géneros que pocas veces se apuestan, y teniendo calidad de exportación y estando a la altura de cualquier película en el mundo. Entonces, hay buen cine, hay que tener valor para hacerlo, pero cuando hay valor, estos son los resultados.
Créditos:
Fotografía: Diego Alanis @dievko
Grooming: Leonel Urdaneta @leonelmakeup
Ropa:
Traje: AllSaints
Camisa: Sandro
Collar: Swarovski