En la Maison, la excelencia no es una meta sino un punto de partida. Cada reloj y joya es creado con la dedicación y genio de artesanos de habilidades extraordinarias. Estos especialistas representan diferentes oficios y técnicas tradicionales que convierten en realidad los sueños del lujo. Desde los vibrantes Happy Diamonds hasta las Grandes Complicaciones. Esta es una visita detallada al trabajo de los ‘artisans’ de la firma suiza.
El fundidor y guardián del oro ético
En un taller de alta seguridad en Ginebra, Paulo trabaja con dedicación en la fundición de oro, un oficio que Chopard realiza internamente, lo que les permite garantizar que el metal utilizado sea 100% ético. El experto funde este oro, seleccionando minuciosamente las aleaciones que darán el tono ideal, desde el dorado al rojo. Su habilidad en este arte asegura que la marca mantenga un compromiso ético y responsable con el medio ambiente y la comunidad, en general.
Los genios dibujantes
Cada joya comienza con el trazo de un lápiz en manos de los dibujantes Jean-Claude y Mo. Estos artesanos son los primeros en dar vida a una idea a través de croquis detallados y gouaches que se convertirán en el referente para el resto de los especialistas. Su habilidad para crear representaciones precisas de luz y sombra sobre papel ayuda a visualizar cómo la pieza reflejará la luz y cómo sus materiales se integrarán. La destreza con el gouache y otros medios convierte sus diseños en verdaderas obras de arte.
Maquetistas maravillosos
En el taller de Alta Joyería, Laura y Anthony llevan el diseño un paso más allá, dándole forma tridimensional en cera o estaño. Laura trabaja esculpiendo en estaño mientras que Anthony lo hace en cera, empleando técnicas tradicionales que no pueden ser reemplazadas por la tecnología moderna. Ambos añaden alma y detalles únicos a cada modelo, asegurándose de que la pieza final conserve la esencia del diseño original y se encuentre lista para el proceso de fundición final.
El artesano engastador
Carlos, un maestro engastador, es el encargado de unir piedras preciosas y metales de manera que el metal desaparezca, permitiendo que las gemas brillen en su máximo esplendor. En su taller, trabaja en silencio y con una precisión extraordinaria, dominando técnicas como el engaste pavé y el invisible, que permiten que las piedras parezcan flotar. Este nivel de perfección solo se alcanza tras años de experiencia y de dedicación a un oficio que requiere paciencia y un agudo sentido estético.
Ensamblador de grandes complicaciones
Para el relojero Christophe, cada minuto es una obra de precisión extrema. En el taller de grandes complicaciones, dedica su talento a ensamblar el L.U.C Full Strike, reloj que requiere una dedicación y habilidad inigualables. Este guardatiempos es famoso por su mecanismo de repetición de minutos en cristal de zafiro, una innovación que permite un sonido único y puro. El ensamblaje de sus 533 piezas es un proceso que solo un genio con décadas de experiencia puede realizar, logrando que el tiempo cobre una nueva dimensión.
La coreógrafa de los diamantes
Lorena, una artesana conocida como la “coreógrafa de los diamantes”, tiene el delicado trabajo de ensamblar los diamantes móviles en los icónicos Happy Diamonds. En su mesa coloca cuidadosamente los diamantes entre dos cristales de zafiro, lo que permite que estos brillen y se muevan libremente, creando un efecto hipnótico y cinético. Este proceso único dota de vida a los diamantes, permitiéndoles “bailar” en perfecta sincronía con los movimientos de la persona que lleva la pieza.
Decoradora de movimientos
Véronique, artesana decoradora, aplica técnicas como el perlado y el achaflanado en cada movimiento L.U.C. Con una precisión meticulosa, decora los puentes y placas con patrones de “Côtes de Genève” y “soleado”, que crean un efecto visual de ondas y reflejos. Estas decoraciones no solo embellecen el movimiento, sino que también cumplen una función de resistencia y durabilidad, haciendo de cada pieza un objeto hermoso por dentro y por fuera.
El esmaltador gran fuego
Christophe es un maestro en el esmalte Gran Fuego, técnica compleja que requiere precisión y paciencia. Este arte consiste en aplicar capas de esmalte sobre la esfera de un reloj, que luego se cuecen a 800 grados para fijar los colores. El experto utiliza polvos de esmalte mezclados con aceite de pino para crear obras en miniatura que representan desde flores hasta rostros. Esta técnica ancestral requiere un control excepcional, pues cada capa de color debe cocerse por separado para evitar que se mezclen.
Maestro de las grandes complicaciones
Sandro es uno de los pocos relojeros de Chopard capaces de ensamblar movimientos de alta complicación como el tourbillon. Trabajando en el taller L.U.C, monta mecanismos extremadamente precisos que requieren experiencia y habilidad excepcionales. Su especialidad es el tourbillon volante, una complicación que mejora la precisión del reloj al contrarrestar los efectos de la gravedad. Su dedicación asegura que cada pieza de gran complicación sea una maravilla tanto técnica como estética.
Artífice del grabado Fleurisanne
Este estilo de grabado, caracterizado por delicados motivos florales y volutas, adorna los movimientos y piezas limitadas de la marca. Nathalie trabaja a mano alzada, utilizando buriles que ella misma afila, creando esculturas en bajorrelieve que parecen emerger del metal. Este meticuloso trabajo requiere una precisión extrema y años de práctica, pues cada pieza es única e irrepetible, capturando la esencia de la tradición y el arte en su máxima expresión.
La excelencia del pulido
La labor de pulido es esencial para la estética final de cada reloj y joya, y en Chopard, Rodeline y Kevin son los encargados de esta tarea. Rodeline en los relojes, y Kevin en las joyas, utilizan técnicas de pulido manual que incluyen el uso de cepillos de fieltro y ruedas de algodón. Este proceso revela el brillo natural del metal y proporciona un acabado espejo que resalta la belleza de cada pieza. La técnica de pulido en espejo, por ejemplo, permite ver el reflejo del artesano en la superficie, un símbolo de perfección y belleza.
Los aprendices: el futuro del saber hacer
Chopard no solo se enfoca en sus maestros artesanos, sino que también forma a las nuevas generaciones de expertos en sus talleres de Ginebra y Fleurier. Mégane y Benjamin son dos de los alumnos que reciben una formación integral en joyería y relojería, asegurando que estos oficios ancestrales continúen floreciendo. Estos jóvenes pasan años perfeccionando sus habilidades y realizan una “pieza escuela” que marca el fin de su formación, un testimonio de su aprendizaje y de su compromiso con la excelencia de Chopard.