Ambientada en Detroit en 1954, No Sudden Move se enfoca en un grupo de delincuentes que son contratados para lo que parecería un robo simple; pero cuando el plan sale mal, tendrán que buscar a quien los contrató e intentar sobrevivir y en una ciudad compleja y ante muchos juegos de traición y poder. La película, ya disponible en HBO MAX, cuenta con un elenco estelar integrado por Don Cheadle, David Harbour, Benicio Del Toro, Jon Hamm, Ray Liotta, Kieran Culkin, Brendan Fraser y Julia Fox, entre otros, dirigidos por Steven Soderbergh. Platicamos con Don Cheadle y David Harbour sobre esta historia de ambición de grandes corporaciones e individuos, que a pesar de estar situada en los cincuenta, sigue siendo relevante hoy.
El título de esta película significa que no se hacen movimientos repentinos; en ese sentido, ¿qué los motivó a ser parte de este proyecto que se filmó durante la pandemia?
David Harbour: Yo estaba desesperado por volver a trabajar. Amo a mi esposa y a mis hijastros, y tuvimos varios meses de encierro en lo que no hicimos nada más que intentar que los niños estuvieran en clases en línea -fracasando miserablemente-, pero estaba desesperado por volver. El trabajo me ayuda a sentirme cuerdo; si no estoy trabajando siento que me vuelvo un poco loco. En algún momento pensé que regresaría al set de Stranger Things -porque retomaron la producción en septiembre-, pero luego me dijeron que no me necesitarían hasta enero, entonces no sabía qué haría tantos meses. A la par, tenía muchas ganas de trabajar con Soderbergh, lo considero un genio, y cuando me hablaron de este fenomenal guión y de un elenco increíble en un proyecto que además se acomodaba a mis tiempos, ¡fue un regalo después de un tiempo tan difícil! Don Cheadle: De inicio no planeábamos filmar durante la pandemia, empezamos la pre producción antes, y como a dos semanas de empezar, tuvimos que parar, como todo el mundo. Por meses no supimos si íbamos a regresar y cómo sería hacerlo. Me sentí afortunado de ser parte de la película, pero requirió de mucho autoconvencimiento, porque estaba muy nervioso al respecto -y considero que con razón-, pero tuvimos un gran equipo, además de que Steven escribió los protocolos del Directors Guild (Sindicato de Directores) para que todos pudiéramos trabajar a salvo sin contagiarnos mientras filmábamos una historia que dice mucho de Detroit, pero sobre todo de Estados Unidos.
¿Cuáles son sus películas favoritas de este género: gánsteres?
David: Cuando pienso en una película de gángsters me viene a la mente Out of Sight, de Soderbergh, u otra como The Grifters, de Stephen Frears. Para mí esta película también tiene algo de old noir como Double Indemnity, con Barbara Stanwyck, recuerdo escenas con iluminación tenue y personajes fuertes. Don: Devil in a Blue Dress es una película que me divirtió mucho. Steven me mandó Odds Against Tomorrowde la que él definitivamente tomó la energía y el feeling, también de Chinatown, y algunas más, pero lo interesante es que pudimos filmar una noir moderna que nos permitió hacer mucho.
¿Cómo fue trabajar con Soderbergh, quien además de dirigir, fotografió y editó? Y Para ti, Don, hacerlo por sexta ocasión…
David: Al principio su manera de trabajar me confundió, y luego superó mis expectativas. Es un tipo brillante, pero lo que pasa con la gente así de brillante es que creen que estás a su nivel, y no se detienen, van veinte pasos adelante. En este caso era como un show de una persona, porque él dirigía, fotografiaba, operaba la cámara y editaba. Normalmente hay mucha discusión entre los distintos departamentos, pero aquí Steven sabía bien lo que quería, aunque también era muy colaborativo. De inicio sentí como que no me tomaban en cuenta, me sentía poco apreciado, pero después entendí que él estaba viendo muchas cosas, entre ellas a mí. Me sentí en un viaje, un viaje muy inteligente en el que solo había que dejarse llevar, y cuando hice justo eso, todo fue más fácil. En su cabeza la película ya estaba hecha. Se volvió alguien con el que me encantaría trabajar de nueva cuenta. Creo que es fenomenal. Don: Aunque es la sexta vez que trabajamos juntos, siempre es diferente, divertido, y único, por tratarse de Steven. Él es alguien muy preparado, pero con flexibilidad y disposición para escuchar tus ideas: de tu personaje, del guión, de la película… Desde hace tiempo me considero afortunado de pertenecer a su círculo cercano; con frecuencia me manda sus películas para que le dé mis notas y eso es muy cool; que sea alguien que no tiene un gran ego sino que confía en otras ideas y las incorpora. Es increíble estar con alguien así de colaborativo.
¿Estaban familiarizados con el conflicto de la película: el problema con las empresas de automóviles y cómo surgieron los convertidores catalíticos?
David: No conocía los detalles en específico, pero fue interesante aprenderlos. Había escuchado algo, pero cuando leí más del tema y entendí lo que había pasado desafortunadamente no me sorprendió, porque aunque eso haya pasado en los cincuentas, sigue siendo parecido hoy. Las compañías siguen gastando dinero, tiempo, recursos, y a veces hasta sangre de gente, para encubrir cosas solo por bajar sus costos; esa es una macro tragedia. Hay muchos jugadores en el tablero, pero al final, solo somos peones; incluso en la película uno de los personajes reafirma que siempre ha sido así, y que va a seguir siendo así. Don: No, no estaba familiarizado, pero cuando lo supe, desafortunadamente no me extrañó nada.
¿Actualmente conducen un auto eléctrico o es algo que quizás consideran a futuro?
David: Durante mi juventud no tuve coche porque vivía en Nueva York y ahí tomas el metro o caminas. Así que tuve coche hasta que tuve como 35 años. He escuchado que la cantidad de energía que se requiere para fabricar un Tesla supera el beneficio ecológico del mismo, que tendrías que manejarlo 8 años para que fuera rentable ambientalmente. También he leído que es mejor comprar autos usados. A mí me gusta manejar coches manuales, en los automáticos me duermo en el tráfico, así que compré uno usado, pero no es eléctrico. Aunque no manejo un auto eléctrico no por eso voy a dejar de hablar de cuánto quiero cambiar al planeta. Don: He manejado autos eléctricos los últimos 7 años, además, ¡procuro reciclar!
¿Qué otras acciones consideran que podemos implementar en nuestras vidas para contribuir a un planeta más limpio?
David: Considero que no debemos de sentirnos mal por nuestras decisiones individuales, muchas veces te sientes mal si compras una botella de agua, u otros te hacen sentir mal, pero no deberías sentirte así. Lo que sería mejor es intentar influir en escalas más grandes: escribirles a tus legisladores para que cambien las políticas en un nivel más grande. Nuestras pequeñas acciones -que no son lo mejor para el planeta- no son nuestra culpa, son culpa de las macrocorporaciones, por eso necesitamos gobiernos que implementen leyes que las cambien. Solo tenemos que seguir luchando.
Don: No creo que se trate de los individuos, porque nosotros podemos no usar popotes, reciclar, ordenar comida de lugares con envases sustentables, pero de lo que se trata es de la producción a nivel masivo. Como consumidores podemos intentar cambiar nuestros hábitos para que la demande cambie, pero no podemos hacerlo solos, necesitamos demandar que nuestros líderes cuiden mejor de nosotros y que presionen a quienes sí están creando desperdicio a nivel masivo y ambientes tóxicos, para que cambien sus prácticas. Como vemos en esta película, cuando domina la ambición, la gente paga las consecuencias.
Por último, ¿cómo invitarían a nuestros lectores a ver No Sudden Move?
Don: Es importante desconectarnos, tomarnos descansos, energizarnos para regresar más fuertes para todo esto. Ojala esta película sea un distractor para todo, pero al mismo tiempo, hay asuntos importantes, así que si estás atento, te llevarás algo. Creo que la tendencia de estrenar películas en plataformas digitales ya venía desde antes de la pandemia, Steven ha hablado de igualar fechas de lanzamiento en cine y en video hace 10 años. Yo espero que los cines prevalezcan, son una experiencia diferente, única y algo que las personas seguimos queriendo. Espero que no retrocedamos más en estos meses, con las nuevas variantes de COVID y con las personas que están rehusando vacunarse; porque el virus sigue, no se ha ido a ningún lado, aunque la gente actué como que todo está bien
-IE
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“Me encantó trabajar en un equipo de tantas mujeres, la directora: Cate Shortland, además de Scarlet, Florence Pugh y Rachel Weisz generaron una dinámica muy generosa, en la que se podían cuestionar cosas, y se escuchaban puntos de vista. En cambio en las segundas unidades, cuando había hombres, estos querían hacer todo rápido e ir al punto; eso me hacía extrañar la energía que ese grupo de mujeres aportaba al proyecto”, concluyó. Sigue leyendo...
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