Aquí te decimos la forma de detenerlo y de evitar que te vuelva a pasar.
Sudar un poco puede provocarte una sorpresiva necesidad, la de rascarte.
La comezón en la piel es de hecho una reacción muy común al hacer ejercicio, indica el doctor Michael J. Ryan, profesor de ciencias del ejercicio en la Universidad Estatal de Fairmont.
Cuando comienzas a hacer ejercicio, tu corazón bombea más sangre a los músculos que están trabajando, como tus muslos cuando corres o tu pecho cuando haces press en banca. Esto llena millones de vasos capilares.
?Al expandirse los capilares, empujan hacia fuera, estimulando células nerviosas aledañas, las cuales mandan señales a tu cerebro?, explica Ryan.
¿El resultado? Tu cerebro traduce estas señales como comezón.
La única manera de disminuir esta picazón es mantener una rutina de ejercicio. Si te ejercitas regularmente, tu cerebro se acostumbrará a estas señales y comenzará a ignorarlas.
Pero, mientras más tiempo dejes pasar entre tus visitas al gimnasio, más intensa será la comezón, explica Ryan.
Si a la comezón la acompañan ronchas, urticaria o sensación de desmayo, llama a tu doctor. Esto puede ser un caso más serio llamado urticaria inducida por el ejercicio.