El confinamiento por Covid cambió por completo nuestras vidas; para bien y para mal, aunque valdría la pena reflexionar si volverse antisocial o cancelar planes en el último momento entra en la última categoría. Un grupo de los más beneficiados sin duda fueron los fitfluencers, esos hombres y mujeres con cuerpos de Olympians, de gladiadores y amazonas, que supieron aprovechar la oportunidad para crecer su marca personal, al grado de que hoy están en pleno apogeo. Con perfiles en Instagram clasificados como “entrenador personal/modelo” que incluyen distintas cualidades como “dietista” o “experto en nutrición” se han encargado no solo de publicar miles de thirst traps sino de vender planes que rayan en la línea de aquellos reality shows famosos por sus makeovers. En el caso de las mujeres, “Al diablo el body positive”. En el de los hombres es más un “¿Valdrá la pena decirle adiós a mi dad bod?”.
Lo que dice la ciencia y la investigación cualitativa
A muchas mujeres les parece atractivo un dad bod. No preguntes el porqué, solo hay que dar las gracias. Aunque las encuestas y los estudios se han contradicho una y otra vez a lo largo de los últimos años. Un artículo de The Guardian señaló que el 75% de las encuestadas prefería un “tipo de cuerpo masculino más suave”, mientras que un texto de T-Nation (sitio especializado en acondicionamiento físico) incluyó los resultados de un estudio en el que las 160 mujeres participantes designaron como ganador al que más se acerque al tipo Adonis. Otro estudio citado concluyó que “los abdominales, oblicuos y glúteos obtuvieron los puntajes más altos en los niveles de musculatura deseados”, dejando en vergüenza a la ligera “pancita chelera” característica del dad bod.
Body positive for men
Existe, pero no se habla lo suficiente y va más allá de amar a tu dad bod. Por años he escuchado que a la mayoría de los caballeros nunca les ha importado tanto su apariencia -aunque han admitido sentir cierta incomodidad en traje de baño si no están en forma-, sin embargo los tiempos han cambiado y los roles se han invertido. Mientras que para las mujeres el body positive es el movimiento que lucha por la aceptación de nuestros cuerpos imperfectamente perfectos (no solo por cuestiones de peso), los hombres han demostrado invertir más que antes en su apariencia y arreglo personal no necesariamente por causa del body shaming, que le sucede mayormente a las féminas. Cuando el body positive “fracasa”, las razones de una mujer son diferentes a las de un hombre; más como una presión o reto para ella y una invitación a “sentirse mejor” o un boost de autoestima para él. El artículo “Perdí mi dad bod y mi confianza se ha disparado” de The Telegraph publicado el mes pasado es una prueba de ello.
¿El sexo es mejor?
Esta pregunta es tricky. Nuevamente nos topamos con contradicciones. “6 razones por las cuales los hombres que van al gym son mejores en la cama” y “¿Tu rutina de gimnasio está arruinando tu vida sexual?”, ambas notas de Men’s Health Estados Unidos ponen en cuestionamiento la relación entre el entrenamiento, el desempeño y rendimiento, así como la libido. Por supuesto que si te preguntan con quién preferirías pasar una noche loca, si con un dad bod o con Christian Hogue, pues bueno, me atrevería a decir que el 90% de las mujeres escogería al reconocido modelo. Lo que no significa que el sexo sea mejor, pero sí se siente una diferencia -lo he experimentado. Por supuesto que influye la técnica y nada tiene que ver con el amor, es un aspecto meramente carnal. El perfecto One-Night Stand para todo mundo, aunque la sesión sea la más sosa o corta del historial, se vuelve memorable.
¿Conclusión? Si eres tan exitoso como Leonardo DiCaprio, el dad bod no parece un dilema ni un problema en absoluto. Mucho menos está en peligro de ser aniquilado por un fitfluencer.
