Haciendo su debut como María en West Side Story, Rachel Zegler es la nueva estrella de Hollywood y una fuerte candidata a ser nominada al Oscar, de la mano de Steven Spielberg
Entrevista y texto: Mario P. Székely
Rachel Zegler está viviendo su propia película. En 2018, Steven Spielberg avisó a todo el planeta, vía Twitter, que estaba buscando a su María para la nueva adaptación de Amor Sin Barreras (West Side Story, 2021). Más de 30 mil jóvenes después, Rachel fue seleccionada gracias a un par de grabaciones caseras en las que interpretó un par de éxitos del musical de Broadway. Originaria de Nueva Jersey, Rachel tiene ascendencia colombiana y polaca, siendo ideal para protagonizar a la recién llegada María a Nueva York, respaldada por la pandilla de los Sharks de la comunidad de Puerto Rico y lista para conocer a Tony (Ansel Elgort), de la pandilla de los Jets, para tener un amor prohibido con un nativo estadounidense.
El canal de YouTube de Rachel Zegler, en el que interpreta el tema Shallow, de A Star Is Born, tiene más de 11 millones de visitas. Su experiencia actuando era en el teatro de la escuela, con protagónicos en musicales, pero Rachel jamás había estado ante una cámara de cine. Hasta que Spielberg se lo pidió. Platicamos con la joven actriz, quien se ha convertido en la nueva sensación de Hollywood y que suena como una de las posibles candidatas al Oscar por su trabajo en la aclamada nueva versión de West Side Story.
¿Recuerdas ese primer momento que estuviste frente a Steven Spielberg?
Steven llegó conmigo tomado de la mano de su esposa, y del otro flanqueado por su perro. Me estrechó las manos y me vio a los ojos diciendo mi nombre, antes que yo me presentara. Nunca voy a olvidar el tiempo que compartí con él detrás y frente a las cámaras haciendo Amor Sin Barreras. Es algo que jamás podría cambiar o remplazar por nada del mundo.
¿Por qué es importante para Rachel Zegler contar la historia de María?
Mi versión de María proviene de muchas de mis propias experiencias de vida. Obviamente me imponía mucho el actuar por primera vez y sí estuve muy ansiosa y nerviosa todo el tiempo. Tanto Steven como el escritor, Tony Kushner, me motivaron a usar esa ansiedad para abrazar ese miedo adolescente y así energizar mi actuación. Estoy segura que la gente va a decir que yo sabía exactamente lo que estaba haciendo, pero genuinamente, no tenía ni una pista. No soy un prodigio. Al momento de filmar tenía 18 años, como María en la historia. Y como ella, había vivido en el área de Nueva York toda mi vida. También estaba trabajando tiempo compartido, haciendo malabares para manejar mis relaciones personales, en medio de un romance y tratando de no descuidar a mi familia. Todo a la vez. Ser adolescente es difícil. Y aunque se consideren “problemas de la adolescencia”, siguen siendo problemas al final del día. En ese sentido, María termina lidiando también con algunos de los problemas reales del mundo.
Cuéntanos por favor de esa escena en la cual se ven por primera vez María y Tony en el salón de baile, mientras Spielberg orquestaba ese momento a la Romeo y Julieta.
Creo que Ansel y yo formamos un gran equipo cuando hicimos la película. Estábamos intentando crear una creíble historia de amor a primera vista, lo cual es muy difícil, porque los personajes viven su relación en menos de 48 horas. Así que se buscó reforzar la idea de que estas dos personas creen que deben estar juntas por siempre y para siempre. Que harán todo lo que sea necesario para conseguir esa meta. Recuerdo que Anthony (Kushner), el escritor, se nos acercó a Ansel y a mí para la escena del balcón y donde cantamos “One Hand, One Heart”, aconsejándonos. “Hagan referencia al peligro a su alrededor y aún así opten por seguir enamorados”, nos dijo. Para mí, esa es la clave de Amor Sin Barreras.
¿Qué significó tener a una ganadora del Oscar como Rita Moreno en los ensayos y el rodaje?
Rita Moreno ha sido la heroína de todos al crecer. Todos los que conformamos la pandilla de los Sharks estábamos embelesados ante la oportunidad de compartir escenario con Rita. Era una gran mujer que estaba caminando ante nosotros, mientras nos moríamos de emoción sabiendo que la leyenda era real.
¿Cómo respondes a quienes alzan la ceja ante la idea de que un clásico como Amor Sin Barreras se filme otra vez?
Creo que las dudas se están disipando ya al momento de verse nuestra película. Todos reconocemos que la cinta de 1961 con Natalie Wood es una pieza icónica del cine musical y que por eso se ha sostenido en los corazones de millones de personas, pese al paso del tiempo.
Esta versión de 2021 ha tenido la oportunidad de refrescarse en cuanto al desarrollo de los personajes. Hay más contexto histórico sucediendo alrededor del Nueva York de 1957 y una mayor referencia de lo que significaba la realidad de un inmigrante en ese contexto social y político, así como para los de Puerto Rico ser migrantes en la Gran Manzana. Incluso, ser un Jet era ser alguien muy pobre. No había muchas esperanzas de un buen futuro para una chica o un chico en esos tiempos.
¿Qué nos compartes de Natalie Wood, quien dejó a su María para los anales del cine?
¡Oh, Dios! Ella es un icono. Adoro su actuación en tantas películas. Es una de las mujeres más hermosas que hayan existido. Daría lo que fuera porque Natalie siguiera con nosotros. Deseo que esté descansando en paz. ¡Qué inspiración para las jovencitas en Hollywood!
Platícanos qué significa para ti, como colombiana-americana, ser parte de Amor Sin Barreras.
Sé que todos en la producción estábamos muy agradecidos con Spielberg, porque eso es lo que deben hacer las personas en posiciones de poder: dar más posibilidades a quienes no las tienen. Eso nos abre puertas y nos permite contar nuestras historias, contribuyendo en lo que podamos, hasta que nosotros mismos podamos darnos la vuelta y hacer lo que Steven hizo: abrir la puerta para la siguiente generación.
Ansel Elgort canta la icónica canción Maria, y Rachel Zegler es esa chica. ¿Qué sentiste?
Tenía 17 años cuando empezamos los ensayos y podría escuchar en el salón de al lado a Ansel ensayar María. De inmediato comenzaba a llorar. Una ocasión estaba yo en una estación del metro en Nueva York y había un hombre tocando la trompeta por dinero. Comenzó a tocar María y me hizo perder la cabeza (risas). Es una canción icónica.
¿Tienes esperanza para nuestra generación, de que vayamos más allá de los Jets contra Sharks?
Sí, sí tengo esperanza. Y creo que cuando la gente vea nuestra versión de Amor Sin Barreras, se van a dar cuenta que “hay un lugar para nosotros” (“there is a place for us”, del tema Somewhere). Creo que la película va abrir una conversación acerca de nuestras diferencias, similitudes y el darnos cuenta que tenemos más en común que lo que pensamos. Podemos hacer una diferencia en el mundo, si así lo elegimos.
Finalmente, las generaciones más jóvenes tienen una gran obsesión por volverse estrellas e influencers de las redes sociales. ¿Qué consejos les darías?
Constantemente me digo que si pudiera hacer todo esto, sin que fuera reconocida por hacerlo, lo haría sin pestañear. Esa siempre es la raíz de mi recomendación para los jóvenes: “haz algo que amas y que no te importe si nadie se entera que lo hiciste”. Sigue leyendo...
