Contrario a lo que los detractores puedan decir, existen buenas razones para preferir a los autos estándar. Aquí te damos cinco.
Los autos estándar, o de transmisión manual, parecen estar en desventaja contra los automáticos; los primeros requieren mayor atención y esfuerzo en comparación con los segundos. Definitivamente, para muchas personas es un lujo librarse de la caja de velocidades. Pero, tampoco es sorpresa que otras tantas prefieren a los estándar y, vale decirlo, sus buenas razones tienen.
Por lo pronto, hemos de recordar que el mundo no para y, en ese vertiginoso andar tecnológico, se ve cada vez más cerca el fin de los autos estándar. Este inminente desenlace pone más caras tristes de las que los seguidores de los automáticos están dispuestos a reconocer. En caso de que no veas razones para preferir a los laboriosos estándar sobre los cómodos automáticos, aquí te compartimos algunos motivos.
5 razones para preferir un auto estándar
Economía
Sí, como ya lo decíamos, los autos automáticos no solo suponen un lujo, sino que en verdad lo son. Basta con comparar cualquier modelo y ver sus dos versiones. Al tiempo notaremos que la manual es más económica.
Esto tampoco es ley, aunque sí hay suficientes casos como para poner esto a modo de una razón para preferir a los carros estándar.
Ahorro de combustible
Por si el punto anterior quedaba débil, se debe añadir que los estándar, a la larga, pueden ser más económicos, al menos en lo que al gasto de combustible refiere. ¿Por qué sucede esto? Básicamente porque el clutch ahorra gasolina sin la necesidad de los componentes eléctricos del automático.
Más control sobre el automóvil
La sensación de control que brinda el cambio de velocidades es incomparable. Nos hace sentir verdaderos pilotos de automovilismo.
Beneficio para la coordinación y la concentración
Un auto estándar te pone más a prueba que uno automático, sin duda. Ello se refleja en cómo los conductores de los manuales mejoran considerablemente su concentración y coordinación.
Un toque de nostalgia
Para bastantes personas “manejar de verdad” es ir al volante de un estándar. Pasa que muchos aprendimos así, y el recuerdo de cómo desarrollamos esta habilidad está íntimamente ligada al funcionamiento de los autos de transmisión manual.