También te decimos cómo evitarlas.
¿Te has encontrado con manchas amarillas y calcáreas escondidas bajo tus uñas? Si estás pensando “Qué asco, ¿qué es eso?”, No te asustes: en realidad es bastante común y tratable.
Esa sustancia calcárea probablemente son residuos de queratina, que se forma cuando la proteína queratina (una proteína fibrosa que se encuentra en las uñas y en la capa externa de la piel) se rompe, generalmente debido a una infección por hongos. Si no se trata, puede propagarse a otras áreas. Básicamente, se trata de una sustancia amarillenta, espesa y con aspecto de tiza que aparece en las uñas y generalmente es filosa y quebradiza al tacto.
Si bien puede parecer extremo, la afección es bastante común y representa aproximadamente la mitad de todos los trastornos de las uñas, dice la médico Sonia Batra, dermatóloga en California, y co-conductora del programa de televisión The Doctors.
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“Los restos de queratina en las uñas son el resultado de una infección fúngica. En términos médicos, esto se llama onicomicosis o tinea unguium”, dice Batra.
La infección por hongos descompone la queratina en la uña para formar una sustancia de color blanco o amarillo debajo de la placa de la uña.
“A medida que la queratina se esparce por debajo de la uña, la placa de la uña generalmente se levanta del lecho ungueal. Esta separación crea un bolsillo tibio y húmedo, que es aún más propicio para la infección”, explica Batra.
La placa de la uña se engrosa debido a la infección por hongos, con restos de queratina quebradiza debajo de la uña. Las uñas a menudo son más frágiles y ásperas, dice ella, lo que hace que facilita que se adhieran a la ropa u otros materiales.
Para evitar la formación de restos de queratina, debes esforzarte para evitar contraer una infección fúngica. Mantén tus uñas limpias y alejadas de las áreas llenas de gérmenes, y usa chanclas o sandalias de ducha en áreas húmedas, como piscinas públicas o duchas, dice Batra. Cuando salgas de la ducha, seca bien tus pies para que la humedad no se acumule entre los dedos.
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“Si se produce una infección fúngica de la piel (comúnmente conocida como pie de atleta), usa una crema antifúngica para tratarla antes de que se extienda a las uñas. Además, mantén las uñas cortas para evitar que hongos o bacterias encuentren un lugar seguro debajo de la ellas”, sugiere.
Si los restos de queratina no desaparecen con el tiempo, es posible que necesites una intervención adicional. “Algunos dermatólogos y podólogos tratan hongos en las uñas de los pies y los restos de queratina resultantes con láseres”, dice Batra. “Se puede usar un rayo láser de infrarrojo cercano para pasar directamente a través de la uña y vaporizar el hongo, la candidiasis o el moho que está causando la infección”. El tratamiento generalmente requiere de dos a cuatro sesiones para matar al hongo lo suficiente; cuando se completa, por lo general, una uña sana vuelve a crecer entre los 9 y 12 meses.
Tu médico también podría recetar geles o cremas antimicóticas tópicas, lacas y soluciones líquidas que se pueden aplicar tópicamente a las uñas, o medicamentos antifúngicos orales, como Terbinafina o Itraconazol, dice ella.
Por encima de todo, si no experimentas ningún dolor en las uñas, no intentes eliminar los restos tú mismo. “Excavar agresivamente debajo de la uña puede empeorar la infección”, explica. Por lo tanto, si crees que tienes restos, no te asustes, simplemente acude a tu dermatólogo para descubrir cuál es el mejor tratamiento.
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