Kerry Francis es un hombre que dice sentirse orgulloso por tener en su poder la que quizás sea la colección más grande en el mundo de relojes de Mickey Mouse. La misma se compone de 8 mil 55 ejemplares que comenzó a coleccionar desde la década de 1960 como protesta por la Guerra de Vietnam.
A pesar de que el ratón de Disney no es el único personaje que Kerry colecciona en sus más de 10 mil relojes, sí es el más importante. En su extensa colección también hay espacio para personajes famosos como el Pato Donald, pero Mickey es el protagonista de casi todos sus ejemplares. Y es que este personaje tiene una larga historia con el mundo de la relojería.
Todo comenzó en 1933, cuando dos grandes empresas estaban al borde de la quiebra. Por un lado, estaba Ingersoll-Waterbury, una marca de relojes con raíces en un negocio de correos de Nueva York, que más tarde se convertiría en Timex. Por otro lado estaba Disney.
En un giro inesperado, un hombre llamado Herman “Kay” Kamen, experto en marketing y ex vendedor de sombreros, fue el salvavidas de ambas compañías. Curiosamente, Kamen casi arruina todo: se quedó dormido durante la presentación. Sin embargo, al despertar, tuvo una idea que cambiaría la historia: un reloj con la imagen de Mickey Mouse, cuyas manecillas, con guantes amarillos, daban la hora de manera alegre y juguetona.
La respuesta fue arrolladora. El mismo día que el reloj salió a la venta, Macy’s vendió 11.000 unidades, y en apenas dos años, Ingersoll contrató a 2.800 personas para hacer frente a la demanda. Para sellar su legado, un reloj Ingersoll Mickey original fue colocado en una cápsula del tiempo en la Exposición Universal de 1939, y así nació una tendencia que desencadenaría una ola de relojes de personajes. ¡Mickey había dado la hora, pero también había marcado una era!
Lewis cuenta que su primer reloj lo compró en 1969, en una tienda de segunda mano del Ejército de Salvación durante el conflicto de Vietnam. Fue un Ingersoll Mickey Mouse de 1938. “Llevar un reloj Mickey Mouse no era realmente una forma de protesta, sino un reconocimiento de que no estabas contento con nuestro entorno. En ese momento, parecía ser un tipo de protesta silenciosa. Creo que pagué 75 centavos por él. Todavía lo conservo”, afirma.
En entrevista para una de las ediciones internacionales de Esquire, Lewis afirma que “soy un tipo de aspecto rudo. Mido más de 1,90 y peso entre 105 y 118 kilos, no soy obeso ni mucho menos. Pero cuando llevas un reloj de personajes, la gente suele decir algo al respecto. Así que el atractivo es ver la reacción de la gente. Sé que muchos ejecutivos hacen lo mismo. Llevan un reloj de 20.000 dólares en una reunión de oficina con un personaje. Eso demuestra que eres independiente y que no te importa lo que piense la gente, porque eres el jefe”.
¿Qué pasará con la majestuosa colección de este hombre cuando ya no se encuentra en este plano terrenal? Él mismo dice que sus ejemplares irán a parar a un pequeño museo de Disney que se abrirá cerca de su casa. “Así que, o se lo quedan ellos o mis hijos hacen un gran mercadillo, no sé cuál de las dos opciones”, comenta divertido.
Si quieres ver la colección de relojes de Kerry Francis, puedes visitar su cuenta de Instagram, la cual es casi un museo digital de relojes relacionados a Mickey Mouse y otros personajes de la cultura pop.