La llegada de Spare, el libro del príncipe Harry, a las estanterías es inminente. Las memorias de Enrique llegan tras un 2022 lleno de sucesos importantes para la vida del royal, empezando por su traslado junto a Meghan Markle a California y el abandono de sus funciones como miembros de la familia real, continuando con la explosiva entrevista televisada con Oprah Winfrey y el morboso documental de Netflix Harry y Meghan, y terminando con la muerte de la reina Isabel II. Después de un año así, cualquiera sabe qué cosas contará el príncipe Harry en sus memorias.
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Por: Antonio Rivera Lo poco que se conoce sobre el contenido del volumen nos llega a través de fragmentos filtrados a la prensa, como el publicado en exclusiva por People, donde Harry relata cómo condujo por el túnel donde su madre, Diana de Gales, murió en un accidente, a la misma velocidad a la que circulaban esta y Dodi Al-Fayed, su novio de entonces, en el momento de la colisión.
Según el extracto, un joven Harry de 23 años se encontraba en París para asistir a la semifinal de la Copa Mundial de Rugby de 2007 cuando decidió tratar de revivir los últimos segundos de vida de su madre, Lady Di. La competición le asignó al royal un chófer y este le preguntó, en su primera noche en la Ciudad de la Luz, si conocía el túnel en el que había muerto su madre: el Pont de l’Alma. Diez años antes, en agosto de 1997, el Mercedez Benz en el que viajaban Diana de Gales, Dodi Al-Fayed, el chófer Henri Paul y el guardaespaldas Trevor Rees-Jones se había estrellado contra una columna en su interior, durante una huida de los paparazzi. Todos, menos el guardaespaldas, murieron.
La Prueba
Según las memorias, Harry le dijo al conductor que quería pasar por ese mismo túnel. Ante la perplejidad del chófer, el príncipe especificó: “A 104 kilómetros por hora, para ser precisos”. Esa era la velocidad exacta a la que, según la policía, circulaba el coche de Lady Di cuando chocó con la columna, y no a 190, como la prensa había informado en un primer momento. (La traducción de todos los extractos del libro es nuestra, a partir del inglés de la edición original). El príncipe recuerda cómo su acompañante, a quien menciona como Billy the Rock, añadió que, si el chófer revelaba alguna vez a algún otro ser humano lo que el príncipe le había pedido, lo encontrarían y le harían vivir un infierno. El conductor asintió y se puso en marcha. “Llegamos a la boca del túnel y pasamos sobre el bache a la entrada del túnel, el resalto que supuestamente sacó el Mercedes de mamá de la carretera. Pero el bache no fue nada. Prácticamente ni lo sentimos”, cuenta Harry en el extracto de sus memorias. En pocos segundos, el royal y sus acompañantes estaban fuera del túnel. “¿Esto es todo? No es… nada. Solo un túnel recto”. Al parecer, Harry siempre había imaginado el subterráneo en el que murió su madre como un pasaje de trazado complejo, peligroso en sí mismo, pero lo que encontró aquella noche en París fue un túnel normal y corriente. Al salir del túnel, Harry miró por la ventana y dijo: “Otra vez”. “¿Otra vez?”, preguntó el conductor, extrañado. “Sí. Por favor”. El chófer atravesó de nuevo el mismo túnel, a la misma velocidad a la que circulaban los pasajeros del Mercedes de Diana de Gales en el momento del fatal choque, como le había pedido el príncipe. Harry describe aquella experiencia en sus memorias como una “muy mala idea”: “Había tenido muchas malas ideas en mis 23 años de vida, pero aquella fue especialmente equivocada. Me había dicho a mí mismo que quería cerrar aquel episodio, pero en realidad no quería. En el fondo, esperaba sentir en ese túnel lo que había sentido cuando JLP me dio los archivos policiales: incredulidad. Duda. En cambio, aquella fue la noche en la que desaparecieron todas las dudas”. El royal recuerda en su libro aquel momento como el instante en el que asumió verdaderamente la muerte de su madre: “Creí que conducir por el túnel pondría final, o al menos suspendería temporalmente, el dolor, esa década de dolor incesante. En su lugar, significó el comienzo de Dolor, Part Deux”.
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