La inteligencia artificial ofrece grandes beneficios a la industria automotriz, pero también supone un riesgo para otras áreas de la producción.
La inteligencia artificial está más en boca que nunca. Diferentes sectores laborales ven cómo estas tecnologías, dignas de la ciencia ficción, ganan terreno donde, hace algunos años, parecía imposible. En tal caso, la industria automotriz no ha sido la excepción, pues procesos elementales de la producción de autos ya se ven favorecidos con la ayuda de la inteligencia artificial.
¿Cómo la inteligencia artificial ayuda a que la fabricación de autos sea más rápida?
Sí, esta pregunta da parcialmente una respuesta a la principal interrogante de la presente nota: la inteligencia artificial ayuda a la industria automotriz acelerando la fabricación de autos. Pero, ¿cómo sucede esto?
A grandes rasgos, la inteligencia artificial interviene en la revisión de procesos ligados a la fabricación, garantizando que no existan defectos en los productos. En consecuencia, aumenta el ritmo de producción y se reducen tiempos de manufactura.
Armadoras de todo el mundo están valiéndose de esta herramienta, con el propósito de mejorar la calidad de los autos, a la par de una valiosa disminución en los tiempos que hasta antes suponían las etapas de la fabricación.
Dados estos hechos, no es descabellado decir que la inteligencia artificial se ha convertido en una aliada de la industria automotriz. Y es que, además de lo mencionado, estos “robots” ensamblan piezas que requieren de una gran precisión para ser colocadas.
Por si todo lo anterior pareciera poco, llega un beneficio más: la reducción de costos. Así es, la inteligencia artificial puede, al mejorar la eficiencia del proceso de producción, lograr que la inversión destinada a fabricar autos sea menor. Desde luego que ello pone a los fabricantes en buenas posibilidades de dar precios más competitivos.
¿Y los empleados?
Frente al avance y beneficio que traen consigo estas tecnologías, naturalmente surge la pregunta de qué pasará con las personas involucradas en los trabajos que ahora la inteligencia artificial releva.
No hay respuesta fácil a lo último. Por una parte, los operarios que antes hacían esas labores de inspección han sido llevados a otras áreas de la producción. Sin embargo, no se puede descartar que algunos procesos se sigan automatizando con los años, y eso venga con las consecuencias que tanto se temen.