El sonido de cuando te tiras uno puede depender de muchas cosas.
Todo el mundo se tira pedos. De hecho, una persona promedio se pedorrea unas 14 veces al día, emitiendo en promedio un volumen de gas de medio litro, asegura Michael Rice, gastroenterólogo de la Clínica de Medicina Gastroenterológica de la Universidad de Michigan.
Eso es mucho aire. Sin embargo, no todos los pedos que lanzas son iguales. De hecho, algunos se mantienen sutilmente inadvertidos, mientras que otros, bueno, pueden escucharse en el departamento de a lado.
Entonces, ¿por qué tus pedos suenan diferente? ¿Y hay algo que puedas hacer para que un pedo ruidoso se convierta en un pedo silencioso?
En primer lugar, los pedos dependen de muchas variables, que incluyen lo que comes, bebes y los movimientos de tu cuerpo cuando escapa el gas.
“A medida que los alimentos se digieren, los gases como el dióxido de carbono, el metano y el hidrógeno se acumulan en los intestinos y se abren camino”, explica el doctor Rice.
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Los intestinos se contraen y mueven su contenido, incluido el gas a través de la peristalsis, o las contracciones que mueven los desechos a través de tu tracto digestivo, hacia tu ano. Pequeñas burbujas de gas se unen a burbujas de gas más grandes en su camino hacia las salidas, y cuando tu cuerpo deja salir esos gases, eso se convierte en tu pedo.
Los sonidos de tus pedos dependen de las vibraciones producidas cuando el gas sale del canal anal, comenta el Dr. Rice. A pesar de la creencia popular, los ruidos de tus pedos no tienen nada que ver con el aleteo de tus nalgas.
El sonido de los pedos está muy determinado por su velocidad de expulsión así como por la forma y el tamaño de la abertura del esfínter anal en el momento del paso”, asegura la Dra. Rice. Lo compara con un instrumento musical: cuanto más pequeño es el tamaño del punto de salida, más alto es el tono, y tal vez más agudo. Y cuanto mayor sea la apertura en este momento, menor será el sonido.
Es probable que haya muchos factores en general que determinan el tamaño del ano en ese momento del pedorreo, incluido el tono general de reposo del ano y otros factores de comportamiento”, explica la Dra. Rice. “Puedes manipular el sonido de los pedos relajando y apretando el esfínter anal externo y el diafragma para cambiar el tono, el volumen y la duración de los sonidos”.
Ese esfínter anal se aprieta de forma similar como si estuvieras tratando de aguantar la popó, y dado que la apertura suele ser más apretada, esto podría llevarte a un pedo más corto y escandaloso (por eso te gusta el olor de tus propios pedos).
Y la velocidad de expulsión, o qué tan rápido sale el aire de tu cuerpo, también juega un papel. Si el aire sale más rápido, es más probable que tu pedo suene más fuerte.
Además, si el aire ingerido está activando a tu pedo, como es el caso en la mayoría de los pedos, tiende a ser más ruidoso (pero menos apestoso), explica el Dr. Rice. Si tu pedo es impulsado principalmente por la digestión y la fermentación bacteriana, tenderá a ser más pequeño en volumen y sonido, pero más apestoso.
En la mayoría de los casos, si tu pedo es fuerte, suave, chirriante o sonoro, realmente no hay nada de qué preocuparse. Pero hay algunas ocasiones en que tus pedos pueden indicar un problema médico. “Considera buscar algún consejo médico de tu doctor si los pedos son síntomas asociados de incontinencia fecal, frecuente paso involuntario de gases, molestias abdominales persistentes, distensión abdominal o fluido de sangre”, sugiere el Dr. Rice.
Puede que tu médico te pregunte sobre tu dieta, patrón de evacuación intestinal, antecedentes familiares u otras afecciones médicas y examinarla para determinar si puedes tener una afección médica que requiera una evaluación o tratamiento adicional por problemas como el síndrome del intestino irritable (IBS), colitis ulcerosa, cáncer de colon u otras afecciones gastrointestinales (para obtener más información sobre salud, regístrate en nuestro newsletter ).