En el corazón del glamuroso Principado de Mónaco, donde los superdeportivos son parte del paisaje cotidiano y el rugido de un motor V12 apenas llama la atención, aprender a conducir ha alcanzado un nivel nunca antes visto. La autoescuela Monaco Bonne Conduite ha revolucionado el concepto de enseñanza vial al incorporar nada menos que un Porsche 911 Carrera a su flota de aprendizaje.
Sí, lo leíste bien: los adolescentes monegascos ahora aprenden a manejar en un coche valorado en más de 150,000 euros, con 394 caballos de fuerza, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4.1 segundos. ¿Exceso? Tal vez. ¿Estilo? Absolutamente.
¿Un Porsche como autoescuela? Todo por la seguridad vial
Aunque a primera vista parezca un simple capricho de millonarios, esta decisión tiene un trasfondo mucho más racional. Según Paul Croesi, propietario de la escuela, el objetivo principal es preparar a los nuevos conductores para los potentes vehículos que probablemente manejarán apenas obtengan su licencia.
“Muchos alumnos hacen su examen en autos pequeños con menos de 100 hp, pero su primer coche puede tener más de 500 hp. Queremos que comprendan lo que implica manejar esa potencia desde el principio”, explicó Croesi a medios locales.
Para adaptarlo a las clases, el Porsche fue equipado con pedales dobles y espejos retrovisores adicionales, asegurando que el instructor pueda intervenir si es necesario. Desde luego, se necesita valentía y nervios de acero para sentarse como copiloto mientras un principiante pisa el acelerador de un 911.
¿Cuánto cuesta aprender a conducir con estilo?
La exclusividad tiene su precio. Cada clase práctica al volante del Porsche cuesta 159 euros por hora, unos 3,600 pesos mexicanos. Pero también hay paquetes para quienes quieran vivir la experiencia completa:
5 horas: 750 euros (16,819.16 Pesos mexicanos)
20 horas: 3,249 euros, con permiso francés y monegasco incluido (72,860.61 Pesos mexicanos)
Sin duda, una inversión al nivel de quienes pasean Lamborghinis como si fueran bicicletas.
Bienvenidos al mundo donde los garajes valen más que una casa
En Mónaco, donde la densidad de millonarios es la más alta del planeta, no es extraño ver Ferraris, Rolls-Royce y McLaren estacionados junto a panaderías y cafés. En este contexto, preparar a los conductores desde jóvenes para vehículos de alta gama no es un lujo, sino una necesidad.
Así que la próxima vez que veas un Porsche 911 con calcomanías de “autoescuela”, recuerda: no es un meme, es Mónaco. Y allí, hasta el primer intento al volante tiene motor bóxer biturbo y más caballos que una caballería.