¿Quién se iba a imaginar que los autos eléctricos se convertirían en un grave problema para un país como China, que goza de un crecimiento tecnológico y una infraestructura de primer mundo? Mientras unos países se concentran en cambiar la industria automotriz con coches eléctricos, como Estados Unidos y Australia, existe una ciudad que presenta un panorama contrastante.
Hangzhou, la capital de la provincia china de Zhejiang, tiene un peculiar cementerio con cientos de autos eléctricos que yacen abandonados entre polvo y maleza. Esta información que Bloomberg publicó recientemente causó tanto asombro como preocupación, ya que en al menos seis ciudades chinas han surgido lotes similares con coches no deseados y muchos de ellos actualmente inservibles.
Esta realidad ha sido comparada con la ocasión en que también hubo saturación de bicicletas, en 2018, también en China, cuando cientos de ellas acabaron tiradas y olvidadas en estacionamientos, campos y ríos.
“Esta vez, los automóviles probablemente quedaron abandonados después de que las empresas fracasaran o porque estaban a punto de volverse obsoletos”, se lee en la publicación, “a medida que los fabricantes de automóviles lanzaron vehículos tras vehículos eléctricos con mejores características”.
¿Cómo comenzó el abandono de autos eléctricos en China?
Cientos de fabricantes chinos se sintieron motivados con los subsidios gubernamentales que el gobierno les ofreció hace aproximadamente 10 años. Para la producción de decenas de lotes se unieron tanto compañías establecidas como empresas emergentes que quisieron aprovechar la oportunidad para hacer negocio. “Produjeron una gran cantidad de vehículos eléctricos en sus primeras etapas”, de acuerdo con el trabajo de investigación de Bloomberg. “autos relativamente sencillos cuyas baterías en algunos casos sólo podían funcionar durante unos 100 kilómetros con una carga”.
“Al comienzo del mercado de vehículos eléctricos de China, las cifras de entrega estaban impulsadas por las flotas de vehículos compartidos”, comentó al medio Young Huang, analista senior de JSC Automotive. “Sólo unos pocos clientes privados decidieron comprarlos”.
Pese a que China está entre los primeros países con tecnologías limpias, este crecimiento apresurado dejó también un tiradero, pues muchas compañías no lograron seguir el paso de los gigantes del sector y tuvieron que cerrar sus plantas, como resultado de eso, quedaron en el olvido sus automóviles. Bloomberg reportó en su informe que en la actualidad, China tiene alrededor de 100 fabricantes de automóviles eléctricos, frente a los casi 500 que había en 2019.
Todos los autos eléctricos que se muestran en las fotos están emplacados, lo que significa que la mayoría estuvo en circulación. Las marcas que más se ven en el cementerio de coches, se indica, son Dongfeng Motor Group Co., socio de Nissan Motor Co; Changan y Zhejiang Geely Holding Group Co.
Hasta el momento, reporta el medio, no se han limpiado algunos cementerios de autos, lo que podría ser tomado en cuenta por los países que tienen sus esperanzas en la industria eléctrica automotriz.