Elementos del Gobierno de Estados Unidos están “discutiendo si el Gobierno puede someter algunas de las empresas de Elon Musk a revisiones de seguridad nacional”, informó Bloomberg, “incluido el acuerdo de compra de Twitter Inc. y la red satelital Starlink de SpaceX”. (La administración de Biden está minimizando el reportaje). Según los informes, los federales están preocupados por la reciente postura de Musk sobre poner Starlink a disposición de las fuerzas de defensa ucranianas y por “su postura cada vez más favorable hacia Rusia” en público. Para esto último, citan la reciente promoción que ha llevado a cabo públicamente de un acuerdo de paz que incluye términos que consideran favorables para el presidente ruso, Vladimir Putin. Agregaríamos sus recientes intercambios en twitter con el apéndice de Putin, Dmitry Medvedev, sobre la incursión rusa en Bajmut. Las fuerzas rusas (incluido el Grupo Wagner, el ejército mercenario de Putin), están librando un sitio sangriento en esa ciudad en el óblast de Donetsk al este de Ucrania.
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Por: Jack Holmes Para algunas personas, la conclusión aquí podría ser sencilla: el “Estado Profundo” (o cualquier élite -globalista, costera o la que elijas-) está intentando evitar que Musk compre Twitter y lo libere como una plataforma para la libertad de expresión, y están usando una nueva versión de “Rusia, Rusia, Rusia” para hacerlo. Pero cuando uno considera todo lo que ha dicho y hecho en público, ¡desde prácticamente el momento en que anunció su intención de comprar Twitter!, es muy difícil llegar a la conclusión de que realmente quiere comprar Twitter.
Elon Musk quería comprar Twitter, ¿sí o no?
Si bien inicialmente reveló algunos de los objetivos políticos que perseguía, como parte del discurso de uno de sus múltiples personajes: el magnánimo campeón de la libertad de expresión. Musk lanzó también rápidamente un segundo personaje, uno que se la pasaba antagonizando con la izquierda. A veces, incluso tomó prestado del discurso de Trump señalando: "¡La extrema izquierda odia a todos, incluidos ellos mismos!” Poco después, comenzó a protestar públicamente contra el problema de los bots de Twitter, algo que inicialmente dijo que iba a solucionar con la adquisición de la plataforma, y dañó las acciones de la empresa cuando ya estaba dispuesto a pagar una prima por ella. Este comportamiento lo hizo cada vez más desagradable para los empleados de Twitter y para una gran parte de la base de usuarios.
Eventualmente, el tema de los bots se convirtió en su justificación predilecta para echar por tierra el trato cuando anunció que terminaría el acuerdo de fusión. Twitter lo demandó, alegando que no tenía bases para salirse del acuerdo y que estaría obligado a completarlo. Como parte de estos procedimientos, mensajes de texto de Musk se hicieron públicos en documentos judiciales y parecía probable que fuera llamado a declarar. Dio marcha atrás y dijo que cumpliría con el acuerdo de fusión y compraría Twitter a 54,20 dólares la acción, una vez más, una gran prima.
¿Decisiones empresariales?
Ahora, Musk ha pasado semanas dando a entender que podría dejar de proporcionar ayuda tecnológica a los ucranianos y presentando una postura cada vez más prorrusa, básicamente con una propuesta de paz (ofrecida en Twitter, naturalmente) que indignó a Ucrania. Musk ha citado el costo de proporcionar Starlink, que según él es de 80 millones de dólares hasta el momento. (Si bien se debe elogiar a Musk por esta ayuda a la defensa de Ucrania, no podemos tomar las afirmaciones públicas de Musk sobre el estado financiero de sus empresas sin escepticismo). Y dijo, sobre el conflicto en Ucrania, que solo quiere evitar más derramamiento de sangre y la posibilidad de una guerra nuclear, lo que es bastante justo, aunque no está claro por qué describiría a Crimea convirtiéndose en parte de Ucrania como “un error de Jruschov”. Tampoco explica por qué está chateando públicamente con Medvedev, o por qué ha hecho tanto de lo que ha hecho públicamente cuando podría buscar fácilmente otros canales. Se ha hecho público que Musk planea despedir al 75% del personal de Twitter cuando tome el control. ¿Es esto realmente lo que dices públicamente antes de adquirir una empresa que realmente quieres adquirir? ¿Te alinearías repetidamente con un tipo que hace comentarios antisemitas a diestra y siniestra? Si estuvieras comprando una de las plataformas de información más importantes del mundo, que tú mismo presentas como la plaza pública de Internet, ¿pasarías las semanas en las que supuestamente estás cerrando el trato comportándote de esta manera?
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