Michael Shannon platica en exclusiva para Esquire México
La tarde cae en Sicilia, Italia, cuando Michael Shannon llega a la habitación en su villa para platicar con nosotros vía Zoom. Más que traer aspecto de “estrella de Hollywood”, su atuendo de shorts y una playera estampada lo muestran más como un “turista del mundo”. La respiración entrecortada de sus palabras descubre que ha llegado caminando hasta allí para nuestra cita, de la misma manera que su filmografía denota a un hombre que no ha dejado de avanzar desde su debut en un pequeño papel en Groundhog Day (1993).
En aquella cinta de los 90, que en Latinoamérica recibió dos títulos, “El día de la marmota” y “El hechizo del tiempo”, Shannon era un joven emocionado porque Bill Murray –condenado a repetir su día hasta aprender la lección de ser generoso– le regala boletos para un concierto y lo invita a hacer feliz a su novia. Su sonrisa y su gesto de celebración le brindaban al protagonista la sensación de una misión cumplida.
Tres décadas después, Shannon, de 48 años, no solo ha evolucionado como actor, sino que sus personajes suelen seguir siendo una especie de “aduana” a quienes le rodean, obligándolos casi siempre a definir qué tan dispuestos están a sacrificarse por alcanzar ese grial de conocimiento y madurez o de entregar su existir a la mediocridad, incluso a la oscuridad.
En The Flash (2023), que se estrena este verano, el tiempo es el leitmotiv de la historia de este héroe de DC Comics, cuya habilidad para correr a una supervelocidad le permite saltar a realidades alternas, un mundo conocido como multiverso, para viajar al pasado e intentar evitar el asesinato de su madre.
La cinta, dirigida por el argentino Andy Muschietti (It: part I & II) corre tras la misma estela que dejó la trilogía de Back to the Future (1985-1990), en cuanto explorar las consecuencias de la toma de decisiones. Shannon se cuela en estas carreteras del multiverso con su personaje del general Zod, enemigo de Superman en Man of Steel (2013), para aprovechar la inercia de Flash y regresar más poderoso, amenazando apropiarse de su destino y el de la tierra.
“Nunca veo a mis personajes como villanos. En Man of Steel, Zod solo intenta proteger la perseverancia de su sociedad. El rol de general militar del planeta Krypton le exige no detenerse hasta asegurar que la tierra pueda transformar su atmósfera –sin importar las consecuencias a los humanos– para que los kryptonianos puedan habitarla, recreando la atmósfera a imagen y semejanza de su antigua casa.
“Esa alternativa es francamente lo que muchas personas piensan hoy en día sobre nuestro futuro y nos sintoniza con la realidad, entendiendo que estamos destruyendo nuestro planeta. Esa noción de que algún día podemos aterrizar y vivir en otro lugar del universo, es lo que precisamente el general Zod deseaba hacer. Creo que es ridículo pensar que, por el hecho de destruir la tierra, eso nos da derecho a reclamar otro planeta”, sentencia Shannon, asomándose en él un cierto tono militar al marcar el ritmo sus palabras.
La entrevista completa la encuentras disponible en nuestra edición impresa. No te quedes sin conocer todo lo que nos compartió Michael Shannon sobre su carrera y participación en la nueva película The Flash.