La Semana Santa es uno de los momentos ideales de cada año para buscar un sitio adecuado con el objetivo de descansar, ya sea a solas, en familia o con amigos. Mucha gente sale en este periodo vacacional, por lo que muchos lugares registran un sobrecupo de turistas. Si eres de las personas que huyen de las multitudes en busca de destinos más tranquilos, a continuación te hablaremos sobre los lugares a los que puedes ir en Semana Santa donde no hay mucha gente.
Maruata, Michoacán: un refugio natural en la costa Pacífica
En el corazón de la costa michoacana se encuentra Maruata, una playa que conserva su esencia salvaje y virgen, lejos del bullicio de los destinos turísticos más conocidos de México. A pesar de no contar con la infraestructura de lujo que caracteriza a otros lugares del Caribe mexicano, Maruata se presenta como un santuario natural donde la belleza autóctona permanece intacta, sin el impacto de la intervención humana.
Es el lugar perfecto para quienes buscan sumergirse en un entorno donde la naturaleza es la verdadera protagonista. Con sus noches iluminadas por miles de estrellas, el santuario de tortugas que la habita y sus impresionantes atardeceres, Maruata se convierte en una visita obligada para los amantes de lo natural.
Para llegar a este rincón escondido, la opción más sencilla es volar hacia Lázaro Cárdenas y luego tomar un autobús que, en unas 5 horas de viaje, te llevará hasta Maruata por solo 100 pesos.
Cacaluta, Oaxaca: un secreto de la costa oaxaqueña
La bahía de Cacaluta, en Oaxaca, se mantiene como un tesoro oculto para muchos, pero quienes la descubren suelen regresar una y otra vez para disfrutar de sus aguas cristalinas y participar en diversas actividades como senderismo, buceo, snorkel, pesca o avistamiento de aves.
Su forma única, que recuerda a un corazón, la convierte en un lugar especial donde se encuentran Cacaluta y la tranquila playa de Arroyo, que completa el paisaje sereno y virgen de la zona. Un destino perfecto para quienes buscan escaparse del ajetreo turístico y conectar con la naturaleza.
Playa Michigan, Guerrero: aventura a la orilla del Pacífico
Con su vibrante paisaje y sus aguas azul turquesa, Playa Michigan en Guerrero es el lugar ideal para los amantes de los deportes acuáticos. Surf, kayak y windsurf son solo algunas de las actividades que puedes disfrutar en este rincón pacífico, especialmente durante la temporada de Semana Santa, cuando se convierte en el escape perfecto del calor.
A pesar de su belleza y la variedad de servicios que ofrece, como restaurantes, bares y tiendas de souvenirs, esta playa sigue siendo un refugio poco concurrido, lo que le otorga un encanto adicional para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza.
Isla Lobos, Veracruz: un paraíso caribeño en el Golfo de México
Isla Lobos, en Veracruz, se presenta como un pequeño paraíso que rivaliza con las playas más exclusivas del Caribe. Con sus aguas turquesas, arenas blancas y su exuberante vegetación, esta isla es un destino ideal para los que desean relajarse o disfrutar de actividades acuáticas como snorkel y buceo, gracias a su impresionante arrecife de coral.
Aunque es algo más turística que otras playas más alejadas, Isla Lobos sigue siendo menos masificada, lo que la convierte en un destino accesible y encantador para aquellos que buscan una experiencia más tranquila sin renunciar a la belleza natural.
Playa Corrales, Jalisco: paz en la Costa Pacífica
A tan solo un kilómetro de Cabo Corrientes, Playa Corrales es un rincón paradisíaco rodeado por formaciones rocosas y palmeras que le otorgan un aire sereno y aislado. La fina arena blanca y las áreas equipadas con palapas hacen de esta playa el lugar perfecto para pasar un día de descanso bajo el sol.
Un atractivo adicional es el antiguo faro, desde donde se pueden disfrutar vistas panorámicas del océano Pacífico. Con aguas tranquilas y cristalinas, es ideal para nadar en familia, además de ser un excelente punto para practicar kayak y buceo en un entorno natural único.