Si eres de los que les gusta estar en forma, seguramente ya sabes que no todos los ejercicios son iguales. Algunos te parecen fáciles, mientras que otros los aborreces por completo. Y es que hay movimientos que, aunque odies, tienen beneficios impresionantes para tu cuerpo. ¿Te suena la frase “sin dolor no hay ganancia”? Pues algunos de estos ejercicios son justamente eso: un desafío necesario para que tu cuerpo mejore.
Aunque estos ejercicios pueden ser incómodos o desafiantes al principio, su impacto en tu rendimiento físico es innegable. Si te enfrentas a ellos con paciencia y progresión, no solo verás mejoras en tu fuerza y resistencia, sino que también ganarás confianza en ti mismo. ¡No los dejes fuera de tu rutina!
Aquí te dejamos 5 ejercicios que quizás no disfrutes, pero que son fundamentales para que sigas avanzando en tu entrenamiento.
1. Planchas
Las planchas son el terror de muchos, especialmente cuando no sabes cómo hacerlas correctamente o si estás probando una versión demasiado avanzada. Sin embargo, son uno de los mejores ejercicios para fortalecer tu core, mejorar la postura y ganar estabilidad en todo el cuerpo. Si las evitas, estás perdiendo muchos de sus beneficios.
Consejo: Comienza con una versión más fácil. Si te cuesta, hazlas con los antebrazos y las rodillas en el suelo, o incluso apoya las manos en una silla o mesa resistente para reducir la dificultad. Así podrás ir incrementando poco a poco la intensidad sin forzar demasiado.
2. Saltos
Ya sean saltos de tijera o sentadillas con salto, los ejercicios que incluyen un componente de salto suelen ser odiados. El impacto sobre las articulaciones puede ser incómodo si no los realizas correctamente, pero son perfectos para mejorar tu explosividad y resistencia cardiovascular.
Consejo: Para reducir el impacto, mantén las rodillas ligeramente flexionadas al aterrizar y toca primero con los dedos y la planta de los pies, no con el pie entero. Comienza despacio: haz subidas al cajón antes de pasar a saltos más grandes.
3. Sentadillas
Las sentadillas son esenciales para tener unas piernas fuertes y funcionales, pero para muchos son todo un reto. Aunque pueden resultar incómodas, son fundamentales para la movilidad general y la fuerza de la parte inferior del cuerpo.
Consejo: Empieza con una versión sencilla: siéntate en un banco y levántate repetidamente. Luego, prueba a hacerlo con una pierna a la vez. Gradualmente, podrás hacer sentadillas sin apoyo y, cuando te sientas más seguro, añadir peso.
4. Peso muerto
El miedo al peso muerto suele venir por no entender bien su técnica o por el temor a lesiones en la espalda baja. Sin embargo, este ejercicio es uno de los mejores para fortalecer isquiotibiales, glúteos y espalda, lo que te ayuda a evitar lesiones en el futuro.
Consejo: Si eres principiante, empieza con mancuernas ligeras y céntrate en mejorar tu técnica. Trabaja en la movilidad de caderas y pélvis, y ve incrementando el peso progresivamente. Si es necesario, pide a un experto que revise tu postura para evitar errores.
5. Burpees
Los burpees son los más odiados de todos. La combinación de flexión, salto y cambio de posiciones puede ser agotadora, pero son un ejercicio completo que mejora la resistencia, la fuerza y la capacidad cardiovascular.
Consejo: No hace falta hacer burpees a máxima velocidad ni con toda la complejidad de un movimiento avanzado. Empieza con una versión básica: salta a la posición de plancha, omite la flexión si no puedes, y avanza un pie a la vez hasta volver a estar de pie sin saltar. Ve aumentando la velocidad a medida que te vayas sintiendo más cómodo.