Humaniza Viola Davis a una Presidenta en G20

Más que dar vida a una heroína de acción, la actriz demuestra que la verdadera fuerza está en reconocer nuestra vulnerabilidad.

viola-davis-g20.jpg

En G20, Viola Davis da vida Danielle Sutton, la Presidenta de Estados Unidos, una mujer que no solo enfrenta una amenaza global, sino también los dilemas cotidianos de la maternidad, dudas sobre sí misma y el peso del liderazgo.

Más allá de la adrenalina de las emocionantes secuencias de acción, la película dirigida por la directora mexicana Patricia Riggen permite a Davis explorar los matices de una mujer que, además de ser la líder de una Nación, es una persona con emociones, inseguridades y una fuerza que nace tanto del coraje como de la vulnerabilidad.

Una mujer al frente

Aunque G20 es un thriller cargado de acción, Viola Davis se enfocó en algo más íntimo: la humanidad detrás de esta figura de liderazgo.

“No interpreto a la Presidenta de los Estados Unidos, sino a Danielle Sutton, quien fue elegida presidenta de los Estados Unidos”, explica la actriz. “Cada vez que interpretas a un personaje, tienes que descubrir cuál es su necesidad primordial. ¿Qué es lo que los impulsa? Ella vive por su propio valor”.

Davis retrata así a una mujer que es a la vez líder, heroína de guerra y madre, pero que también sufre del síndrome del impostor y de dudas con las que muchas pueden identificarse en la vida real.

“Lo veo en mucha gente… muchos son probablemente demasiado inseguros para admitir que no se sienten dignos, esa especie de síndrome del impostor que nos persigue toda la vida, incluso tras un éxito. Pero en nuestro interior, llevamos a ese niño que quizá alguna vez bailó frente a mucha gente en un recital y sintió que lo hizo mal. Eso nos persigue toda la vida; y es así con Danielle: una especie de heroína de guerra, que se siente indigna de ese honor”, considera.

Davis aporta una mezcla de fortaleza y vulnerabilidad que no solo enriquece la narrativa, sino que también redefine lo que significa ser una mujer poderosa en pantalla.

“Lo realmente hermoso es que creo que la vulnerabilidad es lo que una mujer aporta al género de acción: cuando se le encomienda liderar una nación entera, debe llevar consigo su vulnerabilidad. Debe traer esa parte de sí misma que dice: ‘¿Puedo hacerlo?’; y si no lo hago, esto es lo que les sucederá a las personas que debo liderar. Y el guión del G20 lo logra de maravilla. Eso es lo que hace que sea aún más atractivo; que no solo te entretienen las secuencias de acción, sino que tiene gran emoción, y un gran humor, gracias a Patricia”, enfatiza.

Una alianza poderosa: Davis y Riggen

El vínculo entre actriz y directora fue realmente esencial para la película.

“Fue destino”, nos asegura Viola. “Patricia tiene talento, visión, valentía y audacia. Es implacable con sus decisiones y, lo mejor de todo, es que es de Guadalajara y se ha enfrentado a los mismos obstáculos que yo en esta industria. Así que se convirtió en una colaboración casi divina de dos mujeres que básicamente comparten la misma experiencia”.

Ambas conectaron no solo mediante una visión artística, sino también, en una sincera amistad.

“Lo que me encanta de Patricia es que no cede su visión del proyecto. Luchó por cada decisión y se mantuvo firme. Por eso tenemos la película que tenemos hoy”, afirma Davis. “Ahora somos amigas para toda la vida, ¿sabes? Porque cocina muy bien -aunque parece que no lo sabe-. Cocina riquísimo y hace margaritas buenísimas”, añade entre risas.

Por su parte, Riggen se sintió respaldada por una protagonista comprometida.

“Creo que soy muy terca en lo que creo y en lo que veo. Luché hasta el final, porque mi trabajo es proteger la película, y creo que la clave fue no dudar de mí misma y seguir creyendo en mí. El hecho de que Viola también fuera productora, además de protagonista. Con su inteligencia, sus instintos y su talento, me hizo más fuerte y me permitió luchar por todas mis ideas”, señaló la directora en la conferencia de prensa.

Prepararse para liderar (y para pelear)

Dar vida a una Presidenta que también pelea no fue tarea fácil; por ello, Viola se sometió a un régimen de entrenamiento.

“Fue brutal. Fueron de tres horas y media a cuatro horas al día, cinco días a la semana, durante tres meses. Así que para cuando llegué a filmar G20, me sentí como en casa. Fue muy divertido, y extremadamente gratificante”, recuerda la actriz.

Pero más allá de lo físico, Viola recalca el reto actoral de lograr a una mujer de múltiples capas.

“Todo estaba en el guion. Ella es una heroína de guerra que no entiende cómo obtuvo la medalla; siente que fue por accidente. Así lo ve ella, y creo que muchas personas también ven así sus propios logros. Eso la hace cercana. Además, es madre de una adolescente rebelde... Hubo que hacer todo un trabajo para construir a ese ser humano que conozco, lo sé porque soy yo. Claro que no tuve entrenamiento militar ni soy Presidenta, pero sí soy una mujer que tiene que compaginar su carrera con la crianza de una hija adolescente. Y eso no desaparece, incluso cuando te conviertes en líder: igual tienes que descubrir cómo seguir haciendo lo que haces”, remarca.

Filmar en Sudáfrica “el paraíso de Dios”

La película se desarrolla en el contexto de la cumbre del G20 en Sudáfrica, por lo que el rodaje se llevó a cabo en locaciones reales de este país. Para Davis, fue una experiencia inolvidable.

“Sudáfrica... yo lo llamo el paraíso de Dios. Tiene todo: la gente, la comida, el paisaje, el corazón. Fuimos de safari, a la Montaña de la Mesa, la inmensidad del océano. Fue fantástico” rememora Viola.

Además del valor visual y cultural de las locaciones, filmar en Sudáfrica añadió una capa extra de autenticidad a la historia, ya que el país asumió la presidencia del G20 desde el 1 de diciembre de 2024 hasta noviembre de 2025. Esta coincidencia no solo refuerza el realismo del contexto político, sino que subraya la intención del equipo creativo de contar una historia global y contemporánea.

Una película de acción que inspira

G20 es más que explosiones, persecuciones y amenazas globales. Si bien la tensión y el suspenso están presentes, también hay espacio para la humanidad y el humor.

“No solo se entretendrán con las secuencias de acción, sino que vivirán una experiencia completa”, destaca la actriz y productora.

Con G20, Viola Davis no solo suma al panorama como heroína de acción, sino que redefine el género inspirando a las mujeres no a negar sus emociones, sino reconocerlas como parte de su fortaleza.

“Quiero que la gente sienta, que las mujeres sientan que no hay nada que no puedan lograr, y que los únicos límites a sus vidas son los límites a su imaginación, que es ilimitada”, concluye Viola.

Te interesará
El éxito y popularidad que ha alcanzado en los últimos años no ha pasado desapercibido para Azzaro, que lo ha convertido en su nuevo embajador mundial.
Cuemanche fue el encargado de diseñar los carteles de las tres ciudades mexicanas que serán sedes del Mundial 2026.
Geraldine Bazán es una mujer multifacética. Invierte su tiempo entre su trabajo como actriz y todo lo que esto conlleva, el cuidado de sus hijas, colaborar con organizaciones benéficas y mantener una buena comunicación con sus seguidores. Sin duda, es una mujer que admiramos.
¿Qué hay detrás de la mente del nacido en Texas que se fue a Nueva York a temprana edad para perseguir el sueño de ser actor?
David Calderón nos revela algunos secretos sobre el quehacer artístico del actor y otras curiosidades sobre sí mismo.
“Creo que cuando no tienes una vocación estás abierto, se te abren muchas ventanas. Yo siempre he estado muy alerta y lo sigo estando”.