Desde hace más de 200 años, BOVET 1822 ha sido sinónimo de excelencia y maestría en el mundo de la alta relojería; sin embargo, a partir del 2001, luego de que Pascal Raffy, empresario y entusiasta de la alta relojería, se convirtiera en único dueño de BOVET 1822, la compañía alcanzó “el pináculo de las artes relojeras”. Y su nuevo lanzamiento, el Virtuoso XI sin duda hace honor a este hito.
El Virtuoso XI es el primer modelo totalmente esqueletizado de BOVET 1822. Esto gracias a que Raffy ha insistido durante más de dos décadas en la importancia de mostrar el movimiento, para exhibir su pedigrí de alta relojería, y de reforzar a la vez el compromiso de la Maison con las artes decorativas.
No cabe duda de que los modelos esqueleto, al exponer toda su complejidad mecánica, son particularmente irresistibles. ¿Quién no disfruta contemplando el virtuosismo mecánico de un movimiento de alta relojería? Admirar los giros y rotaciones del tourbillon, la complejidad de los engranajes, las líneas sensuales de los puentes, el acabado de las placas, y todo, con el máximo detalle, es una auténtica delicia.
El Virtuoso XI es el más reciente integrante de la colección Virtuoso, que debe a su nombre al término con el que se distingue a los mejores músicos del mundo. Una voz que puede extrapolarse a la calidad de los artesanos de la Maison.
En las entrañas del reloj
La dificultad del proceso de esqueletización de un movimiento es doble. Por un lado, se debe eliminar suficiente material como para realzar la estética y mostrar los mecanismos internos. Por otro, esta reducción no puede afectar a la resistencia del reloj ni a su correcto funcionamiento. Si se reducen demasiado los puentes, por ejemplo, podrían deformarse y comprometer la eficacia del movimiento.
Por este motivo, el movimiento con tourbillon volante del Virtuoso XI, empleado por primera vez en el Virtuoso VIII (2017) y ya dotado de finos y sofisticados detalles, se ha rediseñado por completo para poder esqueletizarse. En concreto, se ha prescindido del movimiento original con fecha grande, el tren de engranajes se ha reubicado en un emplazamiento más estético y todo el diseño se ha planteado para su esqueletización. Desde el principio, los puentes y placas se fabricaron lo más finos posible y, por cuestiones de estructura, no podían reducirse más. Debido a la angulación y al biselado, parecen más delgados de lo que son en realidad.
Sin embargo, Pascal Raffy no se conformaba únicamente con aplicar el arte de la esqueletización a este reloj. Estaba decidido a crear algo único y, por eso, tomó la decisión de grabar las dos caras de los componentes del movimiento. En los relojes a corazón abierto normales, los movimientos suelen estar muy juntos, sin mucho espacio entre los puentes y las ruedas, por lo que grabar ambos lados resulta demasiado difícil y no tendría sentido porque quedaría oculto.
El movimiento del Virtuoso XI se ha concebido y diseñado desde el principio para dejar un espacio suficiente que permita grabar los puentes y las placas en ambas caras y poder contemplarlos. El resultado es, sencillamente, excepcional: el movimiento de alta relojería más transparente fabricado en la historia de BOVET, que deja a la vista todos sus entresijos.
Acabado a mano
Una vez fabricados los componentes, llega el momento de acabarlos a mano. Todos se biselan y angulan para preparar el siguiente paso: el grabado. El acabado es posible gracias a la pericia de los artesanos, que saben cuánto material retirar para lograr una forma y simetría perfectas. Algunas piezas tardan horas en biselarse y angularse. De hecho, si se elimina demasiado material, se deberá descartar la pieza y volver a empezar de cero.
Movimiento de fabricación propia
El movimiento con tourbillon volante que impulsa este excepcional reloj cumple con los exigentes criterios de cronometría, fiabilidad y expresión de BOVET. Además, garantiza una reserva de marcha de 10 días, está equipado con el tourbillon volante de doble cara patentado por BOVET, y tanto el muelle como el órgano regulador se fabrican internamente.
Dos versiones disponibles
La caja del nuevo Virtuoso XI es de oro blanco de 18 quilates, en versión grabada o pulida, y con o sin engaste de diamantes blancos brillantes.
Virtuoso XI, ficha técnica
- Primer modelo totalmente esqueletizado de BOVET 1822
- Movimiento: mecánico de cuerda manual con tourbillon volante de doble cara patentado
- Reserva de marcha: 10 días
- Caja: oro blanco de 18 quilates de 44 mm con forma de atril. Disponible totalmente grabada o pulida, con o sin engaste de diamantes
- Funciones: completamente esqueletizado y grabado; horas, minutos y segundos; tourbillon volante de 60 segundos
- Hermeticidad: 30 metros
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