La toma de posesión de Donald Trump como (de nuevo) presidente de los Estados Unidos fue, como cabría esperar, un evento repleto de figuras públicas. Entre discursos y celebraciones, hubo un incidente en particular que hizo estallar las redes sociales: el comportamiento de Mark Zuckerberg, CEO de Meta, durante la ceremonia.
¿Qué ocurrió? Una cámara captó a Zuckerberg mirando, por decirlo de una forma sutil, el escote de Lauren Sánchez, la prometida de Jeff Bezos, en lo que parecía ser una mirada curiosa (y quizás un poco indiscreta). El video se viralizó rápidamente y, por supuesto, los usuarios de las redes sociales no tardaron en comentar, generar memes y lanzar bromas como si fuera el tema de la semana.
El escote que desató la tormenta
Lauren Sánchez vestía un conjunto que no pasaba desapercibido: un blazer ajustado de Alexander McQueen que dejaba entrever un sujetador de encaje blanco, elegante pero audaz. Esto, claro, no pasó desapercibido por la mirada de Zuckerberg, cuyo vistazo fue rápidamente analizado en detalle por miles de usuarios. “Ojos arriba, Zuck”, bromeó uno de los usuarios en X (anteriormente Twitter), mientras otros se unieron con más chistes del estilo: “¿Zuck perderá su Amazon Prime?”. Las reacciones no se hicieron esperar, y el comentario se esparció como pólvora.
Pero, ¿realmente fue tan inapropiado? Algunos defendieron que, si bien la mirada de Zuckerberg fue ciertamente notable, no necesariamente había malas intenciones detrás. ¿Era simplemente una distracción pasajera o algo más?
I would hate for this picture of Mark Zuckerberg staring down the shirt of Jeff Bezos’ fiancée Lauren Sanchez during Donald Trump’s inauguration to go viral.
— Art Candee 🍿🥤 (@ArtCandee) January 20, 2025
Would be such a shame for Zuck. pic.twitter.com/6NCeFH2Oho
Tensión entre los grandes de la tecnología
A este curioso incidente se le sumó otro detalle interesante: el ambiente tenso entre las figuras tecnológicas presentes en la ceremonia. Zuckerberg, quien comparte una histórica rivalidad profesional con Jeff Bezos, se encontraba justo al lado de Sánchez, quien, por su parte, evitaba el contacto visual con Priscilla Chan, esposa de Zuckerberg. Chan estaba en una animada conversación con Robert F. Kennedy Jr., mientras que Sánchez prefería quedarse cerca de Bezos, sin demasiado interés en interactuar con los demás invitados.
Sin duda, la atmósfera era palpable, con la presencia de titanes tecnológicos como Elon Musk y Sundar Pichai, lo que hacía aún más notoria la distancia entre Zuckerberg y Bezos. Aunque las interacciones fueron discretas, la tensión se sentía en el aire. Sin embargo, la polémica no se limitó a las miradas.
El “like” de Zuckerberg: ¿Un gesto inofensivo o una mala jugada?
A los pocos días del evento, Zuckerberg volvió a ser noticia cuando, sin pensarlo demasiado, dio “me gusta” a una foto sugerente de Lauren Sánchez posando antes del baile Starlight en honor a Trump. La imagen, que mostraba a Sánchez con un vestido ajustado y elegante, causó un revuelo inmediato. Los usuarios no tardaron en especular sobre las posibles repercusiones que este gesto tendría en su relación con Priscilla Chan, con quien Zuckerberg está casado desde 2012.
Este detalle aparentemente inocente se convirtió en un tema candente de conversación, tanto en las redes sociales como en los círculos de chismes. ¿Era simplemente un clic distraído o una movida sin pensar que podría haber puesto a Zuckerberg en un aprieto con su esposa? Aunque no hubo confirmaciones oficiales, el episodio añadió aún más especulación al ya extraño clima social que rodeó esa toma de posesión.
¿Todo fue un malentendido?
Al final, la pregunta que quedó flotando en el aire fue: ¿realmente Mark Zuckerberg actuó de manera inapropiada o todo fue producto de una exageración mediática y una mala interpretación? La verdad es que, con el paso del tiempo, ese pequeño vistazo y el “like” en Instagram se convirtieron en un recordatorio de cómo la vida de los multimillonarios de la tecnología a veces se convierte en un espectáculo en sí misma, alimentado por las redes sociales y la atención constante de los medios.