El candidato republicano Donald Trump ha hecho una sorprendente propuesta en su campaña presidencial: tratamientos de fecundación in vitro gratis para todos los estadounidenses si llega al poder en noviembre. ¿Qué significa esta promesa para los futuros padres y el sistema de salud del país?
Trump anuncia fecundación in vitro gratis para todos
Donald Trump, exmandatario de Estados Unidos y actual candidato presidencial por el Partido Republicano, ha vuelto a captar la atención mediática con una audaz propuesta de campaña. Durante un mitin en Potterville, Míchigan, Trump prometió que, si gana las elecciones el próximo 5 de noviembre, su administración cubrirá los costos de los tratamientos de fecundación in vitro, ya sea a través del gobierno o mediante las aseguradoras privadas. “El Gobierno pagará o las compañías de seguros estarán obligadas a cubrir todos los costos asociados a los tratamientos de inseminación artificial”, afirmó Trump con su estilo directo y contundente.
Una medida para impulsar la natalidad en Estados Unidos
A sus 78 años, Trump parece decidido a convertirse en el líder que revitalice la tasa de natalidad en Estados Unidos. Durante su discurso, enfatizó que esta medida responde a un objetivo claro: “Queremos más bebés”. Además, propuso permitir a los nuevos padres deducir de sus impuestos los principales gastos del recién nacido, una medida que, según él, busca apoyar a las familias desde el nacimiento de sus hijos. “Estamos a favor de la familia. Nadie había dicho eso antes”, declaró con su característica confianza.
La propuesta de Trump marca un claro giro respecto a las políticas de salud reproductiva que han dominado el escenario en Estados Unidos. Actualmente, la reproducción asistida, como la fecundación in vitro, no se considera un beneficio esencial de salud bajo las leyes federales del país. De hecho, según datos de healthinsurance.org, una web especializada en guías sobre aseguradoras, ningún plan de seguros en Estados Unidos está obligado a cubrir los tratamientos de infertilidad, ya que la reproducción asistida no está contemplada como una necesidad esencial de salud.
A pesar de esta falta de cobertura federal, para finales de 2023, 21 estados de los 50 que componen el país, así como el Distrito de Columbia, habían aprobado leyes que requieren que al menos algunos planes de seguros regulados por el estado cubran ciertos servicios de infertilidad. Esta disparidad en la cobertura deja a muchas parejas y futuros padres en una situación difícil, enfrentando altos costos de tratamientos que, en promedio, pueden superar los $15,000 por intento de fecundación in vitro.
¿Una estrategia electoral o un verdadero compromiso?
La promesa de Trump ha sido recibida con escepticismo por algunos sectores, que la ven como una estrategia electoral destinada a atraer votantes, especialmente en estados con bajas tasas de natalidad. Sin embargo, sus simpatizantes celebran la propuesta como una muestra de su compromiso con las familias estadounidenses y con el futuro demográfico del país. “Es una medida que podría cambiar la vida de miles de personas que sueñan con tener hijos pero no pueden permitírselo debido a los altos costos de los tratamientos”, comentó uno de sus seguidores en redes sociales.
No obstante, la promesa de Trump también ha generado un debate ético y económico. Los críticos argumentan que el costo de financiar tratamientos de reproducción asistida a nivel nacional podría ser exorbitante y que obligar a las aseguradoras a cubrir estos tratamientos podría traducirse en primas más altas para los asegurados. Otros, sin embargo, sostienen que garantizar el acceso a la fecundación in vitro es un derecho que debe ser reconocido y cubierto, especialmente en un país donde la población envejece rápidamente y la tasa de natalidad está en descenso.
La propuesta de Trump podría marcar un antes y un después en la política de salud reproductiva en Estados Unidos, pero su viabilidad dependerá de muchos factores, incluyendo la reacción del Congreso, la opinión pública y, por supuesto, el resultado de las elecciones de noviembre. Mientras tanto, la promesa del exmandatario ha vuelto a colocar la cuestión de la reproducción asistida en el centro del debate político, generando un intenso interés en torno a su posible implementación y sus implicaciones para el futuro de las familias en el país.
Con esta jugada, Trump busca posicionarse como el candidato pro-familia, proponiendo cambios radicales en un sistema de salud que hasta ahora ha dejado fuera de la cobertura a muchos futuros padres. Queda por ver si esta promesa será suficiente para atraer a un electorado diverso en un país cada vez más dividido.